ENTREVISTA

Cuca Gamarra: “El Gobierno está en descomposición. En mayo se verá que el PP recupera alcaldías y autonomías”

La número dos del PP aborda la larga campaña que empieza, los futuros pactos, polémicas recientes como la gestación subrogada y las críticas del Gobierno a Feijóo

Cuca Gamarra, durante la entrevista.

Cuca Gamarra, durante la entrevista. / ALBA VIGARAY

Paloma Esteban

En el arranque del camino hacia las elecciones generales, con una parada decisiva en el mes de mayo, Cuca Gamarra (Logroño, 1974) da por hecho que el cambio de ciclo ya se ha producido. La secretaria general del PP augura que su partido volverá a gobernar en ciudades importantes y comunidades en las que hoy están en la oposición. Mirando a Vox insiste en que el objetivo no es "gobernar con otros", y reconoce que deberán recuperar alianzas con otros grupos en el Congreso que hoy apoyan a Pedro Sánchez.

Pasada la Semana Santa, empieza la carrera electoral. ¿Esperan una campaña agresiva?

Viendo como desde hace meses la obsesión del Gobierno es hacer oposición a la oposición y la sala de prensa de Moncloa se ha convertido en eso, en hacer oposición a Feijóo, esperamos una campaña dura contra el PP.  

El líder de su partido defendía el tono sosegado. Hace unos días acusó al Gobierno de actuar como un “régimen totalitario”. ¿Le ha cambiado el ecosistema de la política nacional?

El Gobierno desde el minuto uno ha impulsado una operación contra Feijóo porque es la alternativa que cada día está más fuerte y próxima. Eso les pone nerviosos y hace que todo valga. La realidad es que los regímenes totalitarios actúan haciendo oposición a la oposición, cuestionando incluso a los partidos que realmente la ejercen. Y en ese sentido, Sánchez tiene todos esos sesgos como el de poner todos los resortes de poder a su servicio y no al del Estado. Si ha sido capaz de convertir al PSOE al sanchismo, es lógico que considere que la oposición sobra. 

¿Qué le parece la crítica recurrente hacia Feijóo por su escasa proyección internacional?

Me parecen ataques infantiles. La proyección internacional que tiene Sánchez la tiene por ser presidente del Gobierno, como la tuvieron otros antes y la tendrá el siguiente. Va a parecer que ha descubierto él las relaciones internacionales. La presidencia europea toca por turno, no por otra cosa. No ha sido un concurso de mérito y capacidad. Yo les animaría a dejar de atacar al líder de la oposición y ese tiempo dedicarlo a gobernar. 

¿Cómo está de rota la interlocución con el Ejecutivo? Usted es quizá la excepción con el ministro Bolaños.

Hay una anomalía democrática que además es la esencia del sanchismo. Sánchez promueve una manera de gobernar contraria a la sociedad española, que es la ruptura, los bloques y la división. Y la practica rompiendo todos los puentes con el líder de la oposición. En democracia es muy sana la comunicación en asuntos de Estado como la política de Defensa y Exterior, los acuerdos dentro del Pacto de Toledo, la lucha contra la violencia de género o la lucha contra el terrorismo yihadista. No tenerla implica tics propios de las personas que creen que hay que gobernar contra y no con.

No menciona el Consejo General del Poder Judicial, que también requiere entendimiento.

Sí. Y la necesaria reforma para que el Poder Judicial tenga más independencia. Que sean los jueces quienes eligen al órgano de gobierno de los jueces. Pero hablar de Sánchez es incompatible con el respeto a la separación de poderes. Su legislatura se caracteriza por ser el presidente con menos apoyo parlamentario. Solo tiene 120 diputados y ha conseguido silenciar al Parlamento con el abuso del real decreto ley y otras fórmulas, siempre con la colaboración necesaria de la mayoría Frankenstein. Y también ha intentado controlar al Poder Judicial. Ahí está el intento del año pasado que el Tribunal Constitucional frenó en seco.

"La proyección internacional te la da la presidencia del Gobierno. Y la presidencia europea toca por turno, no por otra cosa. No ha sido un concurso de mérito y capacidad"

Suman la derogación de la reforma de las pensiones a otras muchas ya anunciadas si llegan a gobernar.

Igual que hemos apoyado la actualización de las pensiones con el IPC por la pérdida de poder adquisitivo que se está produciendo, lo que planteamos es que esta reforma es un parche. Una patada hacia adelante que el propio Gobierno reconoce que tendrá que revisarse dentro de dos años. Lo que decimos es por qué no hacer la revisión ya e ir en el camino correcto. Esta reforma no garantiza la sostenibilidad de las pensiones futuras y encima penaliza el empleo. El PP nunca ha congelado las pensiones, esto hay que decirlo.

¿Y no les preocupa el aval de Bruselas? Aunque no sea formal todavía, parece bastante claro.

El propio Escrivá ha confesado que todavía Bruselas no se ha pronunciado. Y cuando se pronuncie no lo hará sobre si es sostenible a largo plazo, sino sobre si se cumplen los ingresos para este periodo. Están mintiendo a los pensionistas. Su planteamiento aboca a que haya un recorte de las pensiones en 2025. Y creemos que eso se puede evitar con otras políticas, por ejemplo, sin subir las cotizaciones. Se tiene que impulsar la creación del empleo, la natalidad y, por tanto, futuros cotizantes, o un marco que genere inversiones en nuestro país. Eso planteamos.

Tras el caso de Ana Obregón y el debate generado, ¿vería positivo incluir la regulación de la gestación subrogada en el programa electoral?

En este debate se necesitan reflexiones serenas, profundas, responsables y serias. Y nosotros ofrecemos esa calma a la sociedad española. Hay que abordar los asuntos complejos con tiempo. No se trata de hacer un planteamiento de regulación en un programa electoral. Creo que es mucho más importante abrir un debate, analizar pros y contras, y ver si se tiene que producir algún cambio en España. Como partido con mucha amplitud y que tiene posiciones distintas lo que decimos es que si se tiene que abrir ese debate, hagámoslo con seriedad pero no a golpe de tuit y titulares. Hablamos de menores y eso exige más responsabilidad. 

¿Para el PP basta con ganar las elecciones del 28 de mayo o solo verán un éxito si arrebatan al PSOE plazas importantes?

Nuestro objetivo es ganar las elecciones. Que el PP sea el partido más votado esa noche porque es en el que más confían los españoles. Eso significará un cambio de ciclo político. Y que todo eso se pueda materializar en mayorías suficientes para gobernar en ciudades y comunidades autónomas. Aspiramos a gobernar en muchas más de las que gobernamos ahora.

La secretaria general del PP en su despacho de la calle Génova.

La secretaria general del PP en su despacho de la calle Génova. / ALBA VIGARAY

¿Si el PSOE retiene sus gobiernos, incluso aunque el PP gane en votos, cundirá la sensación de que el cambio de ciclo se desinfla? 

Si analizamos los últimos meses ya se está anticipando un cambio de ciclo. Las encuestas de hace un año decían que el PSOE era el partido más votado. Hoy lo que nadie pone en duda es que si hay elecciones generales el PP será el más votado. Se está produciendo un cambio de mayorías y se está configurando una mayoría social para impulsar que Feijóo sea el próximo presidente de España. Estamos ante un Gobierno que ha entrado en un alto grado de descomposición. Y el 28 de mayo eso se va a visualizar con grandes ciudades donde el PP recuperará alcaldías y en comunidades donde hoy estamos en la oposición y conformaremos gobiernos.

Gestación subrogada: "Hay que abordar los asuntos complejos con tiempo. No se trata de hacer un planteamiento de regulación en un programa electoral"

Pero el Gobierno parece resistir a pesar de la “descomposición” de la que habla. El PSOE no sufre un descalabro en las encuestas.

Bueno, resiste… Estando hablando de que Sánchez estaría por debajo del centenar de diputados. Eso no es un buen resultado teniendo en cuenta que es el presidente del Gobierno.

¿Y cómo va a afectar la candidatura de Yolanda Díaz con Sumar? ¿Les preocupa su perfil político, más transversal de lo que representa Podemos?

Yo no creo que vaya a tener una afectación para el PP. Esto es más de lo mismo. Lo que está buscando Sánchez, que para mí no hay duda que está detrás de este movimiento, es reeditar el Gobierno Frankenstein. Su objetivo es tener otra legislatura igual de la mano de populistas, comunistas, independentistas y Bildu. España no aguanta más todo esto. Podrá intentar cambiar qué papel juegan cada uno de ellos, pero el objetivo es este para resistir. Los españoles le tienen muy calado. 

Después del 28-M, ¿van a normalizar los pactos con Vox? Solo tienen ese posible socio a diferencia del PSOE. 

Que quien gobierna con Bildu quiera dar lecciones al resto de las fuerzas políticas sobre cómo debe ser la política de pactos, cuanto menos es francamente irónico. Por otro lado, nosotros no aspiramos a gobernar con otros. Queremos superar la política de bloques que Sánchez promueve. Es lo que está en la esencia de todo su discurso. Superar el sanchismo es, precisamente, volver a una política distinta. Feijóo lo que dice es que es posible recuperar la buena política, la que se sustenta en políticas de Estado y busca acuerdos. Y que se puede conseguir aglutinando una mayoría social muy amplia que nos permita gobernar en solitario. No vamos a renunciar a eso.

La aspiración es legítima. Pero, donde eso no sea posible: ¿Se plantean renunciar a gobernar si tienen que meter a Vox en un gobierno?

Bueno, dependerá. Cuando llegue ese momento habrá que analizarlo. Lo que les decimos a los españoles es que la mejor manera de gobernar y superar la política de bloques es ser capaces de conformar gobiernos en solitario y con estabilidad. Y eso solo puede hacerlo el PP y Feijóo es el único político que también lo garantiza. Lo hemos visto. Él ha ganado en Galicia como no ha ganado nunca Sánchez y con sus mayorías absolutas ha demostrado que gobierna por encima de su propia ideología. 

Ya que insisten en no depender de Vox después de las generales, ¿dan prioridad a recuperar alianzas con otros grupos como el PNV?

Le damos la prioridad que en realidad debe tener el normal funcionamiento de las instituciones. Lo que significa el sanchismo al frente del Gobierno de España y del PSOE es que se haya generado un cordón sanitario entre unos grupos parlamentarios y otros, donde solo quepan los acuerdos dentro del marco de la mayoría de investidura y deba rechazarse cualquier acuerdo con el PP. Y eso es lo que debemos superar. Tenemos que buscar acuerdos lo más amplios posibles con otras fuerzas.

"El sanchismo ha generado un cordón sanitario entre unos grupos parlamentarios y otros, donde solo caben acuerdos en la mayoría de investidura y se rechaza cualquier acuerdo con el PP"

¿Pero ve reversible ese acercamiento tan sólido a Sánchez de algunos grupos?

El Gobierno Frankenstein implica que algunos están dentro y otros fuera como socios asiduos. Y en ese sentido, hay partidos como los independentistas o Bildu, que quieren reeditarlo. Nunca pensaron que les iría tan bien y eso se lo ha dado Sánchez. Conseguir una estabilidad parlamentaria a cambio de acercar presos cada semana es inmoral desde el punto de vista político. Cuando se cierre la etapa de Sánchez creo que nunca un presidente se atreverá a cruzar algunas líneas. Otro ejemplo: cambiar el Código Penal para que los responsables políticos de partidos que te apoyan queden impunes. Eso también es impresentable. 

Y luego, hay otros partidos que en un momento determinado han podido apoyar a Sánchez en votaciones y que, sin embargo, no tienen esos intereses contrarios a España y que en un futuro podrían apoyar leyes que se impulsen desde un Gobierno del PP.

Gamarra augura que el cambio de ciclo político ya ha empezado en España.

Gamarra augura que el cambio de ciclo político ya ha empezado en España. / ALBA VIGARAY

Es difícil llegar a la Moncloa sin un apoyo importante en Cataluña. ¿Cuál es el plan del PP?

El PP lo que le dice a los catalanes constitucionalistas es que no están solos. Que el PP está dispuesto a recuperar el marco de orden constitucional que defiende la convivencia y eso es incluir en el Código Penal aquellos delitos que han dejado de serlo. Y es importante reconstruir económicamente a Cataluña. Hay otra clave importante que es el respeto a nuestra cultura, nuestras lenguas y los derechos lingüísticos de todos los catalanes. 

¿Hay consenso dentro del PP sobre el discurso lingüístico de Feijóo?

Sí. Creo que hay consenso y algo más importante. Feijóo ha gobernado en una comunidad con lengua propia y ha conseguido que sea un elemento de riqueza, no un instrumento de enfrentamiento. Eso es un aval. 

Acaban de cumplir un año con Feijóo al frente. La foto en Valencia de Aznar y Rajoy fue un punto de inflexión. No hubo una sola mención a Casado. ¿Intentan borrar su etapa?

No. Pero hablamos de dos presidentes del Gobierno de España y el actual candidato del PP a serlo. Allí estaba representado ese capital político.

Bueno, pero ni le mencionaron. ¿Más adelante se producirá esa rehabilitación o no?

La historia está ahí. Quienes han sido nuestros presidentes están claros, los hemos elegido, los españoles los conocen y las trayectorias de todos también. Ahora estamos centrados en el momento electoral. Creo que es importante no perder la perspectiva dentro de los partidos. Y la vida interna es eso, no debería ser protagonista ni noticia. Debemos volcarnos en la actividad política hacia fuera, no hacia dentro. Nuestro partido no es de sus dirigentes, sino que es un partido al servicio de España.