¡Vamos, vikinga!

La Dacia UTMB Mont-Blanc está considerada la carrera de trail running más prestigiosa del mundo. Una ultramaratón que se desarrolla en el majestuoso entorno de los Alpes, con un recorrido desafiante que atraviesa Francia, Italia y Suiza a lo largo de 172 kilómetros, y que cuenta con un desnivel positivo de 10.000 metros.

Cada año, el evento congrega a la élite mundial de los corredores de montaña. Entre ellos, se encuentra la lorquina María Victoria Soler Jiménez, apodada cariñosamente como ‘la Vikinga’, que participa en la categoría de mujeres de 45-49 años y acumula un palmarés impresionante con su participación en 33 maratones y ultramaratones de montaña, entre los que destacan sus victorias, sólo el pasado año, en la Falco Trail de Cehegín, La Sagra Skyrace de Granada o las 100 millas de las Sierras del Bandolero en Cádiz.

En 2023, esta lorquina, integrante de la selección de carreras por montaña de la Región de Murcia, también ha participado en el Campeonato de España de 28 kilómetros en línea celebrado en Córdoba y en el Campeonato de España de ultra distancia de 75 kilómetros que se desarrolló en Cataluña.

María Victoria Soler, que compite con el club Centro Porsche Murcia y el dorsal 229, comenzó su carrera a las 20 horas del viernes en la salida situada en la comuna francesa de Chamonix. A las 12 del mediodía de este sábado ya había recorrido 103,6 kilómetros, con un desnivel positivo de 6.660 metros, en un tiempo impresionante de 18 horas. Se espera su llegada a meta el domingo sobre las 16:30 horas. De momento, se mantiene líder en su categoría mientras, en su ciudad natal, sus numerosos admiradores siguen su hazaña minuto a minuto a través de la aplicación habilitada por la organización de este icónico evento deportivo.

El año pasado la Vikinga ya subió al podio de la UTMB Mont-Blanc en Courmayeur (Francia) y se colgó la medalla de bronce tras finalizar en tercera posición con un recorrido de 147 km y un crono de 27 horas, 59 minutos y 25 segundos.

La atleta lorquina empezó a correr cross y pista con sólo 11 años. Se federó con el Club Eliocroca y consiguió coronarse varias veces como campeona regional. A los 16 años, cuando comenzó a trabajar, abandonó la competición hasta que, en 2016, una pequeña carrera de montaña en la que participó con su familia la acercó al mundo del trail. Desde entonces su trayectoria deportiva ha sido imparable, a pesar de que compagina los entrenamientos diarios con su trabajo a turnos en una empresa. Una vida de constancia, sacrificios y afán de superación para la que ha encontrado en la familia –es madre de una hija– y en su entorno laboral, su principal apoyo. Y es que sus jefes le adaptan los días de vacaciones para las competiciones, además de procurarle apoyo económico con la equipación, la inscripción, la logística, el transporte o el alojamiento para algunas competiciones deportivas.

Sumar carreras “finde a finde”, con el afán de “conocer nuevas cimas” y de “disfrutar de los sitios por donde vamos, entrenando, aprendiendo y pasándolo bien”, es la filosofía de esta valiente y épica lorquina.