Rock Imperium Cartagena: Comienza el capítulo dos

El gran festival de Cartagena arranca con conciertos de Blind Guardian y Helloween como plato fuerte, con Leo Jiménez y su recuperada voz, con Ángel Negro como representante local y Steve’n’Seagulls como ejemplo de que también hay sitio para lo friki

Comienza el capítulo dos

Comienza el capítulo dos / Iván Urquizar

Rock Imperium empieza a escribir su capítulo dos y lo hace con la sensación de que, a pesar de ser sólo su segunda edición, el arraigo entre el público y la ciudad de Cartagena empieza a ser llamativo. Para colmo, según entras en el recinto te topas con una actuación tan resultona como la de los callejeros valencianos Jolly Joker. Al mismo tiempo Ángel Negro inauguraban el escenario tres y con ello el momento para las bandas locales. En los escenarios grandes Leo Jiménez eliminaba cualquier atisbo de duda con respecto a su recuperada voz y Evergrey intentaban que su espíritu gris de clase y contundencia tomara protagonismo.

Rock Imperium también es friki. Sí, ahí están Steve’n’Seagulls como ejemplo. A golpe de banjo y acordeón, estos fineses saben cómo enardecer al público.

Saratoga puso el metal más previsible sobre el tapete, luego Blind Guardian nos trajeron sus leyendas desde la Tierra Media. Era el momento para que la multitud tomara masivamente el frontal de los escenarios. La cosa se ponía seria con los bardos golpeando himnos como Welcome To Dying o Nightfall.

La banda de Hansi Kursch jugaba sobre seguro, apostando de inicio por algunos de sus clásicos, sabiendo que para gran parte de su público esas imágenes de fantasía evocan universos paralelos por los que escapar. La voz rota de Hansi contrasta con la pulcritud instrumental de los miembros de su hermandad. La épica del power metal ejecutada por unos de sus pioneros.

Cuando los bardos dijeron adiós vino el ataque de las calabazas. Helloween tomaron el escenario Estrella de Levante. Dos cantantes, tres guitarras, un bajo y un batería; sin embargo, no sobraba nadie. Skyfall, de su último disco, mostró el camino. Los Helloween actuales puede que sean el resultado de una maniobra comercial, pero poco importa eso cuando simplemente funcionan a lo grande. Se las han arreglado para que haya sitio para todos. Por eso son una atracción para cualquier festival, por eso encabezaron la primera noche del Rock Imperium.