Cada día entiendo menos al género humano y aún menos a los políticos. Comprendo que el hecho de que alguien esté imputado no significa que sea culpable, hasta que se demuestre lo contrario. Pero cuando día tras día nos despertamos desde hace ya más de dos años con continuas sospechas e investigaciones sobre nuestros políticos es que algo falla. Dicen que la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo. Pues eso, que no quiero ni pensar que ocurrirá en las próximas elecciones, ya no tanto por el coste político que pueda suponer a uno u otro partido, que debería; sino porque los niveles de abstención en las próximas elecciones se van a disparar aún más. Si no entiendo la poca dignidad de la clase política que se aferra al sillón aún estando en el punto de mira, a sabiendas del daño que pueden causar a sus partidos, menos entiendo al ciudadano de a pie que incluso hace chistes y emplea su imaginación en diseñar vídeos que cuelgan en Internet, en lugar de decir: Basta. Está claro que hay gente honrada que cumple y no merece ser incluida en el mismo saco, pero basta ya.