Crónica

Al Dual ha entrado en la leyenda

El rockero del barrio del Carmen convirtió la presentación en casa de su segundo álbum en un acto de reconocimiento hacia los músicos murcianos que le guiaron en el camino, la vieja guardia

Antonio Casinello y Al Dual durante el concierto.

Antonio Casinello y Al Dual durante el concierto. / Fuensanta Mazón

Al Dual (bendito seas, man) convirtió la presentación en casa de su disco Reel Tour Reel (2022) en un acto de reconocimiento hacia los músicos murcianos que le guiaron en el camino, la vieja guardia: pioneros que abrieron el circuito de pequeñas salas y bares cuando no había nada, sin ningún tipo de apoyos; los que posibilitaron el ahora tan cacareado éxito que vive la escena murciana. Es justo reconocerlo.

Con una puesta en escena impecable, Al y su banda (Mila Rodríguez a la guitarra rítmica, Alfonso Múgica al bajo, Nelo Cafaro en el teclado, Guille Cosaldo al saxo y un tremendo Kiki Tornado a la batería) son, fuera de los años cincuenta, lo más influyente del género en nuestro país, y ahí estaba yo para gozarlo y ratificarlo.

Rockabilly train fue el punto de partida de un show impoluto al que todo el público que llenó la sala se subió. Muchas chupas de cuero, algunas levitas, zapatos creepers, faldas de vuelo, chicas pin-up bastante tatuadas y también gente sin una estética tan definida, aunque eran los menos.

Era reconfortante ver a un grupo de músicos realmente divirtiéndose en el escenario. Y en ese ambiente festivo pasaron por el escenario un puñado de pioneros que todavía están aquí. ¡Todavía locos y todavía listos para rockear! Así, Paco Morrison se encargó de acompañar a Al Dual en Didley is alive; Claudio, de Los Bisontes, puso su guitarra y su voz a My love runs too much; el inefable Emilio Chicheri puso la caldera en ebullición en Loco por ti, –eterno– ‘rocker de 40’ convertido en ‘hi-de-ho man’ a lo Calloway para la ocasión; el jefe Slim Gómez echó mano de la veteranía –efectivamente, es grado– para resolver con clase un problema con el ampli que nos privó de escuchar su ‘Lucille’ en Rocking and rolling, saliendo con honores del atolladero con Ponme otro whisky, un gran himno que conserva todo su vigor; Antonio Casinello, heredero por derecho propio de los míticos Hurones, se fundió con Al Dual en We live to kick; Indio Silva aulló con desgarro en el incendiario You keep me burning, y Miguel Bañón, el sheriff, puso su guitarra y voz en Freight train, seguido de un improvisado Mistery train con la tranquilidad informal de dos amigos conversando frente a frente. Un cierre perfecto y a toda velocidad.

Todos los invitados demostraron que se sienten como un grupo de chicos nuevos, listos para embarcarse en su primera gira y grabar su álbum debut. Por un desdichado accidente, del que esperamos se reponga pronto, faltó a esta cita intergeneracional Alfonso El Zurdo. Los pioneros murcianos no muestran ningún signo de cansancio ni ganas de retirarse. ¡Todo lo contrario! Incluso parecen haber encontrado una segunda juventud. Casi podíamos esperar que todos juntos se arrancaran al final por aquel We got together de Grease, cantando, bailando y contentos porque todo salió bien.

Canciones como Cadillac funk, Sue Sue Sue, Didley is alive y Gold and silver fueron desfilando en un repertorio en el que no faltó la formidable balada When I Was Younger, nuevo clásico para el canon pop, o esa maravillosa Lonely eyes: las baladas funcionan ante el público, y si están bien hechas, con la dedicación necesaria, son atemporales. Al Dual, que abrazó la era dorada del rock and roll (su hábitat natural), lo borda con esos maravillosos arreglos y armonías, como también se muestra diestro en el manejo del western swing chispeante, el doo wop, el R&B y el boogie woogie, entre ecos de Charlie Christian o Louis Jordan, Sonny Curtis, Johnny Kidd & The Pirates, Buddy Holly, los mismísimos Beatles y, por supuesto, Elvis, con autenticidad y reverencia. La voz de Al, prodigiosa, se desliza desde los bajos del ‘rey’ hasta los altos de Roy Orbison maravillosamente acompañada con su vibrante guitarra Gretsch. Todo un viaje en la máquina del tiempo, que dejó la sensación de haber visto un concierto fabuloso. Ahora estoy aún más impresionado con Al Dual. Su voz, presencia y compromiso no se parecen a los de ningún otro. El rockero carmelitano ha entrado en la leyenda. Rock on!