«Importantes discrepancias tanto morales, institucionales y políticas», así como «ciertas formas de proceder dudosas», son las causas esgrimidas por María Ángeles Alcolea, María Encarna Tormo y Victoria Cano el pasado viernes para renunciar a sus actas de concejalas en el Ayuntamiento de Ceutí, abandonando así a sus cuatro compañeros del Grupo Municipal Popular.
Parece que no habrá que esperar hasta el pleno del 23 de diciembre para ver salir a las ediles. Según fuentes municipales, está previsto que se convoque un pleno extraordinario de renuncia para el próximo lunes. Entonces, la Junta Electoral Central podrá hacer los llamamientos oportunos, tirando de la lista de los populares de 2019, para que juren sus cargos y el Grupo Municipal del PP vuelva a estar compuesto por siete miembros.
Juan Felipe Cano, exregidor de Ceutí, apuntaba a que la moción de censura en junio está detrás de la marcha de todas las mujeres de su grupo. La única diputada de Ciudadanos en la Corporación, Mari Ángeles Martí, corrobora la tesis, aunque matiza: «No fue la moción de censura la que provocó la crisis, sino la ruptura por parte del exalcalde del pacto de gobernabilidad que firmamos en 2019. Fue eso, además, lo que provocó la moción de censura».
La concejala naranja, que denuncia «ataques personales» del exregidor en los plenos, ha pedido su dimisión
En declaraciones a La Opinión, Martí afirma estas son las «discrepancias políticas» a las que se refieren sus excompañeras en el anterior equipo de Gobierno en el escrito remitido al Ayuntamiento el pasado viernes. «Me consta que cuando se me cesó le expresaron sus diferencias».
Cano se negó a cederle el bastón de mando a Ciudadanos, tal y como acordaron a comienzos del mandato, después de conocer algunos contratos irregulares firmados desde la concejalía de la su teniente de alcalde. La única opción que les dejó a los liberales para acceder a la Alcaldía fue sacrificar a su representante para que entrara el siguiente en la lista, a lo que se negaron.
Martí desconoce las «discrepancias morales» a las que también se aluden; sin embargo, apunta a que las «institucionales» tienen que ver con la «falta de saber estar» de Juan Felipe Cano. «No nos daba nuestro sitio y hay que saber tener mano izquierda», explica.
«Váyase, señor Cano»
Las heridas abiertas que la moción de censura hizo en el Ayuntamiento ceutiense sigue sin cerrarse. Esta semana, en el pleno municipal, la concejala Martí denunció «ataques personales» que el exalcalde profirió contra ella.
«Se pasó faltándome el respeto todo el tiempo, así que terminé pidiéndole que dimitiera», explica la propia concejala naranja.
Durante la sesión plenaria, Cano le echó en cara las supuestas ilegalidades que cometió al firmar contratos municipales con la empresa de su hermana. Martí, por su parte, le recordó que la Fiscalía archivó a comienzos de mes su caso por supuesta prevaricación y malversación.
«Váyase, señor Cano, es lo mejor que puede hacer por su pueblo, por su partido y por sí mismo», le recriminó la concejala, que asegura que es él, y no ella, el que se ha «cargado su partido por dentro».
