Investigación

Un estudio de la UMU investiga nuevas formas de autoconsumo para abordar la pobreza energética

El proyecto de la investigadora Adelaida Parreño persigue "reducir la desigualdad económica y fomentar la independencia energética"

La investigadora de la UMU, Adelaida Parreño.

La investigadora de la UMU, Adelaida Parreño. / UMU

EFE

Un proyecto de la investigadora de la Universidad de Murcia (UMU) Adelaida Parreño involucra la creación de comunidades energéticas con una forma de autoconsumo colectivo de energía solar entre entidades públicas y ciudadanos para abordar la pobreza energética, según han informado fuentes de la institución docente en un comunicado.

La iniciativa de Parreño, investigadora del departamento de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones, evidencia que estas comunidades, además de reducir la desigualdad económica y fomentar la independencia energética, también ayuda a disminuir la huella ambiental.

El proyecto está impulsado en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid, el proyecto de la UMU 'Masterpiece' y la Universidad Politécnica de Cartagena.

Este modelo se está desarrollando a gran velocidad en España, ya que solo desde 2018 la potencia instalada se ha multiplicado por 20. Para este estudio construyeron una comunidad energética de autoconsumo en un barrio de Getafe, en Madrid.

Asimismo, demostraron cómo el planteamiento de una propuesta de iniciativa ciudadana en colaboración con entidades públicas puede ayudar a reducir la pobreza energética porque su aportación a la red eléctrica a bajo coste promueve el acceso a renovables para todo tipo de ciudadano.

"Con este trabajo nos anticipamos a lo que recientemente ha publicado la Comisión Europea, que en el ámbito energético se centra en promover la inclusión y la igualdad de acceso a suministros básicos con un enfoque en la cooperación y el intercambio de energía entre los miembros de la comunidad", ha comentado Parreño.

Eliminar las barreras financieras

La iniciativa busca mejorar la accesibilidad a la energía sostenible repartiendo el costo de instalar paneles solares entre la entidad pública y los hogares no vulnerables. Estos últimos aportan una pequeña cuota mensual durante unos años para cubrir su parte de la inversión, mientras que los hogares vulnerables quedan exentos.

Esta solución no solo elimina una barrera financiera, sino que, según revela el estudio, permite que tanto los hogares no vulnerables como los vulnerables ahorren en sus facturas de luz.