Nos queda la palabra

1.200

Julián García Valencia

Tenía que ser en septiembre. El 1 para más señas se ha conocido que hace 930.000 años la raza humana sumaba apenas 1.200 ejemplares. Las DANA de aquella época, combinada con una fuerte sequía, amenazaban nuestra especie y eso que, seguro, no se tenían que enfrentar con la «vuelta al cole» de nuestros tiempos. Con la sola preocupación de no convertirse en el plato de otros depredadores, no sufrirían el pesar que supone incorporarse a una vida cotidiana que gira alrededor del trabajo.

Con todo el ancho mundo para ellos, qué felicidad no conocer banderas, ni fronteras, ni religiones, ni imperios.

Sabedores, además, de que por mucho que se empeñaran en destruirlo todo, el sol sucedería a la noche, por lo que su existencia dependía de adaptarse al ecosistema, y no al contrario, como ocurre en la actualidad.

En la gloria de comprobar que juntos, sin distinción de sexos, eran más fuertes. Carecían de coach, economistas, periodistas, jueces, abogados y demás ralea. Sin más móvil que sobrevivir, sabían muy bien que la unión hace la fuerza para enfrentarse al resto de los habitantes del planeta, con los que combatían por el alimento.

Para defenderse, el «todos a una» resultó vital, lo que demuestra lo lejos que queda de nuestra civilización, donde el individualismo y el culto al más poderoso son los reyes de la selva... haya o no experiencias tan relevantes como el covid a la hora de mostrar la dependencia que tenemos de los otros.

Tiempo quedará para ver si giramos a una sociedad que no ponga en peligro su propia supervivencia por los intereses individuales.

Ahora, en esta dura vuelta a la realidad, quedémonos con la enseñanza de unos precursores que fueron capaces de pasar de 1.200 a 8.000 millones de humanos. A follar como si se acabara el mundo. No cabremos en sí de gozo. Nos faltará espacio, pero mejor prevenir. Bienvenidos.