Un matrimonio de Lorca exhibe un espectacular belén al que han dedicado unas 500 horas de montaje desde agosto

 Rodeado de alcachofas y olivos y entre plantaciones de lechuga y brócoli, podremos ver durante estas fiestas navideñas, uno de los belenes costumbristas de mayor amplitud y número de figuras de cuantos se han realizado este año en la Región de Murcia. Ocupa una superficie total de más de 400 metros cuadrados; tiene más de 400 figuras y en su elaboración se han contabilizado alrededor de 500 horas de trabajo.

Los artífices de tan singular y única obra de arte son el matrimonio formado por Dolores Marín Moya y Roque Moya Mula. Está situado en la pedanía lorquina de La Hoya, concretamente, en el Camino de El Cuervo, enclavado entre el Camino de Caracoleros y la vía férrea por donde discurrirá el Tren de Alta Velocidad en dirección Almería, en las proximidades del paraje La Tejera.

 La pareja en cuestión comenzó con las tareas en el mes de agosto, dedicando desde entonces, más de 5 horas diarias al trabajo que han tenido que compartir con sus ocupaciones profesionales, restando incluso horas al sueño, para poder culminar tan magna labor antes de que llegue la Navidad. Su mayor recompensa, a cambio del trabajo realizado, no es otra, que vecinos, amigos y cuantos visitantes lo deseen puedan disfrutar, de forma desinteresada de este belén costumbrista que con tanto cariño y esmero han elaborado. Ambos se encuentran en activo y realizar esta tarea les ha supuesto un esfuerzo extraordinario “que hemos hecho con mucho gusto y agrado”, comenta Dolores Marín.

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 Para ello han aprovechado la parte frontal de la vivienda que habitan, como es la zona del jardín y alrededores. Las piezas o figuras están hechas a base de barro, escayola, colcho y materiales de construcción diversos. En este sentido han tenido que buscar, en todo momento, el tipo de material más adecuado que se adaptase a la recreación que pensaban llevar a cabo.

   La parte central de tan majestuoso trabajo, la ocupa lógicamente, el portal de Belén con las figuras de Jesús, José, María, los pastorcillos, la estrella, los Reyes Magos de Oriente, un río con circuito de agua permanente y animales que acompañan a la Sagrada Familia en la Noche Buena, entre ellos, los bueyes, las ovejas o las gallinas, realizado todo ello de la forma más detallista.

 En el resto del terreno, hasta completar los más de 400 metros cuadrados de superficie que ocupa el belén, han situado algunos de los rincones más emblemáticos que tiene la pedanía de La Hoya a través de recreaciones con bastante parecido con la realidad. Entre esos rincones se encuentra la primitiva ermita del pueblo, cuya construcción aún sigue en pie junto al Camino Viejo, cerca de la calle Ruipe, con sus plantas, campanario, una pareja de novios a punto de contraer matrimonio, un grupo de feligreses y hasta el actual párroco Régulo Cayuela.

Muy conseguida también ha sido el santuario enclavado al pie de la sierra de Tercia, donde cada 2 de febrero se celebra la tradicional romería con la patrona de La Hoya, la Virgen de la Salud. En esta recreación aparecen los mayordomos, las dos imágenes de la Virgen, la gran cesta de Navidad que se rifa ese día , la tortada, cuya subasta pone cada año el punto y final a la fiesta y hasta el padre Kenneth Chukwuka, el anterior párroco que tuvo la población. Otro de los lugares reflejado es el Huerto El Chico, una construcción señorial, situada junto al paraje de El Rincón, entre el canal del trasvase Tajo-Segura y la autovía A-7.

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Dolores y Roque no se han olvidado tampoco de recrear la escuela vieja situada dentro del complejo del antiguo colegio “Juan Navarro”, por donde tantos alumnos pasaron durante el tiempo que permaneció en activo. De igual forma han querido testimoniar con sus manualidades uno de los lugares más populares para quienes cada día tienen que acudir a hacer sus compras. Se trata de la famosa tienda de “La Carrasca”, ubicada junto a la Avenida Rey Juan Carlos I. En ella, además del catálogo de productos que se pueden adquirir en ella, han reproducido a su dueña, Catalina Mora que durante las fiestas del Sagrado Corazón de Jesús celebradas el pasado mes de junio, fue designada por la Asociación de Vecinos, “Hoyera” del año. La antigua estación del ferrocarril, demolida para construir la actual, también figura en la relación de recreaciones realizadas dentro del belén. En ella, además de un tren en circulación, se puede observar al jefe dando la salida al convoy.

El resto lo ocupan una recreación de la Casa de Gasnacho, situada junto a la iglesia parroquial, cerca de la rambla de La Teja, como ejemplo de una vivienda de mediados del siglo XX, un ventorrillo, la matanza casera que desapareció con la aplicación de las vigentes medidas sanitarias o los juegos de la infancia cuando no existían las redes sociales.

 Y como de la Navidad se trata, Dolores Marín y su marido Roque no se han olvidado de algo tan propio de estas fechas como son la caseta del turrón y la lotería, con una recreación de “Doña Manolita”, la clásica administración madrileña con la que muchos soñamos a la hora de que nos toque el Gordo.

 No es la primera vez que llevan a cabo esta labor. En el año 2020, antes de la pandemia ya realizaron algo similar y ahora quieren de nuevo ponerlo en valor, para demostrar, dicen que “podemos hacer algo para que los demás se sientan felices en estas fechas tan señaladas y para olvidarnos, un poco, de lo mal que van las cosas en el mundo”. Y lo han conseguido.

  El matrimonio, autor de tan espectacular trabajo, afirma que las puertas de su casa permanecerán abiertas durante estas navidades para que todas aquellas personas que tengan interés, puedan pasar por allí para disfrutar del trabajo que han realizado, un trabajo que ya disfrutan sus nietos, familia, vecinos y amigos y que también quieren compartir con otras personas.