Fútbol

Felipe Moreno: "Los accionistas tienen en su mano que yo entre al Murcia con 10 millones"

El cordobés promete una importante inyección económica antes de julio y acabar con el conflicto judicial si los socios le dan su apoyo en la Junta del 8 de marzo y fuerzan la dimisión del actual consejo

Felipe Moreno enseña el cheque de cinco millones que ingresaría en el Real Murcia si le permiten tomar el control del club. | FRANCISCO PEÑARANDA

Felipe Moreno enseña el cheque de cinco millones que ingresaría en el Real Murcia si le permiten tomar el control del club. | FRANCISCO PEÑARANDA / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

No necesitará ponerse al volante de su coche y recorrer cada rincón de España para conseguir su objetivo, pero Felipe Moreno, empresario cordobés que lleva meses intentando tomar el control del Real Murcia, se va a echar a la calle para conseguir convencer a los accionistas granas de que le eleven al poder.

Y lo hará al mismísimo estilo de Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno y que en 2016, tras verse obligado a dimitir como secretario general del Partido Socialista, cogió su Peugeot para «recorrer de nuevo todos los rincones de España y escuchar a aquellos que no han sido escuchados, los militantes y los votantes de izquierdas de nuestro país», todo para lograr el respaldo que le volviera a encumbrar en las Primarias. Y lo consiguió, derrocando a la vieja guardia.

La historia de Pedro Sánchez es la que ahora quiere representar Felipe Moreno, sin embargo, el exdueño del Leganés no opta a llegar a La Moncloa, el exresponsable del Leganés tiene como meta llegar al poder del Real Murcia. Y, tras fracasar en noviembre su primer intento, el cordobés ya ha puesto en marcha el segundo. Esa hoja de ruta fue presentada de forma oficial en el día de ayer, con una comparecencia ante los medios y un encuentro con los accionistas. Estos últimos tendrán la última palabra. Porque a ellos se agarra Felipe Moreno para ganar la partida a Agustín Ramos y tomar el control del Real Murcia. Esos accionistas minoritarios, esos accionistas que apenas tienen unos pocos títulos en el bolsillo, esos accionistas que solos no podrían cambiar absolutamente nada, son los que deberán unirse para conseguir lo que los militantes del PSOE lograron en 2016, cuando dieron su voto a Pedro Sánchez en contra de lo establecido por el núcleo fuerte del partido.

Y a ellos iba especialmente la rueda de prensa de ayer, comparecencia que, siguiendo con los símiles políticos, bien pudo ser el inicio de una campaña electoral en la que se presentó un programa con promesas de lo más suculentas.

Porque, para atraer al accionariado, Felipe Moreno puso sobre la mesa la solución a los dos principales problemas del Real Murcia.

Si el Real Murcia está ahogado por las deudas, el cordobés presentó un documento firmado ante notario en el que se incluye un cheque de cinco millones que se ingresaría en las arcas del club en el momento en el que Agustín Ramos, actual presidente, y sus consejeros dimitan de sus cargos y dejen paso a un consejo de transición puesto por Moreno, así como la promesa de poner otros cinco millones antes de julio. La primera partida serviría para «hacer los pagos más urgentes», cumpliendo lo pactado con «Hacienda y la Seguridad Social, así como el Concurso que está vencido. Si hace falta más dinero se seguirá poniendo, porque lo importante es conseguir el equilibrio y la estabilidad».

Y si el Real Murcia está bloqueado por el litigio judicial iniciado por Mauricio García y que está pendiente de que el Supremo se pronuncie sobre la legalidad o no de la ampliación de capital de 2018, Felipe Moreno mostró los documentos que confirman su acuerdo con el mexicano, al que ha abonado dos millones de euros, y que, una vez se pague una segunda parte, pondría fin a toda la batalla judicial.

«Tengo en la mano solucionar los dos grandes problemas del Real Murcia», decía Felipe Moreno durante su comparecencia en un hotel murciano, rueda de prensa en la que dio por primera vez su versión de la ruptura con Agustín Ramos en noviembre, pero sobre todo rueda de prensa que hizo pensando en el futuro, un futuro que dependerá de los propios accionistas.

Porque para que Felipe Moreno pueda conseguir sus objetivos, tendrá que reunir en la próxima Junta más apoyos que Agustín Ramos, presidente grana y que en la última Asambla salió reforzado gracias a los votos del KBusiness y de Enrique Roca. No lo tendrá fácil el cordobés, dado lo dividido del resto del capital, pero mantiene la fe. «Ellos -refiriéndose a Ramos, Roca y el KBusiness- no varían, pero a lo mejor sí los que están enfrente. Gente que no vino a votar, a lo mejor ahora sí viene al tener más información. En mis manos no está entrar, está en manos de los accionistas», recalcaba, recordando además que «en mis manos está lo de la justicia, pero no quiero usar esa carta para nada».

Y para que esos accionistas minoritarios le respalden puso sobre la mesa un compromiso firmado ante notario en el que garantiza que si entra en el Real Murcia pondrá cinco millones de euros al día siguiente de acceder al club y otros cinco después del 30 de junio. 10 millones de euros es la apuesta inicial del cordobés, que además pagaría los dos millones que le faltan para adquirir el 100% del paquete de Mauricio García de la Vega.

«La única condición que pongo para ingresar el dinero es que Agustín se eche a un lado», comenta

Una Junta decisiva

Que Felipe Moreno vista o no de grana dependerá de lo que suceda el 8 de marzo, día en el que se llevará a cabo la Junta de Accionistas Extraordinaria del Real Murcia. Antes de que llegue esa fecha, los accionistas tendrán que obligar al club a añadir un punto en el Orden del Día. Para ello deberán reunirse aficionados que tengan un 5% del capital y solicitar a la entidad que se vote si se acepta o no la oferta de Felipe Moreno y se revocan los cargos del actual consejo, según explicó Andrés López, abogado del empresario.

Si no se consigue, a Felipe Moreno prácticamente se le cerrará la vía pacífica para entrar en el Real Murcia. Él mismo lo reconocía en rueda de prensa. Y es que si la Junta apoya a Agustín Ramos y le convierte el dinero que ha puesto en acciones, éste pasará a tener un 35% del poder. «Si ahora mismo se aprueba eso tal cual está, no hay vuelta atrás ni con Felipe ni con nada, porque ellos ya sumarían un 50%», comentaba, añadiendo que con la aprobación de los convertibles «ellos ya lo tendrán hecho para manejar siempre el Real Murcia».

En cambio, si sale ganador, Felipe Moreno tiene decidido hasta quién sería su presidente en esa etapa de transición. No quiso dar nombres, pero sí dio una pista: «Será murciano», lanzando además la posibilidad de que sea una mujer. Y es que en el Leganés, el andaluz ya puso a su mujer al frente de la presidencia. «Me ha ido bien con las mujeres de presidentas», decía sonriendo. De lo que no quiso dar detalles es sobre quién le acompañará en el consejo, aunque comentó que «será de consenso».

Sin compañero de viaje

Puso sobre la mesa Felipe Moreno su programa electoral y también dejó claro que en esta viaje quiere ir completamente solo después de que fracasara el intento de ‘matrimonio’ con Agustín Ramos. Y es que la relación entre el cordobés y el murciano está completamente rota. De hecho, el andaluz fue contundente al comentar que en esta historia es «Agustín o yo». «La única condición que pongo para ingresar el dinero es que Agustín se eche a un lado. No tengo nada en contra de él. Hace algo más de un mes me lo encontré en Pinatar Arena y nos estrechamos la mano, pero otra cosa es la negociación», continuaba, dejando claro que ya no encuentra al actual presidente capacitado para sacar al Real Murcia adelante y que son «incompatibles».

No quiere a su lado Felipe Moreno a Agustín Ramos y tampoco tiene previsto convertir a Mauricio García en su socio. Y es que, aunque en el contrato de compraventa firmado por ambos hay una opción en la que el mexicano podría quedarse con una parte minoritaria de las acciones, el cordobés dijo que «compraré el 100% si entro en el Real Murcia».

Otro de los nombres que salió fue el de Enrique Roca, que ha dado su apoyo a Agustín Ramos. Dijo Felipe Moreno que no había hablado con el lorquino de su volantazo y negó conocer el contrato por el nombre del estadio y que, según algunas fuentes, podría haber sido determinante en el movimiento final de Roca. Solo dijo que Roca no sería su compañero de viaje.

«Poner dinero es una locura»

Uno de los reproches que más se han lanzado a Felipe Moreno es que mirase para otro lado cuando se abrió la campaña de préstamos participativos, donde podría haber ingresado los cinco millones y convertirse en el principal accionista. Cuestionado varias veces por ese aspecto, el cordobés dejó claro que «si no estoy dentro, a quién le doy el dinero. Mientras no estoy dentro no puedo. Yo quiero sacar al Real Murcia para adelante, pero los accionistas deben decidir qué proyecto quieren». Posteriormente reiteró que «sin estar dentro del consejo nadie va a poner ni cinco ni uno ni medio. Poner diez millones sin tener el control es una locura», recordando que «yo ya he puesto dos millones para dar solución al conflicto con Mauricio y al final a lo mejor no vale para nada y los pierdo».

Las frases

« Si Agustín Ramos saca adelante la próxima Junta, ya no habrá nada que hacer, tendrá todo el control»

« Dicen que no he puesto dinero, pero he puesto 2 millones para solucionar lo de Mauricio y a lo mejor lo pierdo»

« Si no entra dinero, hay riesgo serio de liquidación»

FELIPE MORENO

«Con 1 millón no se arregla»

Los que por ahora sí han puesto 1,5 millones son Agustín Ramos y Enrique Roca. De ese movimiento también habló Moreno, avisando que «poner un millón y medio es igual a nada. Aunque en este club el dinero siempre es bienvenido, hay que dejar claro que esa cantidad no arregla nada. Solo sirven para hacer pagos a cuatro que te llamen amenazantes. Pero hasta ahora se está incumpliendo con Hacienda y la Seguridad Social», llegando a afirmar que «el club está en alto riesgo de liquidación».

No utilizará las demandas

Si Felipe Moreno no consigue el apoyo en la Junta, le quedará la bala de las demandas judiciales, sin embargo el andaluz todavía no sabe cómo actuaría llegado a ese caso. «A lo mejor tengo que llamar a la puerta si me da la razón la justicia, pero no entraré nunca en el club si los accionistas no me dan su voto de confianza».

Sin objetivos ambiciosos

Conoce Felipe Moreno tan bien el mundo del fútbol que no cayó en la trampa de prometer cosas que no puede cumplir. Prometió dinero, prometió acabar con la deuda en cinco años y prometió que con él Mauricio García de la Vega no será ningún problema, pero no prometió ascensos. Al ser preguntado por el tiempo que necesitaría para llevar al Real Murcia a Primera División, el cordobés dejó de lado las tentaciones y tiró de lógica, bromeando que no tiene capacidad para hacer milagros. «Solo puedo garantizar seriedad, trabajo y profesionalidad para llegar cuanto antes a Primera. Lo que sí quiero que la gente sepa es que nunca condicionaré la viabilidad del club a un partido o a que una temporada se suba o no, porque en el fútbol eso es mentira».