El UCAM Murcia no pudo seguir por la línea de los anteriores partidos de pretemporada. Es cierto que enfrente no tenía ni a Racing Murcia ni a Mar Menor, sino a todo un señor equipo de la Primera RFEF, el Albacete. Tenía a la prueba más dura de los seis amistosos que lleva disputados. Y lo cierto es que no pudo dominar, salvo en algún momento puntual durante unos pocos minutos.

Desde el primer momento ya se intuía que iba a ser un partido tremendamente complicado. No por el nivel de ambos conjuntos, sino por las condiciones climatológicas. Entre el minuto 15 y el 30 de partido, el partido se convirtió en un campo de batalla en el que era imposible dar dos pases seguidos.

Fue una primera parte poco vistosa, con momentos para ambos equipos. El tiempo se convirtió en protagonista y todo lo que sucedió fue condicionado por el mismo. Las ocasiones se sucedieron prácticamente todas por tiros desde fuera del área, tanto del Albacete, por parte de Medina, como de Alberto Fernández y Santi Jara, que lo intentaron de libre directo. Un minuto antes de marcharse al vestuario, el UCAM se encontró con una jugada afortunada. Alberto Fernández corrió a por un rechace, la puso en el área y Charlie Dean, al semifallo, hizo el 0-1 en una jugada embarullada entre Djetei y el poste.

El viento y la lluvia desaparecieron tras la reanudación y en la segunda mitad se pudo ver en pocos minutos más fútbol que en toda la primera parte. Dominó el Albacete la mayor parte de los segundos cuarenta y cinco minutos y se mereció el premio del empate. Lo encontró en una jugada, al igual que en el gol del UCAM, con un poco de fortuna. En un córner, en el minuto 58, Yaimil iba a hacer el 1-1 después de un despiste de la defensa universitaria.

No hubo respuesta del cuadro murciano y las diferencias siguieron aumentando con el paso de los minutos. El Albacete se sentía muy cómodo con la pelota y nada podían hacer los de Salmerón. Apretó el UCAM en los últimos diez minutos con una presión alta y Eneko Jauregi a punto estuvo de hacer el segundo con un cabezazo que se marchó por muy poco y no pudo mover el definitivo 1-1.