La Opinión de Murcia

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Teatro

La función que sale mal, el caos llega al Romea

Mañana llega a Murcia una comedia delirante, una de las mejores de la temporada, en la que un grupo de teatro estudiantil intenta representar –sin demasiada suerte– una obra de misterio al más puro estilo Agatha Christie. Y, como reza el título, todo que lo que puede fallar durante la representación, falla.

La función que sale mal

Mal acaba lo que mal empieza, como reza el dicho. Y, en el caso que nos concierne, un inicio caótico derivará en casi dos horas de delirio, humor y, por supuesto, mucho teatro en el Romea. Porque La función que sale mal llega este sábado a Murcia para mostrar las dificultades de una joven compañía universitaria y para conseguir, por el camino, arrancar todas las risas posibles al público.

El sueño de Chris es conseguir que su grupo de teatro estudiantil despegue, por fin, y pueda codearse con las mejores compañías del país. Una colección de malas adaptaciones –dos mosqueteros en vez de tres, una fea y una bestia o unos enanitos de Blancanieves que rozan los dos metros– han hecho que el joven director apueste por crear su propia función. Un guion desde cero, al puro estilo Agatha Christie, en el que mayordomos, bellas damas, detectives y asesinos se cruzan por las tablas para resolver un crimen. Aunque del drama a la comedia solo hay un paso: la torpeza de sus actores.

La función que sale mal salta de la investigación detectivesca y se convierte en una especie de metateatro en el que el público conoce todos los problemas que surgen en unos ensayos que parece que nunca llegan a su fin. «Es una comedia de humor blanco, para toda la familia», describe Héctor Carballo, que representa a Chris, asegurando que es «lo que todo el mundo quiere ver en estos momentos tan complicados».

¿Cuándo? Mañana, 20.00 horas

¿Dónde? Teatro Romea, Murcia

¿Precio? 20/22/25 euros


Carballo es el protagonista de la adaptación española de una obra que se representa en estos días en más de treinta países distintos. «El casting parecía unas oposiciones a notaría, por la fama internacional que había cogido la obra», recuerda entre risas el intérprete, que asegura que, «después de tres años, todavía no nos hemos enterado muy bien de qué personajes representamos».

Sin embargo, ese caos y esa locura que habitan en todo momento sobre el escenario de La función que sale mal no es ningún problema para su disfrute y comprensión. La base, su sólido guion, ayuda a que esta tarea se cumpla: «El público siempre comprende la obra aunque nosotros nos dejemos llevar por el guion». El libreto es, para Carballo, el elemento que facilita el éxito casi diario de esta función: «Es como conducir un coche de alta gama: si sabes conducir, te llevará al sitio que tú quieras».

Eso sí, el intérprete asegura que, tan complicado es representar a la perfección un clásico como conseguir que, en escena, parezca que nada está saliendo como debe ser. Vasos que se rompen, cuadros que se caen, música fuera de hora o cortinas que no se sujetan son algunas de las situaciones que se ven en escena. Pero siempre con naturalidad: «El público debe creerse que estamos sufriendo porque no nos sale nada». Una idea que Carballo ya tiene asumida: «Hacerse el gracioso en esta función es la muerte».

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