Bendita patada aquella que hizo comprender a Pedro Acosta que el taekwondo no era lo suyo. La de alegrías que nos hubiéramos perdido (y las muchas que aún están por llegar) si el joven piloto mazarronero no hubiera dejado atrás el tatami para enfundarse en un mono y, sobre dos ruedas, pulverizar récord tras récord sobre el asfalto de más de un circuito de motociclismo.

"Simplemente soy un chico que se lo pasa muy bien montando en moto, que es lo que mejor se me da y más me gusta, no hay más"

Si a Acosta le hubiesen dado a elegir cuando empezó en esto del motociclismo entre ser un pez gordo en un pequeño estanque, o nadar con la libertad de un ‘pezqueñín’ en el inmenso océano, ni lo uno ni lo otro viendo el carácter y la voracidad presentes en los éxitos que hasta ahora ha conseguido. Acosta es un tiburón dispuesto a hincarle el diente al gran premio, y no le importa codearse con los mejores, pues él va camino de ser uno de ellos. Su calidad sobre las dos ruedas ha quedado más que patente en este último año, marcado por la consecución del Campeonato Mundial de Moto3.

El mazarronero se convirtió en el campeón más precoz del motociclismo español al coronarse con 17 años. Además, lo hizo como debutante en una categoría que se le ha quedado pequeña. Por si fuera poco, se convirtió en el primer novato en conseguir 8 podios y 3 victorias consecutivas en los 73 años de historia del Mundial. Una gesta histórica que el propio Acosta trata de normalizar: «Simplemente soy un chico que se lo pasa muy bien montando en moto, que es lo que mejor se me da y más me gusta, no hay más».

Los homenajes no se hicieron esperar, y el nombre de Pedro Acosta se convirtió en sinónimo de revelación y éxito en el panorama internacional. Ese mismo nombre que ha recibido una de las curvas del Circuito de Cartagena, el que a buen seguro no nos cansaremos de escuchar durante los próximos dos años como uno de los principales triunfadores de Moto2, categoría que le servirá para templar los nervios y adquirir la experiencia necesaria para, una vez dado el salto a MotoGP, convertirse en el rey del océano.