Por sorpresa y a través de un escueto comunicado, el UCAM Murcia CF anunció ayer que el guardameta Biel Ribas abandonaba la disciplina de un club que se está jugando la permanencia en Primera RFEF. El argumento para explicar esta repentina baja es uno que ya es clásico entre los clubes de fútbol: «Motivos personales del jugador», decía.
El veterano guardameta de 36 años de edad ‘desembarca’ de la nave universitaria cuando restan siete jornadas para el final de la Primera RFEF y los hombres de José Manuel Aira están a siete puntos de la salvación.
Biel Ribas, que vivía su segunda etapa en el club, ya dejó entrever el pasado verano sus dudas de continuar en el UCAM pese a que tenía un año más de contrato. Finalmente se quedó pero no ha sido tan determinante como en otros cursos. Empezó el mismo entre algodones por una lesión de rodilla que arrastraba y se perdió varios encuentros. Finalmente ha disputado 26 partidos, en los que ha alternado buenas actuaciones con errores impropios de un guardameta que siempre ha transmitido mucha seguridad. El UCAM, además, es uno de los más goleados del grupo segundo.
La responsabilidad de defender ahora el marco universitario recaerá sobre Pedro López Galisteo, el meta de Mérida de 26 años que se incorporó en el pasado mercado de invierno. Hasta el momento ha participado en cuatro encuentros y su rendimiento en todos ellos ha sido notable.
Pedro López se formó en las bases del Betis y con 19 años llegó a debutar en el primer equipo. Después se marchó cedido al Atlético Sanluqueño para regresar el conjunto bético, con el que tuvo la oportunidad de jugar cinco encuentros en Primera en la 2017-2018. Tras abandonar Sevilla estuvo en el Deportivo Fabril, Villanovense y Extremadura, con el que comenzó este curso pero se desligó ante los problemas económicos del equipo de Almendralejo. Este sábado por la tarde, a las cinco de la tarde, será el titular ante el Nástic de Tarragona, un choque que afronta el conjunto de José Manuel Aira tras encadenar dos jornadas sin perder, aunque el empate en Cornellá le privó de dar un mordisco más a su lucha por la salvación.
En ese sentido, el lateral de Molina de Segura Tekio valoró ayer el punto obtenido por su equipo en Cornellá: «Tenemos un sabor agridulce por el empate en los últimos minutos porque sabíamos que era un partido importante que nos podía ayudar para engancharnos en la pelea. Creo que el equipo hizo un buen trabajo para traernos los tres puntos», explicó, para añadir que «tenemos que quedarnos con lo positivo. Creo que el equipo está haciendo un buen trabajo y tenemos buenas sensaciones, pero no nos están acompañando los resultados».
Del rival de este sábado, declaró que «nos centramos en dar nuestra mejor versión individual para, a la vez, dar lo mejor colectivamente. Sabemos que viene un buen rival en gran dinámica y que será un partido difícil. Tengo ganas de aportar mi granito de arena para sacar la situación adelante y conseguir la salvación», concluyó.
