De ecoturismo por el Mar Menor

Fiestas masivas de barcos en islas y calas del Mar Menor: antítesis del turismo responsable

Las fiestas en barco en el Mar Menor se producen en zonas protegidas y sin vigilancia.

Las fiestas en barco en el Mar Menor se producen en zonas protegidas y sin vigilancia. / FRANCISCO RUIZ SALMERÓN

Francisco Ruiz Salmerón

Propuesta 38:

Tras siete semanas proponiendo iniciativas ecoturísticas, hago una pausa para una necesaria reflexión. En 2022, decenas de barcos se concentraron junto a la isla del Ciervo por el concierto de un grupo de La Unión. Esta moda del ‘todo vale’ se ha instaurado en torno a zonas singulares como la Cala del Pino, isla del Ciervo y final de La Manga. Allí acuden, por decenas, en su barco o embarcación alquilada llena de bebida y música para agruparse de fiesta. Poco les importan las siete figuras de protección del Mar Menor, algunas internacionales, puesto que el Gobierno Regional ni lo persigue ni anuncia sanciones por incumplimientos.

Nos avergonzaba el balconing en Magaluf y las borracheras de Salou y aquí se va asentando esta fea costumbre sin que nadie lo pare. Las fiestas masivas no surgen espontáneamente, vienen precedidas por carteles, anuncios o folletos de empresas de alquiler de casas o barcos que publicitan la eventual fiesta en barco para ganar dinero.

Debemos marcar los límites al turista extranjero y nacional. La superficie en el Mar Menor no es lugar para fiesta. Todo contrato de alquiler o venta de cualquier servicio (barco, moto de agua, patín) o inmueble (hotel, piso, chalet) debe expresar literalmente la prohibición de fiestas sobre el mar anunciando las cuantías de multa. Bastantes problemas de contaminación tenemos como para tener gente bebiendo copas dentro del mar y usando de discoteca las islas.

Políticos, impongan el orden y sean un ejemplo. Nos jugamos el turista del mañana: gente responsable o desfasados.