San Valentín

Amor y sexualidad en la tercera edad

Mantener una vida sexual activa en la vejez aporta numerosos beneficios físicos y mentales

Personas mayores

Personas mayores / Israel Sánchez

Candela Moreno

Javier y María encontraron el amor en una red social. Javier, de 20 años, conoció a Paloma por Instagram. Ella subió una 'story' de un trabajo de clase que le habían mandado en la universidad. Él respondió con un emoticono de fuego y, así, empezó su historia de amor en pleno siglo XXI. En cambio, María, de 72 años, encontró a su pareja actual, Antonio, por Facebook. Ella, que había dedicado toda su vida a la cocina, subió una publicación de un plato típico de Hellín: los panecicos dulces. Antonio, que es de Cáceres, le respondió que iba a probar su receta y, tras ese mensaje, comenzaron a chatear por Messenger, hasta el día de hoy.

El amor y la sexualidad en la tercera edad todavía suele ser un tema tabú o, al menos, invisibilizado en la sociedad actual. Una de las razones que explican esta reticencia puede ser la falta de información que existe sobre la sexualidad en personas mayores o los mitos que se comparten, habitualmente, en redes sociales. Es cierto que, en torno a los 65 años, la sexualidad evoluciona, pero cada persona experimenta ese cambio de un modo único y diferente y, en ningún caso, estas alteraciones suponen que la actividad sexual en las personas mayores desaparezca. Tal y como justifica Andrea Valenciano, graduada en Psicología por la Universidad de Murcia, es difícil que el placer físico desaparezca. El sexo suele ser una experiencia deseable para cualquier persona, sin importar la edad. El problema real radica en los prejuicios que puede tener la sociedad sobre este tema.

Para María Donate, hellinera de 72 años, por ejemplo, la sexualidad no es un tema tabú y, de hecho, es una parte importante en su vida porque le ayuda a encontrarse mejor, más feliz y mucho más a gusto consigo misma; incluso su médica le ha indicado que, también en la vejez, es necesario mantener relaciones sexuales, ya que, aunque puede disminuir el interés sexual, ayuda a mantenerse en forma física y, sobre todo, psíquica. Así lo subraya también Valenciano, quien afirma que la vida sexual para las personas mayores no solo reviste numerosos beneficios para la salud, sino que muchas personas mayores encuentran mayor satisfacción sexual siendo veteranos, que cuando eran más jóvenes.

Javier y Paloma, ambos de 20 años, todavía siguen descubriendo y experimentando su sexualidad en pareja, pero siempre bajo la precaución de evitar enfermedades y embarazos no deseados. Por ese motivo, Paloma recurre a las pastillas anticonceptivas que le ha recetado su médico, pero, como le ocurre a muchas chicas de su edad, uno de los efectos secundarios es tener una libido baja. En cambio, María y Antonio, con algo más de 70 años cada uno, ni siquiera contemplan el riesgo del embarazo. El sexo, en la tercera edad, no solo implica tener menos distracciones, más tiempo para disfrutar y más privacidad que en edades más tempranas, sino que también ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y disminuye el riesgo de problemas de hipertensión. Por eso, para María, el mayor beneficio que le reporta la sexualidad es poder sentirse más joven y más cómoda con ella misma y con su entorno. Algo que, en el caso de algunos jóvenes, es algo más complicado. Javier y Paloma, por ejemplo, tienen que compatibilizar su relación amorosa con la universidad, con la vuelta al pueblo los fines de semana y el trabajo extra. No siempre disponen del tiempo suficiente para poder intimar con su pareja.

Las personas mayores aprenden a disfrutar de sus relaciones más ampliamente y comparten gestos más íntimos y significativos como las caricias

Andrea Valenciano

"Las dolencias y las penas se van"

No obstante, Valenciano también incide en que existen algunos riesgos asociados a mantener relaciones sexuales en edades avanzadas como, por ejemplo la artritis, que es un problema muy común que dificulta mantener relaciones. Además, los hombres de 70 años o más deberían tener especial cuidado con el uso de la viagra, puesto que puede desencadenar ataques cardíacos. Con todo, estas desventajas no deberían limitar las relaciones sexuales en la tercera edad. De hecho, el mantra de María, a sus 72 años, es que cuando estás manteniendo relaciones sexuales no estás pensando en esas dolencias. Las dolencias y las penas se van. Luego vuelven al día siguiente, pero en el momento no y eso es una gran ventaja.

Con todo, Mª Ángeles Abad Mateo, profesora titular de Psicología médica, subraya que las personas mayores aprenden a disfrutar de sus relaciones más ampliamente y comparten gestos más íntimos y significativos como las caricias, establecer una buena comunicación con la pareja o expresar sentimiento de intimidad, entre otros. Así se explica que, aunque haya cambios en el deseo sexual en hombres y mujeres de avanzada edad, todo depende de la historia sexual o del patrón fisiológico sexual de esa persona, pues los cambios no son universales ni unidireccionales.

Para mitigar el desconocimiento que todavía existe sobre las relaciones sexuales entre personas adultas, Mónica Linares, psicóloga residente en el Centro Psicología CANVIS de Valencia, ha recopilado, en un artículo, los mitos más comunes que existen sobre el sexo en la tercera edad y verificar cada uno de estos bulos o informaciones sin fundamento con datos científicos. El objetivo de esta iniciativa, como de muchas otras que, poco a poco, están emergiendo tímidamente en la sociedad, es concienciar de que el sexo no es únicamente una actividad de jóvenes.

María, a sus 72 años, comparte sin tapujos y con total naturalidad que mantiene una o dos relaciones sexuales a la semana. A veces, incluso, alguna más, ya que todo depende del romanticismo del momento. La idea de esta hellinera no es mantener la misma vida sexual que en su juventud, sino la de intensificar su sexualidad para poder seguir disfrutando del placer del sexo. Al igual que María o Antonio, las personas de edad avanzada ya no suelen buscar algo realmente pasional, sino poder encontrar, simplemente, compañía, una persona que le dé cariño, que le inspire confianza, deseo y ganas de cuidarse mutuamente. Los jóvenes que buscan el amor, hoy en día, no suelen perseguir esos mismos valores. Paloma, con apenas 20 años, asegura que, a su edad, es difícil encontrar el amor verdadero porque hay muchas personas que, simplemente, quieren un rollito de verano. Fue así hasta que, en el momento más inesperado, encontró a Javier, con el que ya lleva casi tres años.

En definitiva, para que el tema de la sexualidad en la tercera edad deje de ser un tabú en la sociedad, quizás convendría animar a las instituciones educativas a acercar y alfabetizar a la ciudadanía en estos temas, pero desde diferentes perspectivas científicas y académicas. Hablar sobre sexualidad en todos los estadios de la vida ayudaría a normalizar una cuestión tan humana como es el amor. Ejemplo de ello son las historias de Paloma y Javier, por un lado, y, de otro, Antonio y María. Aunque son experiencias diferentes y modos distintos de vivir la sexualidad, al final, como bien sentencia María, “si mis nietos pueden estar todo el día con el móvil y el Instagram, por qué no puedo encontrar yo el amor y la compañía de alguien especial en Facebook”. 

* Artículo realizado por Candela Moreno, estudiante de Periodismo en la Universidad de Murcia, como parte de la asignatura de 'Reporterismo', impartida por Marta Pérez Escolar