Lo nunca visto. Secuoya, la productora audiovisual al servicio del PP murciano, va a rodar un biopic o cosa parecida sobre Pedro Sánchez, en formato de serie televisiva. Se supone que es a favor, ya que se trata de seguir hasta el baño, día a día durante una temporada, al protagonista, sin perder comba y con su permiso, para mostrar su intensa dedicación a la felicidad de todos los españoles.
Tantos años intentando hacer creer a través de La 7 que López Miras es un líder nato, al dictado de la consejera de Propaganda de su Gobierno, Mar Moreno, y ahora, y a la vez, van a hacer de Pedro Sánchez un estadista mundial, el mismo que según el presidente murciano encarna el mal para la Región de Murcia, sin concesión ni siquiera involuntaria al bien. El lema «la culpa de lo que yo no soy capaz de hacer la tiene Sánchez» es su estandarte, bien aventado por La 7 a casi cualquier hora. Y ahora resulta que la empresa de La 7 va a hacer de Sánchez un santo. Esto, en el género cinematográfico porno tiene muchas ingeniosas denominaciones.
¿Qué pensará Moreno de esta diversificación tan desleal? ¿Y cómo se le habrá quedado el cuerpo al tito Vicente Martínez Pujalte, de quien un consejero del Gobierno me asegura que, por ahorrar, tiene su despacho profesional sobre cafelitos en la misma sede madrileña de Secuoya? Aunque quién sabe si tal vez él mismo es quien ha ofrecido a la productora el negocio de la serie sobre Sánchez, una vez que el lobby podría haber entrado en decadencia con la caída de Teodoro.
Son tiempos de relativismo político, no cabe duda. San Josemaría Escrivá habrá puesto el grito en el cielo, en el que está, al comprobar que con las mismas artes de manipulación de la realidad y desde el mismo laboratorio se beneficia a la par a López Miras y a Sánchez, el ángel y el diablo. Se dirá para sí el primero: ¿para esto hemos montado un concurso público con casi apariencia de neutralidad? ¿Para esto el consejero tutelar del concurso de adjudicación de la televisión autonómica, Javier Celdrán, ha tenido que recurrir a una puerta giratoria hacia la empresa consultora cuyo informe en favor de Secuoya fue validado pocos meses antes de que el ex de Hacienda pasara a convertirse en ejecutivo de dicha consultora?
Ya no se agradecen los favores. El único consuelo que queda es que si la productora de La 7 aplica a Sánchez el mismo modelo de ensalzamiento que practica con López Miras, aquél no va a resultar especialmente beneficiado, pues aunque a la mona la vistan de seda... Quiero decir que hasta para promover buena imagen de un político hay que hacerlo con una cierta sofisticación manipuladora.
Tiene gracia, además, que el concurso que ha ganado la productora que va a seguir desarrollando las emisiones de La 7 haya sido recurrido ante los tribunales por el PSOE, el partido que lidera Sánchez, protagonista de la nueva serie de esa misma productora. Propongo un título: «La culpa la tiene López Miras». Y así se cierra el círculo.
En fin, que nadie se desengañe. Los más extremados propagandistas solo tienen un cliente: el Poder.
