La Opinión de Murcia

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Enrique Nieto

Pintando al fresco

Enrique Nieto

Los del carbono

El otro día leía yo en un libro bastante bueno que quizás en algún planeta de otra galaxia se haya desarrollado vida a partir de otra base estructural que no sea el carbono, como ha ocurrido en La Tierra. La Ciencia ha demostrado que todos los organismos vivos de esta bola de agua piedra y fuego estamos hechos a base de carbono, combinado con otros átomos, como el hidrógeno y el oxígeno, y, según se ha ido evolucionando, hemos salido personas o ratas de alcantarilla, conejos de monte o lagartijas del desierto, etc. etc.

Nosotros, los del carbono, hemos basado nuestro desarrollo desde la más tierna infancia de nuestras células, en la violencia, en comernos los de una especie a los de otra, y a menudo a los de la misma. Quizás si hubiéramos partido del silicio hubiéramos salido más metálicos, algo cristalinos, no sé, pero, así como somos, es que no estamos comiendo los unos a los otros desde que éramos microscópicos. Cualquier libro que leas sobre nuestra historia como habitantes vivos de La Tierra, sea la época que sea, verás que, cuando solo había seres vivos en el agua de los océanos ya los había que medraban a base de devorar a sus vecinos. Más tarde, cuando se colonizó la parte seca del planeta, siguió ocurriendo lo mismo. La violencia más tremenda reinaba por doquier, los dinosaurios carnívoros se comían a los herbívoros, los pájaros a las lombrices, los ratones a las cucarachas y así sucesivamente hasta nuestros días en las que los seres humanos hemos sistematizado la masacre en granjas y mataderos, aunque todavía hay quien disfruta con una escopeta en la mano matando elefantes, pájaros o liebres que raramente se comen luego, o sea que matan por diversión, fíjate tú. Y nos seguimos matando los unos a los otros en guerras y asesinatos, como si nada.

En otro libro que estoy leyendo se habla de los primeros meses de nuestra guerra civil con bastantes datos muy documentados sobre lo que ocurrió en ambas zonas, la republicana y la que ocupaba el ejército comandado por Franco. Se cuentan historias que ponen los pelos de punta, oiga. Se fusilaba a montón, se detenía a gente y se le daba ‘el paseo’, se sacaban presos de la cárcel diciendo que los iban a trasladar y a mitad del camino se les bajaba de los camiones y se les disparaba en las mismas cunetas dejando allí los cuerpos abandonados. En las checas de las ciudades, se torturaba a personas para después matarlas, sin más. Se denunciaba a un vecino, a un pariente, a cualquiera, aunque no hubiera hecho nada malo, por intereses personales, a veces hasta para conseguir beneficios económicos, quedarse con unas tierras, etc. De las barbaridades que acabo de enumerar, aplíquenle las que quieran a cada bando porque hubo de todo ello en ambos.

Y, esta semana, un chico de 18 años ha matado a más de veinte niños a tiros en una escuela de Texas. En Ucrania los rusos siguen su invasión matando gente que hace nada eran sus vecinos más cercanos, muchos de ellos hablando ruso, con costumbres rusas que compartían. Aquí en España, un hombre que estaba con su esposa en la recogida de ajos, en Andalucía la ha asesinado a cuchilladas. En Murcia están juzgando a un hombre por matar a una anciana de la, parece ser, abusó. En Cartagena, una pareja ataca a una mujer con un cuchillo y la hiere en un brazo. También aquí, esta semana un jurado ha declarado culpable de matar a su hija recién nacida a una chica muy joven.

A estas alturas, quizás ustedes estén preguntándose: «Pero, ¿qué lee este hombre», y comentando: «¡Qué cosas tan desagradables escribe!» Pero es que, sin llegar a matar, los del carbono también somos capaces de cosas horribles como la epidemia de violaciones en grupo que se está dando, los abusos a menores, el desprecio a los diferentes, la ofensa a los más débiles (el asunto del modo de dirigirse a la parlamentaria con discapacidad del vicepresidente de Castilla- León, vaya tipejo). Y ya sé, ya sé que hay mucha gente buena, y que la ha habido, y que la habrá. Pero, a lo mejor, si no hubiéramos partido del carbono…

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