Sucesos

El asesino del campo de tiro intenta fugarse de la Ciudad de la Justicia de Murcia

Logró burlar la custodia y fue perseguido a la carrera por los agentes

Agente de la Policía Nacional trasladan al detenido.

Agente de la Policía Nacional trasladan al detenido. / Juan Carlos Caval

Paula M. Gonzálvez

Paula M. Gonzálvez

Roger L.S., el joven de 20 años que presuntamente mató a un instructor en un club de tiro de Cataluña, ya se encuentra en la cárcel de Campos del Río. El Juzgado de Instrucción Nº 5 de Murcia, en funciones de Guardia, ordenó su ingreso en prisión provisional este martes. Sin embargo, el recluso ha estado a punto de no pisar el penal. El hombre, que obligó a dos jóvenes a que lo trasladasen en coche a Murcia a punta de pistola tras confesarles el crimen, ha intentado fugarse de la Ciudad de la Justicia.

Fuentes cercanas al caso confirman a La Opinión que el exmilitar intentó burlar la custodia policial aprovechando que tenía que comparecer en el juzgado, donde se acogió a su derecho a no declarar.

Pasadas las tres de la tarde se realizó la habitual ronda por las celdas para que los detenidos pudieran ir al aseo. Fue entonces cuando, de manera repentina, el presunto autor del crimen echó a correr y logró atravesar la puerta de custodia que conduce a los pasillos de las oficinas del Juzgado de Guardia.

Foto del carnet del club de tiro de Roger L.S., autor del asesinato.

Foto del carnet del club de tiro de Roger L.S., autor del asesinato. / R.D.C.

Los agentes lo persiguieron a la carrera y lograron 'darle caza' en las escaleras, en las que tuvieron un forcejeo. Cayó al suelo y comenzó a sangrar al golpearse la nariz. Se le atendió para curarle la herida siguiendo las indicaciones del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP).

El intento de huida fue un fracaso: lo inmovilizaron y lo redujeron haciendo uso de la fuerza mínima indispensable, para llevarlo de nuevo a la celda.

Tras todo ello, la Guardia Civil lo trasladó finalmente al centro penitenciario Murcia II. De la Comisaría Ceballos a la Ciudad de la Justicia y de esta a Campos del Río. Esa fue su ruta este martes.

Traslado del detenido.

Traslado del detenido desde la comisaría. / Juan Carlos Caval

Las pruebas y una fuga con rehenes

La titular del juzgado de guardia ordenó su ingreso en prisión provisional vista la cantidad de pruebas en su contra, entre ellas las grabaciones del momento en el que disparó a la víctima cinco veces por la espalda. El recluso pidió al empleado del club del que era socio un cambio de armas y abrió fuego de pronto, además de encañonar a otro de los socios. Las diligencias pasarán al Juzgado de Instrucción Nº 2 de Granollers (Cataluña).

El asesinato tuvo lugar en Canovelles y Roger L.S. fue detenido en la estación de El Carmen, cuando las dos chicas a las que utilizó como rehenes para su viaje de 600 kilómetros dieron la voz de alarma. Las había secuestrado en una gasolinera de Barcelona y la Policía Municipal llegó a parar el vehículo en un control rutinario, aunque las dos jóvenes no contaron a la agente lo que ocurría y el exmilitar las liberó poco después.

Las amenazó durante todo el viaje con dos pistolas que había robado del Club de Tiro de Precisión de Granollers -y que había usado para acabar con la vida del trabajador- y con una navaja. Una dotación de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) integrada por seis efectivos lo identificó el Domingo de Resurrección sentado entre los viajeros de la estación tras doce horas de fuga.

El Club de Tir Precisió de Granollers, en Canovelles, donde se produjo el tiroteo mortal.

El Club de Tir Precisió de Granollers, en Canovelles, donde se produjo el tiroteo mortal. / LOURDES CASADEMONT

Este martes, dos de los agentes revelaron que el arrestado les preguntó por qué no lo habían matado al atraparlo y que les aseguró que, de haber podido hacerlo, él sí habría acabado con la vida de los policías.

Atracos frustrados durante 'el viaje'

El joven no solo se enfrenta a la imputación del delito de homicidio o asesinato, sino que también se le acusa de dos detenciones ilegales, un delito de tenencia ilícita de armas y otro de resistencia o atentado.

Además, como se ha conocido este miércoles, intentó cometer dos atracos frustrados durante su huida a Murcia, uno en un supermercado y otro en una gasolinera, aunque se encontró ambos establecimientos cerrados. Aprovechó el viaje también para mirar constantemente el teléfono en busca de información acerca del crimen.