Opinión | Cartagena D.F.

Vergüenza de Cartagena

Seamos sensatos y reclamemos lo nuestro con energía y contundencia, pero no nos creamos el ombligo del mundo y aún menos nos abalancemos como energúmenos contra una chica futbolista que, aunque juega con los colores del equipo de nuestra tierra, sueña, como tantas, con jugar en el Real Madrid

Fotografía publicada por la jugadora del FC Cartagena Inma Muñoz en X

Fotografía publicada por la jugadora del FC Cartagena Inma Muñoz en X / X INMA MUÑOZ

Imagine usted que vive en Sebastopol, por decir un lugar cualquiera, y se descubre leyendo una noticia en la que una joven recibe un aluvión de insultos y desprecios por mostrar públicamente su pasión por el Real Madrid a través de su perfil de la red social X (la antigua Twitter). Su ‘delito’ ha sido colgar tres fotos en las gradas del Santiago Bernabéu el pasado miércoles, vestida con la camiseta del equipo merengue y con un mensaje breve y directo: «¡A Wembley!». Allí se jugará la final de la Champions.

¿Cuál es la razón que ha desatado tanto odio? Descubre que la chica es de Albacete y que es futbolista profesional en el equipo de mujeres del FC Cartagena, que compite en una categoría inferior de la liga femenina.

Los indignados no le perdonan que no ame los colores de su camiseta como ellos los aman, hasta la muerte, si es preciso. Se ceban contra ella, la juzgan, la insultan, la menosprecian... En fin, nada nuevo en una red donde el anonimato saca lo peor de muchos energúmenos.

Usted no entiende nada y piensa que estos tipos deben estar locos. Se detiene a leer algunos de esos insultos. Y, como muchos cartageneros que nacimos, vivimos, queremos y defendemos a este bello rincón del Mediterráneo, siente vergüenza. Sentimos vergüenza ajena, porque otra vez algunos mancillan el nombre de nuestra querida Cartagena haciendo el ridículo. La mezcla del fanatismo deportivo con el territorial ha creado este cóctel explosivo y sin sentido. Basta ya. Ni Cartagena ni los cartageneros nos merecemos este bochorno por parte de quienes se erigen en adalides de la defensa de nuestra tierra, porque su pasión, su arraigo, su amor por su tierra y su verdad es la única verdad verdadera.

El actual líder de MC ha sido de los primeros en salir en defensa y mostrar su apoyo públicamente a esta inocente chica, porque sabe diferenciar que una cosa es defender los interesese y lo que consideras bueno para tu ciudad, y otra bien distinta, ser un fanático.

Legítimo y plausible es que defendamos que los días festivos locales para nuestros escolares se rijan por las fiestas en nuestro municipio y no se fije como tal un martes como el del Bando de la Huerta de Murcia, que ni nos va ni nos viene. Así se pretendía, al parecer, desde los consejos escolares de algunos centros, pero, seguramente, es más el ruido mediático y político que la posibilidad real de que acabemos vestidos de huertanos por aquí, dicho sea con todo el respeto hacia nuestros vecinos del otro lado del Puerto de la Cadena. MC salió al paso de esta posibilidad de inmediato y el Gobierno local ya ha expresado también su rechazo, al plantear la elección del tercer festivo local de 2025 entre tres días: el jueves de las fiestas de Carthagineses y Romanos, el lunes de Carnaval o el lunes 23 de diciembre, previo a Nochebuena. La última palabra, no obstante, corresponde al Consejo Escolar Municipal, que dudo de que se meta en el jaleo de despreciar estas propuestas y decantarse por el día del Bando murciano.

Denunciar la discriminación o el maltrato administrativo hacia Cartagena, como hacia otros municipios, en favor de la capital de la Región no solo es legítimo, sino necesario, aunque solo sea por aquello del refrán de que «quien no llora, no mama». Y también porque hay situaciones que claman al cielo, como que la sede de Aduanas se encuentre en Murcia, cuando nuestro puerto es el cuarto en movimiento de mercancías de España y, además, acabamos de saber que se situó en el top 20 de los puertos europeos el año pasado. O que la delegación central de Defensa también se ubique en la ciudad del Segura, pese a que el número de militares es abrumadoramente mayor en nuestra ciudad.

Trabajemos y defendamos que a cada cual lo llamen por su nombre, como plantea MC, que propone que el Ayuntamiento remita «un comunicado institucional a todos los medios de comunicación, públicos y privados, así como administraciones y otras instituciones que divulguen noticias, hechos o acontecimientos acaecidos o relativos a Cartagena, en el que reclame que, en lo sucesivo, no se omita ni confunda el nombre de nuestro municipio, sus enclaves, su costa y la comarca», para que así evitemos ver publicaciones de imágenes de nuestros muelles indetificadas como «el Puerto de Murcia».

Seamos sensatos y reclamemos lo nuestro con energía y contundencia, pero no nos creamos el ombligo del mundo y aún menos nos abalancemos como energúmenos contra una chica futbolista que, aunque juega con los colores del equipo de nuestra tierra, sueña, como tantas, con jugar en el Real Madrid. ¡Ánimo, Inma! Olvida esta pesadilla y no dejes de soñar.

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