El agente de la policía nacional que ejerce como delegado gubernativo en la Plaza de Toros de Murcia y la empresa que explota el coso han presentado sendos recursos contra la investigación abierta por el juzgado de esa capital tras la muerte en la pasada Feria de Septiembre de un carnicero en los corrales al ser corneado por un toro que había sido devuelto.

En el recurso presentado por el penalista José María Caballero en nombre de la empresa, que figura en las diligencias como responsable civil subsidiaria, se afirma que no es responsable de lo ocurrido, ya que la única causa de la muerte fue la propia imprudencia del fallecido al entrar en los corrales sin que nadie se lo hubiera indicado y sin cerciorarse de que el astado estuviera muerto.

El letrado solicita al juzgado que deje sin efecto las resoluciones dictadas por el juzgado el pasado octubre, en las que se citaba como imputados al delegado gubernativo y a otras cuatro personas, que están llamadas a declarar en los próximos días, además de acordarse otras diligencias.

El recurrente solicita que se acuerde mantener el sobreseimiento del caso que se había acordado con anterioridad y, en consecuencia, se dejen sin efecto las diligencias acordadas a instancias de la esposa del fallecido.

Señala Caballero que en la denuncia de la esposa del fallecido “se realizan afirmaciones que no se corresponden, en modo alguno, con la verdad, mezclando conceptos que nada tienen que ver y con una intencionalidad indudablemente incriminatoria”.

Y añade que era función propia de los carniceros de la plaza primero apuntillar a los toros devueltos y, a continuación, desollarlos, sin que, por tanto, los empleados de la empresa investigados cometieran imprudencia alguna.

Se comenta en el recurso que la propia esposa del fallecido declaró a la Policía que “en muchas ocasiones su marido se encargaba de apuntillar a los toros y desollarlos en las plazas”, para añadir que ello es así, aunque ahora se pretenda mantener lo contrario.

Por su parte, el recurso planteado por la defensa del delegado gubernativo descarta también la responsabilidad de éste en lo sucedido y dice que su función se limita a certificar que la res que ha sido devuelta es la que efectivamente ha sido apuntillada, sin que, por tanto, tenga que identificar al personal de la plaza en los corrales ni a la persona que se encarga del apuntillamiento.