Un hombre de 59 años, que regentaba una atracción en el recinto ferial de Talavera de la Reina (Toledo) -ciudad que celebra estos días la festividad de San Mateo- perdió la vida el sábado por la noche tras ser tiroteado por una persona por motivos desconocidos. Ayer, el subdelegado del Gobierno en Toledo, Francisco Javier Corrochano, atribuyó la muerte del feriante "a un posible ajuste de cuentas", ya que no hubo robo ni discusión previas.

El suceso ocurrió sobre las diez y cuarto de la noche del sábado, cuando una persona -aún sin identificar- se acercó al feriante -J.J.C.G., vecino del barrio talaverano de Patrocinio- que se encontraba junto a su atracción, y le descerrajó tres tiros. Dos de los disparos le impactaron en la cabeza, provocándole la muerte minutos después de ser trasladado al Hospital Nuestra Señora del Prado. Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona donde se produjo el homicidio y realizaron una inspección ocular, sin que hasta el momento se haya podido dar con el presunto homicida.

Ayer, el subdelegado del Gobierno rechazó de forma contundente cualquier fallo en el dispositivo de seguridad de las fiestas de la localidad y consideró que el suceso de anoche "podía haber pasado cualquier día en cualquier otro lugar", ya que "cuando un tipo va a por otro con una pistola en el bolsillo, es imposible de detectar". En este sentido, Corrochano hizo hincapié en que, precisamente en la noche del sábado, por tratarse de la más concurrida de las fiestas, se encontraban en el recinto ferial agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Madrid.