El PP ha escenificado hoy en Barcelona su reconciliación, ha proclamado su unidad, ha dado por cerradas sus turbulencias internas y ha querido dejar claro que es un partido con proyecto y con un líder.

Y lo ha hecho en la primera jornada de la Convención Nacional de este partido que hasta el domingo reúne en el Palacio de Congresos de la Ciudad Condal a 3.000 dirigentes y militantes y en la que, pese a su ausencia, ha estado también presente el ex líder del PP José María Aznar.

Sin nombrarle, la secretaria general de la formación, María Dolores de Cospedal, encargada de abrir el evento, ha aludido a unas recientes declaraciones de Aznar y ha asegurado que el PP es un gran partido, con un proyecto y un líder.

Antes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha querido dejar claro, ante una gran expectación mediática, que acudía a la cita con ánimo conciliador y, de hecho, ha afirmado que, "desde siempre", comparte con De Cospedal su apreciación de que las turbulencias ya han pasado.

Ausencia de Camps

El gran ausente de la primera jornada ha sido el presidente de la Comunitat Valenciana, Francisco Camps, al que se espera mañana en el almuerzo que el presidente del partido, Mariano Rajoy, ofrecerá a los "barones" autonómicos.

Precisamente, Rajoy ha eludido comentar las declaraciones de ayer de Camps, que acusaban al PSOE de querer verle muerto, y se ha limitado a subrayar que en la Convención se va a hablar del futuro de España.

"Lo que vamos a hacer en Barcelona es abrir el PP a todos aquellos que quieran propuestas para hoy pero, sobre todo, para el futuro, porque quienes pretenden gobernar España no pueden estar instalados en el día a día", ha señalado Rajoy en un mensaje en "facebook".

Tampoco Aguirre ha querido entrar en polémicas y, tras valorar el trabajo de la organización, ha resaltado que el objetivo de la Convención era "demostrar que el PP es la alternativa" al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Poco después de estas manifestaciones, De Cospedal ha recalcado que el periodo de turbulencias en el PP ha pasado, que "todo lo que se tenía que superar se ha superado hace mucho tiempo" y que la totalidad de los dirigentes del partido tiene el interés común de consolidar una alternativa fiable, valiente y responsable.

Algo que, a su juicio, se va a conseguir porque hasta en tres ocasiones ha reiterado que el PP es un gran partido, que tiene un gran proyecto y que cuenta con un gran presidente. "Lo tenemos todo", ha subrayado.

"Un partido, y no varios"

Palabras que llevaban a recordar las manifestaciones del pasado 29 de octubre que, también en Barcelona, pronunció Aznar, señalando en una conferencia que para lograr la cohesión en una fuerza política se necesita "un partido, y no varios, un proyecto, y no varios, y si es posible un líder, no varios".

Según la "número dos" del PP, su partido comparte el "hartazgo" de muchas personas con algunas de las cosas que pasan en la vida política y con "tanta palabra hueca y despropósito".

Por ello, ha considerado que el PP tiene la responsabilidad de "devolver la dignidad a la vida política del país" y debe "demostrar a los ciudadanos" que es el partido que sabe dar ejemplo cuando ocurre cierto tipo de cosas".

No ha querido pasar por alto el territorio donde se celebra la Convención, Cataluña, una comunidad a la que el PP considera una prioridad.

El PP, ha aseverado, va a ser decisivo en el futuro Gobierno de la Generalitat, toda vez que en Cataluña "se necesita salir del apalancamiento del tripartito y recuperar la energía de la sociedad más dinámica de toda España".

Así, la dirección nacional del partido piensa volcarse en la candidatura de Alicia Sánchez-Camacho a la Generalitat y, de hecho, ha cedido un expositor al PPC para promocionarla.