Semana Santa

Derroche de solemnidad en honor de la Virgen de los Dolores de Lorca

Centenares de azules se congregaban en San Francisco para escuchar la Salve compuesta exclusivamente para la titular de la Hermandad de Labradores

Salve a la Virgen de los Dolores, ayer por la tarde.

Salve a la Virgen de los Dolores, ayer por la tarde. / Daniel Navarro

Daniel Navarro

Daniel Navarro

La Semana Santa de Lorca comprende decenas de actos, que en algunos casos tienen lugar en fechas muy alejadas de las correspondientes a la pasión y muerte de Cristo. Dentro del extenso número de actos hay algunos que destacan por sus características, siendo uno de los más queridos por los azules la Salve en honor a la Santísima Virgen de los Dolores.

En la tarde de ayer se celebraba en la iglesia de San Francisco este emotivo acto, que congregaba a centenares de azules. «Salve, Regina, mater misericordiae / vita, dulcedo, et spes nostra, salve. / Ad te clamamus, exuls filii Evae. / Ad te suspiramus, gementes et flentes, / in hac lacrimarum valle…»; con esos versos comenzaba el acto, en el que se interpreta una pieza compuesta por el lorquino Juan Antonio Gómez Navarro a principios del siglo XX.

Salve a la Virgen de los Dolores.

Salve a la Virgen de los Dolores. / Daniel Navarro

En este sentido, cabe destacar que Gómez Navarro fue un destacado músico y compositor, nacido en Lorca en 1845. Se ordenó sacerdote y fue violinista, pianista, organista y compositor, desarrollando durante casi cuarenta años una brillante etapa como maestro de capilla de la mezquita-catedral de Córdoba (1877-1916), así como una gran labor de educación y difusión musical, componiendo más de doscientas obras, siendo La Salve su composición más célebre y conocida, dedicada a la Santísima Virgen de los Dolores, titular de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, por la que sentía particular devoción.

Resulta ciertamente curioso que la composición no fue un encargo realizado por la Hermandad de Labradores, como se deja entrever en la dedicatoria que el autor inserta en la primera página de la partitura general y por el afecto con que está realizada, como señalaba el escritor e investigador de Aguilar de la Frontera, Córdoba, José Galisteo Martínez, en el volumen 'Juan Antonio Gómez Navarro. Autor de la Salve a la Virgen de los Dolores', que firmaba junto al lorquino José Luis Molina Martínez: "probablemente llevado por la añoranza nostálgica que le supondría estar lejos de su tierra natal y el acordarse de algún que otro ruego por parte de esta señora para realizarla, es de suponer que cumpliría con la promesa hecha".

San Francisco, a rebosar durante el acto.

San Francisco, a rebosar durante el acto. / Daniel Navarro

Así las cosas, La Salve se llevaba a cabo en un templo casi en penumbra con la luz de las velas que portaban los mayordomos, situados por toda la nave central en torno al trono de la Santísima Virgen de los Dolores. Posteriormente, en el carrerón de la iglesia se llevaba a cabo una oración en honor a los cofrades fallecidos, para después partir en comitiva hacia la Plaza de España, punto de inicio de la procesión organizada por la Hermandad de la Curia en el Casco Histórico.