Laura Gil Collado no es la jugadora que más puntos mete ni la que más brilla individualmente, pero su trabajo, entrega en defensa y capacidad para rebotear, le han convertido en los últimos seis años en una de las jugadoras que siempre están en las listas definitivas de Lucas Mondelo para los grandes torneos. Además, en 2018 la cita es especial porque España juega en casa, en Santa Cruz de Tenerife, donde tiene el reto de discutir la incontestable hegemonía de Estados Unidos, su verdugo en las finales de los Juegos de Río y del Mundial de Turquía.

Para Laura, que en su infancia residió en Santo Ángel, donde se inició en el baloncesto para después pasar por el Capuchinos y marcharse con 15 años a Barcelona para dar un salto en su carrera deportiva, hay un reto individual: superar a Pau Gasol, el mejor jugador de la historia del baloncesto español. El catalán y la murciana suman en la actualidad las mismas medallas vistiendo la camiseta de la selección nacional (14), pero la pívot del Perfumerías Avenida tiene la ocasión de llegar a las quince en este campeonato de Tenerife, donde esta noche, a las nueve, será el debut ante Japón ( Teledeporte). La primera fase, donde quedar en la primera posición tiene como premio acceder directamente a los cuartos de final, se completará con el duelo de mañana domingo frente Puerto Rico, en el mismo horario y canal televisivo, y el crucial del martes frente a Bélgica.

La murciana se mantiene en ese bloque de jugadoras que están marcando época y que lleva ya un lustro en los podios de todas las grandes competiciones que disputa. La incombustible Alba Torrens, Laia Palau, Marta Xargay, Anna Cruz, Laura Nicholls y la murciana se mantienen del conjunto que ganó la plata olímpica hace ya dos años.

Laura Gil llega a esta cita después de una temporada donde tuvo que estar dos meses parada por una lesión. En los últimos días de concentración, la murciana recibió un golpe en el tabique nasal que ha provocado que los servicios médicos del equipo nacional le hayan realizado una máscara para proteger la zona dañada. Pese a todo, ha podido completar los encuentros amistosos y alcanza ya los 92 partidos como internacional absoluta desde que en 2013, en un encuentro que se disputó en el pabellón de Águilas, se estrenó por primera vez en la fase de preparación para el Eurobasket de Francia. En ese momento ya había conquistado nueve preseas en las categorías inferiores. «Ya no sé si me traen como talismán o qué, pero estoy aquí», afirma entre bromas una jugadora acostumbrada al éxito.