No jugó el Real Murcia para perder en Castellón, pero perdió. Tampoco desentonó en el campo del Eldense, pero se volvió a casa con cero puntos. Y este sábado, en su visita a la SD Logroñés, ha pasado algo parecido. 

Aunque los riojanos no están al nivel de los otros dos rivales mencionados, los murcianistas han hincado la rodilla tras una segunda parte en la que un gol de Unzueta en el minuto 60 fue suficiente para descomponer a un equipo visitante que sigue pagando la falta de chispa en los últimos metros.

Este sábado no hubo ni posibilidades de reacción en la segunda parte, y es que Mario Simón no tenía ni delanteros para intentar revertir la situación cuando Unzueta adelantó a los visitantes. Porque Alberto Toril, el fichaje invernal de los granas, estaba en la grada al no llegar el transfer a tiempo para ser inscrito, y porque Miku y Andrés Carrasco se habían quedado en Murcia. El venezolano por decisión técnica, y es que es uno de los elegidos para abandonar el club; y el murciano por problemas físicos.

Zeidane en el once titular

Da igual que el Real Murcia tenga delanteros disponibles o no los tenga, porque Mario Simón es fiel al 'falso 9', pese a que las jornadas pasan y que la apuesta no da ningún resultado. Una vez más pasó completamente desapercibido Dani Vega, siendo Loren Burón el que más intentó tirar del equipo en la primera parte. El de Puente Genil repetía en un once titular en el que Zeidane era la novedad. El sueco, que demostró que ni está ni se le espera, adelantaba a Arnau Ortiz y se quedaba con un billete en un once en el que no estaba Pedro León por sanción.

No ha pasado el SD Logroñés por encima del Real Murcia, sin embargo sí han sabido manejar el partido mejor que los granas y ser más incisivos cuando había que dar un golpe sobre la mesa. Algo que sigue costando a un equipo grana que parece que siempre está a expensas del plan del rival. Sobrevive en primeros tiempos igualados, en los que es incapaz de aprovechar alguna de las que tiene; sin embargo siempre acaba cediendo al primer impulso del rival.

Ese es el guion del partido de este sábado en Las Gaunas y de otros a domicilio donde tampoco ha llegado la victoria. Porque ante el SD Logroñés se vio un primer tiempo igualado, con tímidas ocasiones para ambos. La más clara la tuvo Arnau Solá tras un gran pase de Galindo. También lo intentaron de estrategia en un córner, pero a diferencia de lo que ocurría contra el Bilbao Athletic, Ganet no estuvo fino en el disparo, estrellándose esta vez con la defensa.

Si Loren Burón era el que intentaba agitar a los murcianistas, en el otro bando, Samanes y Madrazo eran los rivales a tener en cuenta. De hecho, ambos protagonizaban los primeros acercamientos ante un Joao que fue salvando la situación antes del descanso. 

Mazazo en el minuto 60

El Real Murcia aguantó el tiempo que quiso la SD Logroñés, algo que es preocupante, y es que los granas ceden a las primeras de cambio en demasiados partidos. Avisaba Madrazo en el 48 y abría el marcador Unzueta en el 60. La jugada, lanzada por Córdoba, dejaba señalado a un Alberto López que este sábado le volvía a tocar jugar a banda cambiada pese a que Javi Rueda estaba disponible.

Y si el roto no fue mayor fue porque Joao, al que le cuesta un mundo atrapar un balón a la primera, reaccionó solo unos segundos después para evitar que Samanes pusiese un 2-0 que ya hubiera sido imposible.

Ni un segundo tardó Mario Simón en mover el banquillo. Arnau Ortiz ocupaba el puesto dejado por Zeidane. Y diez minuto después el canterano Ángel García, delantero del filial, volvía a tener minutos entrando en lugar de Galindo. Pero sobre el campo no se veía ninguna reacción pese a que el reloj iba corriendo y el margen de reacción se acababa. No había forma de acercarse al área de un Jero Larios que vivió una tarde de lo más tranquila.

Fueron complicados ese sprint final el que se vio a un Real Murcia sin plan ni ideas, un Real Murcia que, pese a tener que reaccionar, estaba lejos de ser un equipo dominador y ambicioso. Es más, el Logroñés daba la sensación en muchos instantes de tener el partido completamente bajo control, llegando incluso a tener alguna que otra ocasión en la que tuvo que intervenir Joao. Solo en el tiempo de prolongación fue el Real Murcia capaz de meter en su área a los riojanos, llegando incluso a reclamar un penalti a Arnau Ortiz, pero ya era tarde, ya no hubo forma de sacar nada positivo de la visita a Las Gaunas, porque ya el 1-0 no se movió del marcador.

Firma así el Real Murcia su segunda derrota consecutiva a domicilio y se queda con 33 puntos en la clasificación.