Las Calores

El poder del perro

Imagen generada con Midjourney, programa de Inteligencia Artificial

Imagen generada con Midjourney, programa de Inteligencia Artificial / Enrique Olcina

Enrique Olcina

Enrique Olcina

El momento en que preguntó ¿qué animal tótem tienes? hubiera sido el momento de huir, pero para entonces ya estaba atrapado por el juego. El de ella, la que preguntaba, era el elefante, de gran memoria y constancia. Ella, la del elefante, era fotógrafa de moda, pero también autónoma, emprendedora, hablaba cinco idiomas y presumía de un amplio guardarropa con desparpajo. Ese fue otro momento, cuando dijo que tenía doscientos pares de zapatos, que indicaba claramente la salida de la conversación, pero el modo juguetón en que encendía un cigarro y como mantenía la conversación como si fuera una pelota que lanzaba y él recogía hacía que siguiera allí. 

Fue cuando le dijo su nombre que él recordó claramente, pero ella no, con su elefante desmemoriado, que ya se conocían y que ya habían jugado y aunque toda esa fascinación que se había ido demoliendo se derrumbó definitivamente, él olió, en el primer beso, tras su perfume, tras todas esas cosas que decía que hacía, tras sus doscientos zapatos, que todo ese juego y vanidad de vanidades era una soledad que necesitaba del alivio de una compañía atenta y se quedaron hasta el amanecer, porque descubrió, esa noche, que su animal tótem, el de él, era un perro. Un labrador retriever color chocolate, más concretamente.

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