Pulso político

Sobre la infrafinanciación

Los habitantes de la Región merecemos, como mínimo, el mismo respeto que los del resto de autonomías y por ello no aceptamos lo que no es beneficioso para el desarrollo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia

José Manuel Pancorbo

La Región de Murcia lleva décadas sufriendo desprecios por parte del gobierno central, independientemente de quién haya estado en la Moncloa. Cuando estaban unos decían «para Murcia poca cosa, da igual, siempre nos votan»; en cambio, cuando están otros, dicen: «Para Murcia poco, si no nos votan».

La realidad es que los años pasan y las oportunidades para la Región se van esfumando. Llevamos demasiado tiempo siendo la comunidad peor financiada según lo afirmado de manera categórica en el último informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada. No obstante, este no es el único informe en esta línea, de hecho, el Observatorio de Información Económico Financiera de las Comunidades, elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), ha señalado que en el ejercicio 2022 la Región de Murcia recibió casi 750 euros menos por habitante de lo necesario para garantizar los servicios públicos esenciales, es decir, unos 1.000 millones de euros menos al año de lo necesario.

Si de esos 1.000 millones de euros que nos faltan pudiésemos destinar tan sólo 100 millones a Fomento e Infraestructuras, se mejoraría notablemente la conservación de las carreteras autonómicas y proyectos tan necesarios como el desdoblamiento de la carretera Los Alcázares-Torre Pacheco o el desdoblamiento del acceso al Puerto de Mazarrón, podrían ser una realidad. También podríamos hablar de mejorar el transporte urbano ampliando la red de tranvía de la ciudad de Murcia, incluso plantear un tranvía también para Cartagena.

Por desgracia a día de hoy, eso está lejos de suceder teniendo en cuenta lo que está perpetrando el gobierno de Sánchez con sus socios separatistas. Por supuesto no nos resignamos y buscaremos otras formas de financiación para poder llevar a cabo las infraestructuras que tanto necesitamos para dinamizar nuestra economía.

Lo cierto es que no todo acaba con las infraestructuras que son competencia autonómica, también están las obras que dependen del gobierno central. Los socialistas de la Región presumen de que se está invirtiendo ahora mismo mucho en Alta Velocidad en la Región de Murcia, de lo que no presumen es de que estas obras llegan con más de diez años de retraso y que esta Comunidad Autónoma ha sido prácticamente la última de España en subirse al tren del AVE. A Murcia llegó en 2022, a Lorca se prevé que llegue en 2026 (teniendo en cuenta la dificultad de las obras, es dudosa esta fecha) y, por desgracia, para Cartagena aún no se ha licitado el proyecto constructivo.

De las frecuencias, los horarios y «el éxito» en definitiva de la llegada de la Alta Velocidad a Murcia escribiré otro día, que da para otro artículo.

Si seguimos revisando las obras que dependen del Estado en la Región, podemos destacar las siguientes:

Subtramo 4a autovía A-33 (Yecla). Si va todo como debe, se inaugurará el próximo mes de enero.

Arco Noroeste de Murcia. Las obras se adjudicaron a finales de 2019 con plazo de ejecución de 32 meses, y tengo serias dudas de que se puedan acabar en el próximo 2024.

Arco Norte. La infraestructura clave para acabar con el punto negro del nudo de Espinardo, no hay plazos para su licitación.

Terceros Carriles de la A-7. Se ha licitado el tercer carril hasta la frontera de Alicante, pero nada se sabe del tramo Alhama-L.P. de Alicante y Lorca-Alhama.

Autovía del Reguerón. Es necesario ejecutar el tramo que conecte esta autovía con la A-30 para cerrar el anillo sur de Murcia. No hay plazos.

Mejora de accesos a Cartagena. No hay plazos.

Y por último, están las obras que construirá el Gobierno regional pero que por acuerdos previos serán financiadas con fondos estatales. De hecho, recientemente se ha publicado que la Consejería de Fomento e Infraestructuras «ha rechazado» 2,5 millones de euros que ofrecía el Ministerio para dos obras, lo cual tiene una sencilla explicación que he reiterado en los últimos días y que vuelvo a compartir:

No se trata de rechazar, sino de no sucumbir a las insuficientes cantidades ofrecidas por el gobierno de Sánchez que no nos permiten avanzar, máxime cuando hay un acuerdo que está siendo incumplido por su parte.

Por un lado, desde el Ministerio de Transportes se nos ha ofrecido un millón de euros para ejecutar el enlace de la A-33 con la RM-A15 (carretera de El Carche). Se estima que ese enlace costará 5 millones de euros, y no podemos olvidar que el enlace se ejecutará en una autovía de titularidad estatal. Lógicamente desde el Gobierno regional exigimos que se cumpla con la palabra dada y se firme un convenio en el que se fijen las anualidades y las aportaciones que hará cada una de las administraciones. Es decir, de 5 millones de euros tan solo nos ofrecen 1.

Por otro lado, tenemos la RM-1 (autovía del Bancal) tramo Zeneta-Santomera. En el protocolo firmado en el año 2011 y ratificado en 2017, el Ministerio se comprometía a enviar a la Región 110 millones de euros para ejecutar esa autovía. La Consejería, hasta la fecha, ha invertido 16 millones de euros en hacer las expropiaciones y pagar los Proyectos Constructivos de los tramos 1 y 2, por lo que estamos en condiciones de poder licitar las obras. 

La realidad es que el gobierno de Sánchez ha ofrecido tan solo 1,5 millones de euros y no indica qué ofrecerá para las próximas anualidades. Con esa cantidad es imposible iniciar las obras; es necesario antes de licitar contar con el crédito suficiente.

Este es el verdadero motivo por el que desde la Consejería no aceptamos esa cantidad y hemos exigido que se cumpla el protocolo firmado y se envíen las cantidades acordadas para que de una vez por todas podamos iniciar esas obras, sin limosnas y respetando lo acordado. Y por supuesto, esta decisión no implica retraso alguno en la ejecución de las obras, porque la realidad es que con los 2,5 millones, o sin los 2,5 millones, las obras no se van a poder ejecutar sin la aportación del Ministerio del resto de la financiación necesaria y además, ese dinero sólo se puede gastar en esas obras, no se puede invertir en otra actuación.

Por tanto, exigimos que se trate a los habitantes de la Región de Murcia de forma justa porque creemos firmemente y sin ambages que todos los españoles tenemos los mismos derechos y obligaciones y seguiremos trabajando para que así sea. Si uno viaja a Cataluña o al País Vasco puede comprobar el nivel de las infraestructuras existentes, mientras que en la Región pretenden que nos conformemos con las migajas que se les caen del plato a los independentistas y nos negamos a ello por mucha manipulación que se quiera hacer al respecto.

Desde el Gobierno regional nos rebelamos contra eso y mientras yo sea Consejero de Fomento e Infraestructuras, pelearé para que la Región cuente con una financiación justa, la que se merece, ni más menos. Insisto, los habitantes de la Región merecemos, como mínimo, el mismo respeto que los del resto de autonomías y por ello no aceptamos lo que no es beneficioso para el desarrollo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

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