Romance Scam

La Guardia Civil investiga en la Región una veintena de estafas amorosas en dos años

El último caso, el de un murciano de 55 años que mandaba transferencias a una supuesta cibernovia a la que no vio jamás

Muchos afectados no lo cuentan nunca porque sienten vergüenza 

Las estafas por Internet, también las amorosas, suben casi un 40% en un año en la Región.

Las estafas por Internet, también las amorosas, suben casi un 40% en un año en la Región. / La Opinión

Ana Lucas

Ana Lucas

«Me asombró la increíble belleza con la que Dios te creó». Así le ‘entró’ por Facebook un individuo, que dijo ser militar estadounidense, a Ángeles, la mujer asesinada, junto a sus dos hermanos, en Morata de Tajuña. Ella mordió el anzuelo y acabó mandándole decenas de miles de euros a un sujeto al que no vio en persona en su vida. No es un caso aislado. La Guardia Civil ha investigado en la Región, desde que se crearon los Equipos Arroba en octubre de 2021, una veintena de denuncias relacionadas con el timo del ‘romance scam’, las denominadas estafas del amor. Una de estas estafas está detrás del crimen de los tres hermanos de Morata de Tajuña, a los que un hombre confesó haber matado por una cuestión económica. El caso se investiga como un ajuste de cuentas por no saldar una deuda adquirida para favorecer a otro timador anterior, el que esquilmó a los hermanos al menos 400.000 euros bajo la falsa promesa de que recibirían una herencia millonaria.

En la Comunidad murciana «no es un delito que nos sorprenda a la hora de investigarlo», indica la guardia civil Élida Sevilla, del Equipo Arroba de Cieza. «Un elevado número de personas utilizan aplicaciones de citas o redes sociales para buscar amor y compañía, es decir, que cualquiera que esté dispuesto a iniciar una relación sentimental de cualquier tipo en modo virtual puede ser víctima de este tipo de delitos», manifiesta la agente.

Para complicar el rastreo del dinero, los cibercriminales suelen convertirlo muy rápido en criptomonedas

En este sentido, precisa que «a la hora de buscar la víctima perfecta, se suelen dan más casos en los que el ciberdelincuente se fije en una edad determinada, que suele rondar entre los 45 y 65 años de edad aproximadamente, de estado civil soltero o viudos y, básicamente, que ellos vean que ese perfil de víctima puede ser una presa fácil de embaucar». La estafa consiste en «hacer creer a las víctimas que están manteniendo una relación sentimental y después engañar para que realice envíos de dinero». A personas con las que solo han contactado con una pantalla en medio.

Un préstamo por amor

«Las víctimas no tienen que poseer un poder adquisitivo concreto, ya que se dan casos en los que el estafado ha llegado a hipotecarse, solicitando préstamos, para satisfacer a su ciberpareja y pagar todo lo que le pedía», destaca la guardia civil.

En cuanto al género, «en las investigaciones llevadas a cabo por los diferentes Equipos Arroba de la Guardia Civil en la Región de Murcia, sobre todo en este último año, nos encontramos tanto con víctimas mujeres como con hombres, siendo el porcentaje de mujeres mayor», resalta.

A la pregunta de si han repuntado este tipo de delitos, Sevilla contesta que «en realidad, se están cometiendo desde que se hace uso de Internet con el fin de conocer gente, no es algo nuevo», aunque apostilla que «pero se puede decir que sí se nota ese incremento, ya que los ciberdelincuentes aprovechan nuevas oportunidades con el crecimiento del uso de la tecnología y la digitalización de la sociedad: es decir, a mayor uso de Internet, mayor probabilidad de que se cometan este tipo de delitos y otros, como el falso hijo en apuros, sextorsión... pero, en concreto, desde el año 2021 hasta día de hoy se viene notando ese incremento».

Callan por vergüenza

Se da la circunstancia de que muchas de las estafas amorosas no llegan nunca ni a investigarse, debido a que las víctimas no lo ponen en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La razón: la vergïenza. 

A este respecto, la agente Élida Sevilla dice que «aunque, por razones obvias, no podemos contabilizar este tipo de datos, seguramente haya un considerable número de personas que no denuncien, ya sea por vergüenza o por creer que no tiene solución», aunque insiste en que «es importante denunciar para intentar evitar que haya más víctimas».

«Algunas de estas estafas amorosas terminan en una sextorsión, donde la víctima ha llegado a tal punto de confianza con el ciberestafador que le envía vídeos o fotografías comprometidas que luego utilizan para solicitar dinero a cambio de no difundirlas», detalla la investigadora. 

A la cuestión de si logran las víctimas recuperar su dinero o es muy difícil que lo hagan, Élida Sevilla admite que «como en todos los delitos de estafa a través de Internet, a veces se consigue recuperar el dinero y a veces no», lo cual que «no es cuestión de dificultad sino de las herramientas necesarias y de la rapidez en la presentación de la denuncia y la posterior investigación».

Investigar los cibercrímenes conlleva una dificultad añadida, dado que «un porcentaje alto de delitos cometidos a través de Internet y usando nuevas tecnologías terminan con el dinero estafado en cuentas bancarias creadas fuera de territorio nacional», manifiesta la guardia civil. 

De hecho, «para complicar aún más el rastreo, los cibercriminales suelen convertir de forma inmediata este dinero en criptomonedas», revela, al tiempo que explica que «para estos casos, se cuenta con protocolos establecidos en coordinación con autoridades judiciales y fuerzas de seguridad de otros países,». El fin, «poder llegar al destino final del dinero estafado y a los supuestos autores de los hechos».

A la pregunta de cuánto tiempo de media se tarda en esclarecer una estafa amorosa, la agente detalla que «no existe un tiempo de media en la investigación de este tipo de delitos, ya que depende de muchos factores tanto sobre nuestra investigación como ajenos a ella». En este sentido, subraya que «recopilar información, pruebas, solicitudes de colaboración… puede llevar semanas e incluso varios meses, ninguna denuncia es igual».

La Región cuenta con media docena de Equipos Arroba, con un total de 21 guardias civiles. Estos equipos se crearon, en toda España, en otoño, en el marco del Plan Estratégico contra la Cibercriminalidad del Ministerio del Interior. Recuerda Sevilla que «una de la finalidad de la creación de estos equipos es la prevención y asesoramiento para evitar que se comentan este tipo de delitos». «Impartimos charlas a diferentes colectivos informando de los peligros que se pueden encontrar en la Red y damos una serie de consejos para saber identificarlos y cómo actuar», significa.

El último caso en Murcia

El último ‘romance scam’ que investiga la Benemérita es el caso de un hombre de 55 años «que presentó una denuncia por estafa, pero sin saber que estaba siendo víctima», explica la agente Élida Sevilla. El varón había conocido a una persona (supuestamente una mujer) en una web de citas hacía un año y, pese a que jamás la había visto (ni por videollama) y solo hablaba con ella por mensajes escritos de WhatsApp, él creyó que se trataba de su novia.

«Un día, esta supuesta mujer le informó de que había adelantado el envío de un paquete que contenía efectos personales, dinero y joyas, del cual le llega a enviar hasta una fotografía del recibo y número de seguimiento del envío, para dar mayor credibilidad. El problema vino cuando recibió mensajes de su ‘ciberamor’ pidiendo con urgencia una transferencia bancaria, por un elevado importe de dinero, explicando que el paquete había sido retenido en la aduana de su país y que debía realizar el pago a la empresa de transportes para poder ser liberado o lo perdería», detalla. El hombre pagó.

«Para comprobar que el dinero había llegado a su destino, decidió llamar esa empresa de transportes, donde le informaron que no reconocían ese número de cuenta y que seguramente le habían estafado», explica Sevilla. Entonces el hombre denunció, pero dijo «que los dos habían sido víctimas de una estafa en el envío de un paquete, es decir, que la que él creía que era su pareja sentimental estaba siendo estafada».

«Cuando contactamos con el denunciante y nos aportó más datos, detectamos que se trataba de un perfil falso creado con la finalidad de estafar a sus víctimas para conseguir dinero a cambio, algo que no fue fácil de explicar al denunciante, ya que para él todo era real y manifestó estar enamorado».