Judicial

Un trabajador de una empresa de envasado de frutas de San Javier acosa sexualmente a tres compañeras

La Justicia da la razón a la compañía, que suspendió de empleo y sueldo, aunque no despidió, al hombre tras conocer que hacía tocamientos a las mujeres contra su voluntad

Una persona manipula pimientos en su puesto de trabajo en una empresa.

Una persona manipula pimientos en su puesto de trabajo en una empresa. / La Opinión

Ana Lucas

Ana Lucas

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Social Nº 3 de Cartagena que daba la razón a una empresa de envasado de frutas y verduras de San Javier que había prescincido de un trabajador tras tener conocimiento de que había acosado y realizado tocamientos a tres de sus compañeras contra su voluntad. Desde la sociedad indicaron a este periódico que el empleado fue suspendido de empleo y sueldo durante un mes, pero no despedido. En estos momentos se encontraría de baja laboral.

Tal y como se lee en el relato de hechos probados, tras recibir la denuncia de dos de las empleadas afectadas, los responsables de la sociedad investigaron y encontraron testigos de lo sucedido, con lo cual "constataron la veracidad de los hechos denunciados".

Los episodios acontecieron en la primavera de 2021. En la carta que remitió la empresa al individuo, para prescindir de sus servicios, se apunta que, en el caso de la primera víctima, la mujer "se encontraba realizando sus labores de auxiliar de manipulado en la línea de confección del almacén de esta empresa. Usted fue a apartarle unos envases y aprovechó que se acercaba a ella para tocarle con actitud libidinosa en la parte superior de la pierna por la zona de atrás, cerca de los glúteos. Al cabo de un rato, volvió a repetir el movimiento y volvió a coger o depositar algo en la zona donde trabajaba la mujer y le volvió a tocar de la misma forma en la parte superior del muslo, lo que provocó que la trabajadora se sintiera visiblemente avergonzada e incómoda teniendo que apartarse de su zona de trabajo y acudió nerviosa y llorando a contárselo a la encargada, que procedió a cambiarla de puesto de trabajo y la sustituyó ella misma en su puesto".

Prosigue la misiva: "Esa misma tarde y en la misma zona de trabajo estando usted cerca de la zona donde estaba trabajando otra mujer (también auxiliar de almacén de la línea de manipulado), ésta le pidió que le quitara una caja que estaba llena de producto, y usted aprovechó y de la misma forma que había actuado con la anterior, se acercó a quitar la caja y tocó con actitud libidinosa a la trabajadora en la parte superior del muslo, cerca de los glúteos".

Ésta, al notar lo que le hacía, le dijo, muy enfadada, que a ella "no la tocara", reacción que fue advertida por la encargada, que, al ver la situación, preguntó "qué pasaba, si es que el hombre la estaba tocando sin su consentimiento. Al contestar la mujer que sí, acudieron a decírselo al encargado del almacén.

"Un daño en el ambiente de trabajo"

"Curiosamente, mientras la empresa procedía a investigar los tocamientos de carácter sexual producidos a estas dos compañeras de trabajo, hemos recibido una tercera denuncia de otra compañera del almacén, también auxiliar de manipulado, que dijo que el hombre aprovechaba que tenía que coger o dejar alguna caja en la zona donde ella estaba trabajando para acercarse más de la cuenta (sin necesidad, porque había espacio suficiente) y pasarle el brazo derecho por los pechos. Que esos tocamientos los realizó por dos ocasiones esa misma tarde", continúa la compañía.

Desde la empresa, al sancionarlo pero no despedirlo, dicen al sujeto que "su actitud demuestra una muy grave falta de respeto a tres compañeras de trabajo, que daña gravemente su dignidad, su intimidad y su libertad sexual y que provoca un daño en el normal ambiente de trabajo".

"Esta empresa no puede consentir que dentro de nuestras instalaciones se atente contra la dignidad y la integridad física y moral de los trabajadores (en este caso, de tres trabajadoras más jóvenes y con menos antigüedad que usted en la empresa, que por tanto, pueden sentirse más vulnerables). Esta empresa tiene el deber de velar por la seguridad e integridad física y moral de sus trabajadores y por tanto de prevenir y sancionar las conductas constitutivas de acoso, en este caso, sexual", sostiene. Y añaden: "Esperamos que en lo sucesivo no se vuelvan a repetir hechos como los que se han dejado expuestos".