Caballos del Vino

Los Caballos del Vino calientan motores en Caravaca

Cerca de una veintena de caballos han participado en la convivencia

Uno de los caballos, en la cuesta de entrenamiento

Uno de los caballos, en la cuesta de entrenamiento / Enrique Soler

Enrique Soler

Enrique Soler

A menos de dos meses para el día grande de las Fiestas de Mayo, los nervios en la Ciudad Santa del Noroeste murciano comienzan a estar a flor de piel. Los días se unen a la noche en los talleres, refugios y casas donde se ultiman los bordados que enjaezarán los caballos en la mañana mágica del dos de mayo, mientras tanto los caballistas que buscan conseguir la gloria y subir los últimos al balcón de la explanada, repasan los últimos entrenamientos para que su caballo vuele en la cuesta que da acceso a la Basílica. Convocados por la Peña Artesano, cerca de una veintena de caballos participaron en la jornada de convivencia, que la peña caballista organiza en la cuesta de entrenamiento. Una cuesta de idénticas medidas y proporciones a la del castillo y que sirve para que los caballistas midan sus fuerzas y conozcan las sensaciones de la carrera. Cientos de personas abarrotaron la instalación en una mañana de convivencia.