Fútbol

Las peores horas de Paco Belmonte en el FC Cartagena

El mal momento deportivo del equipo provoca el descontento generalizado de la afición cartagenera contra su presidente, a quien achacan los malos resultados por culpa de su gestión

Paco Belmonte, de espaldas, abraza a Sivori en el palco del Cartagonova.

Paco Belmonte, de espaldas, abraza a Sivori en el palco del Cartagonova. / Loyola Pérez de Villegas

Alfonso Asensio

Alfonso Asensio

El rumbo del Fútbol Club Cartagena durante su cuarta temporada consecutiva en LaLiga Hypermotion, cuesta abajo y sin frenos, ha provocado el descontento generalizado en la rambla de Benipila. La afición albinegra sufre viendo a su equipo en el último lugar de la tabla y demanda explicaciones y responsabilidades a una directiva que no ha sabido explicarse cuando ha tenido la oportunidad. La actitud de Paco Belmonte en sus últimas apariciones públicas, al comienzo de liga, son ahora recordadas con rencor y pueden estar detrás del incidente del pasado sábado, cuando el dirigente se vio increpados a la salida del Cartagonova por una veintena de aficionados.

Lo cierto es que la relación entre la directiva del FC Cartagena y su afición lleva tiempo deteriorándose. No ayuda, sin duda, el oscurantismo existente en torno a la propiedad del club. Desde 2016, el 100 por ciento de las acciones del club está en manos de la empresa Duino Inversiones, una sociedad de promoción inmobiliaria de la que todo el mundo ha oído hablar, pero que nadie conoce en la rambla de Benipila. No pueden los aficionados, por tanto, exigir responsabilidades a un ente desconocido. Sí a quien lo representa desde la posición de presidente y consejero delegado: Paco Belmonte.

Paco Belmonte y Sánchez Breis durante la rueda de prensa de ayer. | IVÁN URQUIZAR

Paco Belmonte y Sánchez Breis durante la rueda de prensa. | IVÁN URQUIZAR / SALVA CASTIÑEYRAS

Piden los aficionados albinegros explicaciones por la nefasta planificación deportiva de la presente temporada. Porque el FC Cartagena ha pasado de ser un destino interesante para futbolistas cotizados como Rubén Castro, Pablo De Blasis, Álex Gallar o, más recientemente, Aarón Escandell, Jairo Izquierdo o Kiko Olivas, a ser un equipo incapaz de encontrar soluciones a la marcha de sus jugadores en apenas un año. Ha pasado el equipo de codearse con los gigantes de la categoría a hundirse en el fondo de la tabla en cuestión de meses y los que pagan su abono -y aman a su club- quieren saber qué pasa.

Tampoco sabe la parroquia albinegra por qué se marchó Rebeca García, exconsejera delegada y encargada del control económico de la entidad, sin explicación alguna. Y tampoco por qué quien asumió sus funciones no supo explicar con claridad la situación financiera del club en una rueda de prensa precedida y provocada por otro caso rodeado de oscurantismo como el sucedido con Toni Datkovic.

Manifestó el presidente que las pérdidas del club en 2022 lo limitaron -por normativa de LaLiga- a utilizar sólo el 40 por ciento del presupuesto y que esa situación provocó las conocidas dificultades en el mercado de verano. No fue completamente preciso Belmonte, ya que esa limitación vino impuesta por las pérdidas generadas desde 2019 hasta 2022, que superan la desviación aceptable marcada por la liga de dos millones de euros en las últimas cuatro temporadas. Se permitió el presidente dejar «claro» que el club pagaba ahora las consecuencias de un mal control económico del año pasado, culpando a Rebeca García con ironía en sus palabras. «Los golpes en el pecho que nos hemos dado diciendo que somos muy buenos en control económico», afirmó entonces.

Una rueda de prensa polémica

Fue esa misma rueda de prensa la que ahora se le viene encima a Paco Belmonte, porque en ella envió un mensaje que dolió al aficionado. «Esto ha costado mucho trabajo como para luego leer tonterías a payasos. Luego, esos van de amigos por la calle. Son unos payasos y unos idiotas», comentó. Siguen resonando sus palabras en la grada del Cartagonova y se suman a las del director deportivo, Manolo Breis, días antes y en pleno mercado de verano cuando el club se mantuvo durante más de un mes sin incorporaciones. «Que la gente disfrute de la playa y de sus hijos ya que nosotros no podemos hacerlo y que se dejen el móvil para decir tonterías, que algunos dicen muchas», expresó ante el micrófono de Onda Regional.

Crisis también en el filial y el juvenil

Las palabras de los directivos no sentaron nada bien entre la afición y la situación deportiva del equipo ha precipitado una ruptura difícil de solucionar. Al primer equipo se une el rendimiento de los principales equipos de base. El filial y el juvenil son último y penúltimo clasificado respectivamente en sus ligas en un hecho que agrava el descontento. 

Así las cosas, el sentir de una parte de los abonados se hizo patente en el Cartagonova el pasado sábado -teniendo que personarse la Policía Nacional para evitar daños mayores- cuando una veintena de personas increpó a los directivos y dejó clara su posición tras los últimos acontecimientos. Más cuestionada que nunca, la dirección deportiva del FC Cartagena aguanta el chaparrón mientras espera que los resultados hagan amainar la tormenta.