Tribunales

El asesino del club de tiro, a la cárcel de Campos del Río hasta su vuelta a Cataluña

El Juzgado de Guardia de Murcia ordena el ingreso de Roger L.S. en prisión provisional, aunque se inhibirá a favor de un tribunal de la comunidad donde se cometió el crimen

Traslado del detenido.

Traslado del detenido. / Juan Carlos Caval

Ana Lucas

Ana Lucas

Por la puerta de atrás de la Comisaría de Ceballos, minutos después de las diez de la mañana, era sacado de los calabozos Roger L.S., el joven de 20 años que presuntamente mató a un instructor en un club de tiro de Cataluña y luego obligó a dos mujeres a que lo trasladasen en coche a Murcia.

A su salida, aluvión de cámaras y periodistas. Algunos hasta le ponían el micrófono delante, por si hacía alguna declaración. Él se mantenía serio y en silencio hasta que lo metieron en un vehículo policial. Su destino, la Ciudad de la Justicia de Murcia. Dada la cantidad de pruebas que hay en su contra (las cámaras incluso grabaron el momento en el que descerraja cinco tiros a su víctima por la espalda), el Juzgado de Instrucción Nº 5 de Murcia, en funciones de Guardia, ordenaba el ingreso de Roger en prisión provisional, aunque se inhibe a favor de un tribunal de la comunidad donde se cometió el crimen, Cataluña. En concreto, al Juzgado de Instrucción Nº 2 de Granollers.

El asesinato se cometió en Canovelles. Al sospechoso lo detuvieron poco después de llegar a Murcia, cuando dieron la voz de alarma las dos chicas a quienes tuvo como rehenes en el coche (las secuestró en una gasolinera) y obligó a conducir durante casi 600 kilómetros. Fue capturado en la estación del Carmen

Agente de la Policía Nacional trasladan al detenido.

Agente de la Policía Nacional trasladan al detenido. / Juan Carlos Caval

Una dotación UPR (Unidad de Prevención y Reacción) integrada por seis efectivos acudió a la estación de tren. Dos policías comprobaron el exterior, otros dos se acercaron a los andenes y los agentes Héctor López y Jesús Marín entraron en el hall de la estación, en el que a esa hora, las ocho de la mañana del domingo de Semana Santa, había unas cuarenta personas. López explica que, en cuanto entraron, identificaron a Roger sentado entre los viajeros. Y que Roger los vio también a ellos. Uno de los policías relataría luego que el sujeto les llegó a preguntar por qué no lo habían matado y a confesar que, de haber podido, él sí los habría matado a ellos.

Además de por el crimen del instructor, ante la Justicia tendrá que responder por el secuestro de las jóvenes. Se le imputan delitos de homicidio o asesinato, dos detenciones ilegales, un delito de tenencia ilícita de armas y otro de resistencia o atentado, en conexión con delitos leves de lesiones, concretan fuentes judiciales. De momento, este martes ya dormirá en el penal de Campos del Río.