La Opinión de Murcia

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Lola García

Murcia D.F.

Lola García

Nueva profesión: agitador de masas

El plan para el Carmen y la inquina hacia la concejala Franco han creado un nuevo perfil laboral en el Ayuntamiento de Murcia

Montaje de Vox que hace aparecer a la concejal socialista Franco en una imagen del viaje a Nueva York de la ministra de Igualdad

El consistorio murciano y todas las políticas conflictivas y polémicas que está llevando a cabo en los últimos tiempos no han convertido aún al Ayuntamiento en un lodazal. Todavía dista un trecho del estercolero que es la Asamblea Regional, en palabra de una diputada de la oposición, aunque como los grupos políticos, sobre todo Vox y el PP, sigan por la senda por la que transitan, todo se andará.

Los planes de tráfico para el barrio del Carmen están cosechando todo tipo de críticas y también de apoyos. En el lado de las críticas se están produciendo adhesiones de personas que han tenido responsabilidades políticas en esa zona de la ciudad que, en estos momentos, andan en los grupos de redes sociales incitando a los ciudadanos a continuar con las protestas. Y no solo eso, se dedican a organizarlas y a decretar la hora en la que deben realizarse e incluso el lugar.

Con semejantes personajes, algunos de ellos con militancia relevante en el PP, no es de extrañar que el jueves pasado se acercaran al Pleno a gritarle al alcalde, José Antonio Serrano, sinvergüenza y otras lindezas (algunos de los epítetos fueron proferidos desde la bancada protestante, cuando se hablaba de Javalí Viejo, algo que parece que también les afecta).

No contentos con agitar las masas, ponen fotos en sus grupos (en los grupos denominados ‘núcleo duro’) de redes sociales de concejales que apoyan el proyecto y del colegio a los que llevan a sus hijos, como queriendo intimidar al personal. Está bien que los ciudadanos se manifiesten, que hagan oír sus reivindicaciones, pero el matonismo de barrio nunca ha sido una buena estrategia y si se cruza la línea puede acabar mal.

Los populares con responsabilidades en el Ayuntamiento deberían controlar mejor a sus huestes, no vaya a ser que se les vaya el asunto de las manos. También deberían repensar su actitud en algunos asuntos los de Vox, que asimismo dieron su espectáculo en el Pleno pasado con carteles vitoreando a un militar absuelto de la denuncia interpuesta por la concejala de Igualdad, Teresa Franco.

La bancada de Vox y el partido en el ámbito local tienen una especial inquina hacia esta concejala, a la que han pedido en varias ocasiones la dimisión y de la que incluso se mofan por las responsabilidades de gobierno que ostenta. Para ellos, la concejalía de Igualdad sobra. Y la política y actos que hace, también.

El escarnio ha llegada hasta tal punto que a raíz de un viaje que la edil hizo a Ámsterdam con jóvenes con uno de los programas de su departamento, la cuenta de Vox de la ciudad de Murcia publicó una imagen falsa en la que se podía ver a Teresa Franco con la ministra de Igualdad, Irene Montero, cuando fue a Nueva York. Un viaje ministerial y oficial que generó mucha polémica.

En la imagen se ve al grupo que acompañó a la ministra, y en él, a la concejala Franco, quien cuando vio la foto no se quedó callada. «Puro odio. Hay que estar amargados y obsesionados conmigo para gastar tiempo en hacer montajes así. Anda que quien lleve la cuenta, menudo machirulo. Lo bueno es que esto lo ve la gente decente y os cala. No dejáis duda. Qué pobreza de espíritu. Me tengo que reír al final», fue la respuesta de la edil.

Hay grupos y personas que se les da de vicio crispar y polemizar sin sentido. Por nadie pase.

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