Opinión | Noticias del Antropoceno

Fracasar con estilo

Me parece encomiable el afán acreditado por los responsables del fomento empresarial en el seno de la Administración pública por facilitar el acceso a una segunda oportunidad a aquellos emprendedores que fracasan en su proyecto primigenio. Y me parece encomiable aunque esté destinado a un rotundo fracaso, dado el entorno financiero que debería dar soporte (y no lo da) a dicha segunda oportunidad.

Y es que la Banca, que supuestamente debería hacer borrón y cuenta nueva ante un primer proyecto empresarial que fracasa (se supone sin causar un quebranto grave al entorno de sus acreedores), ni está ni estará por esa labor. Cualquiera que haya tenido una experiencia empresarial ‘terminal’ sabe que la única forma de emprender un nuevo proyecto con crédito bancario es quitarse de en medio y dejar que algún familiar o socio libre de mácula, actúe de nuevo responsable, aunque siga las directrices del auténtico emprendedor en la sombra, cuyas ideas e impulso son un producto muy escaso. O eso, o contar con un remanente del proyecto anterior que permita afrontar las necesidades de inversión y liquidez.

Las cifras difieren según las estadísticas, pero el consenso que las une es que la mayor parte de los proyectos empresariales no logra cumplir cinco años, la barrera que parece diferenciar una empresa que camina con paso firme hacia su consolidación definitiva, de una que se queda en el camino. Personalmente recuerdo varios empresas de amigos y conocidos que empezaron su proyecto al mismo tiempo que el mío. Todas esas iniciativas, incluida la mía, habían pasado a mejor vida unos años después. Eso no quiere decir que los emprendedores cejaran en su afán. Más bien se transformaron y adaptaron para seguir adelante, en una segunda o incluso tercera oportunidad hasta dar con la tecla que les asegurara un lugar bajo el sol.

La conclusión desde la autoridad que me da haber fracasado no una, sino dos veces (las dos coincidiendo con crisis de la industria inmobiliaria en su vertiente de servicios de marketing en los que me especialicé desde el principio hasta el suma y sigue con mi hijo como continuador de la saga emprendedora) es que quien triunfa es porque acierta en todos y cada uno de los aspectos que requiere una empresa. Las que fracasan lo hacen por razones muy distintas la unas de las otras. Por eso es muy complicado predecir el fracaso.

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