La titular del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Jumilla ha pedido al Ayuntamiento de la localidad que le mande cuál es el protocolo de actuación de la Policía Local en situaciones de restablecimiento de orden público y seguridad ciudadana, para ver si se siguió la noche que mataron a Kevin Morales, en el que fue el segundo crimen del año en la Región. Del mismo modo, solicita a la Benemérita lo mismo, ya que la noche de los hechos

Asimismo, la jueza quiere saber quién es la persona a la que en uno de los vídeos captados la noche del crimen se la escucha gritar "te vamos a matar, matadlo ahí, hombre, ¡si es un hijo de puta!", por si de su actuación se pudiese deducir un comportamiento delictivo, según se detalla en una providencia a la que ha tenido acceso este diario.

Estas cosas las habían pedido Francisco Adán y Javier Verdú, los abogados que llevan la defensa de Marta, la novia del finado, una chica que se encuentra también imputada por si con su actitud pudiese haber alentado, presuntamente, a la violencia. Marta era pareja de Kevin en el momento del crimen y antes lo fue de Inocente, el presunto autor material de las cuchilladas que acabaron con la vida del chico aquella madrugada de reyerta y sangre. Inocente está en prisión preventiva, al igual que sus padres, mientras que su hermano pequeño, 'El Balilla', fue a parar a un centro de internamiento de menores.

Marta grabó con su teléfono momentos de la reyerta, en plena calle. El análisis de las imágenes servirá a los investigadores para tratar de esclarecer el crimen. Ella es crítica con la actuación policial y sus abogados han aportado a la causa, analizando tanto los vídeos de la chica como las imágenes de la cámara que portaba un policía local, una capturas que la jueza ha aceptado aportar al procedimiento.

La madrugada que mataron a Kevin, los agresores "actuaron con extrema violencia, siendo imposible contener su actitud e intenciones de agredir" al joven, que acabó muriendo en el hospital. Así se lee en el atestado del caso, que subraya que "la actitud de todos los intervinientes fue desafiante, desobedeciendo de forma grave y reiterada las indicaciones y órdenes que se les daban, llegando incluso a amenazarlos de muerte".