La Opinión de Murcia

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Alberto Garre

Tribuna libre

Alberto Garre

Mal de ojo

A Albert lo desnudó públicamente Inés en la Plaza de Belluga

Los españoles, incluidos los murcianos, conforme al CIS y al Cemop, padecemos nuevamente una crisis económica, una pandemia que no termina, una guerra cruel en Ucrania y, además,otra crisis, la de valores y principios en nuestra clase política que ambos centros demoscópicos sitúan como el principal problema de los ciudadanos.

La mayoría de los lideres nacionales de sus respectivos partidos políticos, como si les hubiesen hecho mal de ojo, acabaron de forma calamitosa entre el 20 de noviembre de 2011 y el 1 de abril de 2022. Estos son los hechos:

Rajoy, que entre 2011 y 2018 había logrado equilibrar la economía española tras desalojar del Gobierno al nefasto Zapatero, pagó su indolencia ante la corrupción de su partido siendo desalojado de Moncloa por medio de una moción de censura que propició el aborto de Gobierno de Pedro Sánchez y Cía., como si de una maldición se tratase.

En 2015, dos partidos emergentes, Podemos, liderado por Pablo Iglesias, y Ciudadanos por Albert Rivera, irrumpieron en el Congreso de los Diputados con 69 y 40 diputados respectivamente, provocando la crisis del bipartidismo imperante en España desde 1982.

Iglesias pasó de su frase para desprestigiar al sistema, «no es un circo pero hay payasos», en referencia a la monarquia, y de sus alusiones a los políticos como ‘casta’, a demostrar a los españoles que también él se había convertido en la casta de la que antes abominaba y que, aunque seguía denostando a la monarquia, le gustaba vivir como un rey.

Con Casado liderando el PP, Podemos perdió 34 diputados y Ciudadanos se quedó en 10 en las elecciones de noviembre de 2019.

Tras apartarse del Gobierno nacional, Iglesias fue candidato a las elecciones autonómicas madrileñas, siendo vencido en las urnas incluso por Más Madrid, partido liderado por su antiguo compañero Errejón, dimitiendo el 5 de junio de 2021.

El vicepresidente Iglesias me recordaba a Royo Villanova, quien tras ser nombrado ministro de Marina por Lerroux, dijo: «Lo que son las cosas: ¡ a mí que para lavarme la cara me pongo salvavidas, me hacen ministro de la Marina!».

También Albert Rivera y Ciudadanos nacieron con fuerza en 2006, imprimiendo a su política un difícil equilibrio al situarse a la izquierda del PP en asuntos sociales y a la derecha del PSOE en materia económica, ofreciendo, además, una alternativa no nacionalista a la política catalana.

En su afán de transparencia posó desvestido en carteles electorales. Nadie advirtió a Rivera que Elizabeth Taylor, icono como actriz, nunca posó desnuda.

Entre diciembre de 2015 y noviembre de 2019 España celebró cuatro elecciones generales. Rivera preservó su equilibrio, transigió acuerdos con el PSOE, voto contra la moción de censura a Rajoy en 2018 y, tras situarse a 9 escaños del PP en las elecciones de abril de 2019, vetó la investidura de Sánchez. Olía la Moncloa.

Pero en las autonómicas de ese mismo año el PP obtuvo dos millones de votos más que Ciudadanos, pactó con los populares los Gobiernos de Castilla y León y Murcia, pese a que Arrimadas había proclamado en Murcia que veinte años de PP eran demasiados. A Albert lo desnudó políticamente Inés en la Plaza de Belluga.

El 10 de noviembre de 2019 Ciudadanos obtuvo 10 escaños, el malabarista político que había soñado con la presidencia del Gobierno cayó del fino alambre ideológico sobre el que se balanceaba y dimitió al siguiente día.

Cierto que Casado llegó a presidir el PP, por primera vez en la historia de este partido, con el voto de los militantes, tan cierto como que no fue el más votado, logró su victoria frente a Soraya Sáenz de Santamaría tras un pacto de perdedores con Cospedal. Era julio de 2018.

Casado no cayó por sus másters o títulos académicos dudosos, tampoco por el bloqueo a la renovación de los órganos judiciales, ni por el boicot a la llegada de los fondos europeos, si no por denunciar sin pruebas a la presidenta del Gobierno regional madrileño, Isabel Díaz Ayuso, abriéndole un expediente disciplinario que archivó al siguiente día.

Su argumento, el compromiso político contra la corrupción que aún esgrime, no diluyó su objetivo de arrinconar a quien había conseguido sepultar a Iglesias y ganar a Sánchez en Madrid, convirtiéndose en la líder española más valorada. Casado fue relevado por Feijóo como presidente del PP en el Congreso celebrado en Sevilla los días 1 y 2 de Abril. ¡Ojo! Pedro, Santiago, ¿será cosa de meigas?

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