Fútbol

El Cartagena, a cerrar el año por la puerta grande o en la enfermería

Después de la decepción frente al Burgos, solo queda cerrar el año con un triunfo que mantenga la esperanza

Julián Calero da instrucciones durante un entrenamiento. | PRENSA FC CARTAGENA

Julián Calero da instrucciones durante un entrenamiento. | PRENSA FC CARTAGENA / SALVA CASTIÑEYRAS

Salva Castiñeyras

El FC Cartagena tiene por delante hoy (19.00 horas, LaLiga y Amazón) un partido que si bien mirando los puntos es vital, en lo moral puede tener aún más peso todavía. Los albinegros cerrarán el 2023 ante una SD Huesca que también se jugará el todo por el todo en su feudo por dar más pasos hacia la salvación.

Desde la trimilenaria, gracias a esta última racha en positivo, parecía que las nubes engrandecidas se habían esfumado, junto con sus continuos diluvios llenos de decepción y amargura, pero nada mas lejos de la realidad. Cuando todo parecía ir única y exclusivamente hacia arriba, tras encadenar tres empates y dos victorias de muchísimo mérito (ante Sporting Gijón y Elche CF), el cuadro dirigido por Julián Calero lleno el tanque de ilusión y esperanza de sus aficionados, llegando a abandonar el último puesto de la tabla y recortando puntos a la línea de permanencia (5pts).

Pero como todo en la vida, siempre ha de haber un final. El pasado sábado ante el Burgos de Jon Pérez Bolo, el cuadro cartagenerista volvió a caer, y eso no es lo peor, porque contra grandes equipos siempre se puede hincar rodilla, lo que más dolió al aficionado fue la mala sensación con la que se salió del Municipal Cartagonova tras nuevamente ver a los suyos mostrar esa cara de la moneda que parecía haberse borrado de forma definitiva.

Todavía es mayor el dolor cuando no esperas el golpe, por lo menos con esa fuerza. El cuadro de Calero había generado una burbuja de confianza y fé alrededor de sí mismo, apoyado y engordado por una afición que creía firmemente en que la salvación, pese a la enorme dificultad, era posible. Con una hinchada entregada a los suyos, haciendo incluso recibimiento masivo al equipo albinegro en su llegada al estadio, llegó la triste derrota (0-3).

Por si fuera poco el golpe de la derrota, este se sumó al empate del Amorebieta, la victoria del Alcorcón de Nafti y sobretodo a la victoria del Villarreal B, que alarga nuevamente la distancia de la salvación a ocho puntos. Las victorias de Amorebieta y Alcorcón devuelven al conjunto cartagenero al puesto de colista en Segunda, y el día de la marmota parece volver a empezar a orillas del Cartagonova.

Lo que puede cambiar un resultado u otro en El Alcoraz esta tarde puede ser algo dantesco. Los oscenses son decimonovenos con diecinueve puntos, cuatro más que el FC Cartagena. Un triunfo local haría que la distancia entre colista y último mimbre antes de la salvación se marchara a siete puntos de distancia, un golpe durísimo y casi definitorio para los albinegros.

Junto con la última derrota e imagen ante Burgos, despedir el 2023 con otra derrota dejaría muy mermada la parte psicológica de los blanquinegros en LaLiga Hypermotion, que ya veían como el mensaje del de Parla comenzaba a cobrar sentido y, lo más importante, a dar resultados.

Por ello, en El Alcoraz de Huesca no vale otra opción que sumar en positivo, sino los tres puntos, habrá que volver con uno. Los albinegros tienen que dar un último empujón hacia la salvación este año ante la SD Huesca. Ya sea en forma de empate o triunfo que mantenga o recorte distancias, para posteriormente volver a Cartagena y pensar en una ventana de invierno lúcida que logre mejorar lo suficiente la plantilla como para seguir sumando de forma regular y mantenerse con opciones de salvación hasta la última fecha. Pero una derrota, prácticamente dejaría muertas las ilusiones de Cartagena, al menos hasta la vuelta de navidades.

El tiempo de parón por Navidad, algo a tener muy en cuenta. No es lo mismo despedir el año habiendo dado un fuerte golpe en la mesa con un triunfo importantísimo en casa del que casi marca la línea de salvación, a volver a perder y hundirte aún más en el pozo como colista. No es lo mismo despedir el año con tres victorias en cuatro partidos, que marcharte con dos derrotas seguidas.

La película cambia mucho y hace predecir desde fuera, de forma quizás errónea y precipitada, pero un tipo de guión u otro para este Cartagena cara al final de campaña. El choque en El Alcoraz será de suma importancia para el devenir del FC Cartagena en el fútbol profesional. Un buen resultado en Huesca haría no solo que el aficionado viese con otros ojos la tabla, sino que de cara al mercado de fichajes, también puede tener su importancia.

Los albinegros, con hasta siete bajas

Lo dramático crece al conocer que el técnico del Parla viajará para hacer frente este partido sin varias de sus mejores armas. A las ya conocidas ausencias de Arnau Solá y David Ferreiro, se une la de Iván Calero por acumulación de tarjetas, la de Alfredo Ortuño por una «fuerte molestia» que le impedirá jugar, y la de Juan Carlos Real, que sufre un esguince en su tobillo tras el golpe recibido al minuto de ingresar al verde ante el Burgos en la segunda mitad.

Desde el área de recuperación cartagenerista también se está pendiente de la evolución de jugadores como el delantero cafetero Juanjo Narváez (28), o la del central antequerano Kiko Olivas (35). El colombiano tras sufrir un tirón en el Martínez Valero, que le costó salir sustituido en el descanso, no disputó minutos ante el Burgos en Cartagonova y esta semana se entrenó esta semana a medio gas con el grupo. Por su parte, Kiko Olivas que tenía previsión de volver a la vuelta de navidades en un primer diagnóstico, se incorporó antes de lo previsto al trabajo en grupo, aunque no parece que sea de la partida.

Con estas complicaciones llegará el FC Cartagena a una ciudad de Huesca que también vive inmersa en una pesadilla que no esperaban vivir esta campaña. Los oscenses solo cuentan con una victoria y cuatro empates en El Alcoraz, siendo el segundo peor colista de Segunda solo teniendo por detrás a los de Calero. No obstante, los blanquinegros muestran fortaleza como visitantes siendo los undécimos con once puntos.

Un todo o nada parece aproximarse, y el destino de los cartageneros pende en la balanza, siendo la oportunidad ideal para redefinir su camino en la competición. La batalla en Huesca se convierte así en un punto de inflexión, una oportunidad para demostrar que, incluso en medio de las adversidades, la resiliencia y el esfuerzo pueden cambiar el rumbo de una campaña.