Fútbol

El Real Madrid Castilla hace trizas al Real Murcia con una goleada sonrojante (5-1)

Manita de los madridistas a un conjunto grana que tira por tierra todas sus ilusiones de poder remontar hacia el play off

Ángela Moreno

Ángela Moreno

No había 20.000 personas viendo este sábado al Real Murcia. Tampoco jugaban los granas en Nueva Condomina. Ni hay noticias de que exista alguna maldición en el Alfredo di Stéfano. Pero el Real Murcia encajó este sábado la peor derrota de la temporada (5-1). Y no lo hizo ante el Málaga, que en la primera vuelta se impuso por 1-4. Ni tampoco frente al Castellón o al Ibiza, que le doblan en puntuación. Firmó el Real Murcia un nuevo ridículo y lo hizo frente a un Real Madrid Castilla desahuciado, un rival que no ganaba en casa desde principios de diciembre, un equipo que no sumaba de tres desde el 4 de enero, que no marcaba un gol desde el 20 de enero. Pues ese equipo que hace una semana salía goledado del campo del Algeciras solo ha necesitado este sábado tres puñetazos al inicio de la segunda parte para noquear a un Real Murcia que salió goleado de Valdebebas, un Real Murcia que se vuelve a casa con una manita que debería tener consecuencias para Pablo Alfaro. 

Porque las últimas dos jornadas, en las que se han sumado cero de seis, solo confirman que las tres victorias anteriores solo fueron un espejismo, dejando claro que ni de lejos el Real Murcia está capacitado para pelear por meterse en el play off y que arrancan la venda que algunos se habían puesto para intentar creer que Alfaro había encontrado la varita mágica de repente. Una venda que no solo compraron los aficionados, siempre dispuestos a creer, una venda que llevan puesta desde el inicio una dirigentes que se están llenando de gloria en su primer proyecto en Nueva Condomina.

¿A qué juega el Real Murcia?

Pues no hay varita mágica que valga. Porque lo del Intercity no fue un golpe de mala suerte, lo que fue un golpe de suerte fue ganar al Atlético Baleares, al San Fernando y al Alcoyano, un golpe de suerte que se ha esfumado más pronto que tarde. Porque lo de este sábado deja muy tocado al Real Murcia, haciendo que se venga abajo el castillo en el aire que se ha montado Alfaro, hablando de lo bien que habían sentado los cambios, de la importancia de las salidas y de lo controlado que tenía ahora el vestuario. Pues podrá tener el técnico muy controlado el vestuario, pero lo que no tiene controlado el técnico es a qué juega el Real Murcia, porque el día que el Real Murcia tenía que ganar, el día que el Real Murcia tenía que arrasar a un Real Madrid Castilla desahuciado, justo ese día el Real Madrid Castilla demostró que el Real Murcia es un equipo invisible de medio campo para arriba, un equipo que salió a defender el 0-0 y que se llevó la peor goleada de toda la temporada.

Porque el Castilla, que llevaba desde el mes de enero sin marcar un gol, fue creyéndoselo a la misma vez que veía que los de enfrente no daban miedo. Solo hay que ver la primera parte que realizó el Real Murcia. Solo hay que ver el planteamiento de Alfaro para un partido en el que había que ganar. Ni un disparo entre los tres palos completaron los granas antes del descanso. Ni una acción ofensiva destacable si vio por parte de los visitantes. Ante un rival que no daba pie con bola, al que le pesaban las urgencias de verse metido de lleno en la lucha con el descenso, el Real Murcia parecía querer dejar pasar los minutos, como si el 0-0 fuese el premio gordo de la lotería. Tranquilos por el poco peligro que generaban los de Raúl González, los de Alfaro vivían felices echando la siesta. Solo Dani Vega intentaba tirar de los suyos, pero no era suficiente, y menos cuando en el área no hay alternativas, encontrándose Amín, este sábado titular por sorpresa, completamente solo.

Aficionados del Real Murcia en el Alfredo di Stéfano de Madrid

Aficionados del Real Murcia en el Alfredo di Stéfano de Madrid / Lof

Fue decepcionante el primer tiempo del Real Murcia, un primer tiempo muy parecido al de muchas otras ocasiones, un primer tiempo en el que solo Isi Gómez intentó poner el balón en el suelo, pero que confirmó que Isi Gómez solo hay uno. Ni tres pases seguidos se vieron en el lado de los murcianistas. Ni un balón filtrado por el medio, ni una combinación interesante. Solo patadones para arriba y cabalgadas de Dani Vega, porque Loren Burón, que repitió por la derecha, se ha apagado incluso antes de llegar. Sin ningún sentido de juego, sin encontrar a Amín, solo quedaba agarrarse a la defensa, esa defensa que había elevado a los murcianos, pero que ayer se vino abajo como si un terremoto hubiese pasado por el Di Stéfano. Porque el sello de Alfaro, ese sello que consiste en permanecer agrupaditos, en no dejar espacios atrás, quedó borrado del mapa por un Real Madrid Castilla que no marcaba un gol a la luna. Y mira que cuando el colegiado pitó el descanso nadie pensó lo que iba a suceder en el segundo tiempo. Cuando el colegiado pitó el descanso, la mayoría apostaba porque el 0-0 no se moviera del marcador.

Arrasados en la segunda parte

Pero con el Real Murcia apostando por la tacañería, con el Real Murcia echando la siesta feliz con el punto, el Real Madrid Castilla encontró a Nico Paz y Nico Paz se inventó una jugada de crack para hacer un traje a la línea de flotación de los murcianistas, sacándose un duro disparo desde fuera de área ante el que Gianni no pudo hacer nada. Si alguien pensaba que el gol del Castilla haría aparecer al Real Murcia, que el 1-0 solo sería el inicio de la remontada grana, se equivocó y mucho. Porque si el 1-0 llegaba en el 47, en el 56 Nico Paz sentenciaba prácticamente a los murcianistas. Esta vez aprovechó una falta al borde del área para superar la defensa y poner el 2-0.

Ni hubo reacción con el 1-0 ni tampoco con el 2-0. Pablo Alfaro, sancionado, debería estar en otro lugar distinto al Di Stéfano, porque Pablo Alfaro, pasado el minuto 60 y con 2-0 en el marcador, no daba señales de vida. Con el equipo completamente desajustado, con el equipo cayéndosele a trozos, con el equipo desquiciado sin saber qué hacer para ir a ganar, porque el Real Murcia solo sabe ir al 0-0, Pablo Alfaro debía andar 'out' en algún palquito de Valdebebas. Pues mientras Alfaro andaba out, el Madrid Castilla vio la oportunidad e hizo sangre. Víctor Muñoz, que había saltado en el descanso y que había dado otro aire a los madridistas, puso el 3-0 en el 68, en una jugada que nos devolvió a muchas semanas atrás, cuando la defensa del Real Murcia era una verbena. Y, para desgracia de los aficionados murcianos desplazados, la verbena siguió hasta el final del partido. 

¿El último partido de Pablo Alfaro?

Dio igual que cuando ya estaba todo perdido Alfaro sacase a Pedro León y Carrillo -64- y daba igual porque nadie confiaba ya que el Real Murcia consiguiese sacar algo positivo de un partido que era ya un auténtico funeral. Si Víctor batía a Gianni en el 68, Gonzalo, que apenas llevaba unos minutos sobre el campo, agravó la herida grana con un cuarto gol que muchos ni quisieron mirar. Se volvió loco el encuentro en esos instantes finales, Carrillo se sacó de la chistera una chilena para maquillar el marcador, pero de nada sirvió, porque si ya era doloroso el 4-1, Álvaro en el 91 ponía el definitivo 5-1, un 5-1 que no solo mandaba a la lona al Real Murcia, un 5-1 que elimina ya de la partida a los pocos que querían creer pese a saber que en realidad era imposible creer, un 5-1 que cierra la temporada del Real Murcia. Solo hay que esperar unas horas para saber si el 5-1 también elimina de la partida a Pablo Alfaro.