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"Estoy feliz porque, vaya a donde vaya, me van a tratar como lo que soy"

Marte es un chico trans que ha podido modificar su sexo en el Registro sin presentar informe médico

Marte, de 22 años, posa para La Opinión esta semana en Murcia.

Marte, de 22 años, posa para La Opinión esta semana en Murcia. / Juan Carlos Caval

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

Se llama Marte, aunque no nació con ese nombre, y es un hombre, aunque hasta agosto de 2023 no decía eso en el Registro Civil. Ni ha pasado por el quirófano ni tiene claro que lo vaya hacer

Es uno de los más de 300 murcianos que han corregido su sexo en la Administración aprovechando la aprobación, hace un año, de la Ley Trans. «Me alegré mucho cuando salió adelante porque es un reconocimiento de que existimos», asegura. 

Marte, que tiene 22 años, sí que se sometió a un tratamiento hormonal durante dos años. Este es uno de los requisitos de la anterior legislación para cambiar de sexo y que ahora no hubiera sido necesario. Sin embargo, la luz verde en las Cortes de Ley Trans le permitió ahorrarse, al menos, el diagnóstico de disforia de género.

"No sé si es transfobia o ignorancia"

Solo tuvo que ir al Registro. «Tuve mucha suerte en Murcia, me trataron muy bien en todo momento, tenían todos los modelos de solicitud preparados y fue bastante rápido», asegura. No fue así en todas las comunidades. El colectivo No Te Prives denuncia que aún falta «formación a los funcionarios» porque muchos reconocen que no saben cómo proceder ante las peticiones. «No sé si es transfobia o ignorancia», señala Félix Peñalver, coordinador del Grupo Trans de la asociación.  

Félix Peñalver, coordinador del Grupo Trans del colectivo No Te Prives.

Félix Peñalver, coordinador del Grupo Trans del colectivo No Te Prives. / Juan Carlos Caval

Pero no todo termina en el Registro. Más bien, es al revés. «Una vez nos aprueban el cambio, nos toca pasar por la oficina del DNI, por la Seguridad Social, por el centro de salud para la tarjeta sanitaria...». Las personas trans se ven obligadas a recorrer cada uno de los órganos públicos en los que su sexo está mal registrado. 

«Para mí, lo más problemático fue la universidad, que se negó a cambiarme el nombre hasta que no presentara mi nuevo DNI», recuerda Marte. En este caso, el problema es que se cambió el nombre en 2018, pero no le reconocieron el sexo masculino hasta que pudo cambiarlo el año pasado.

"Muchos años de espera"

Con los documentos en regla, acaba el periplo y llega la «tranquilidad». «Fueron muchos años de espera, creyendo que la ley nunca iba a salir, asumiendo que tendría que hormonarme, como me acabó ocurriendo...», lamenta. 

Si la transición de Marte ha acabado con el reconocimiento de su sexo o si continuará pasando por el quirófano, lo dirá el tiempo. «Ahora estoy feliz como estoy y sé que no voy a tener problemas a la hora de estudiar y trabajar porque vaya a donde vaya me van a tratar como lo que soy», comenta. Se trata de algo muy sencillo que aún hoy no le ocurre con algunos familiares cercanos. 

Con o sin apoyo externo, desde No Te Prives recuerdan que ofrecen apoyo y asesoramiento para todo aquel que tenga dudas. «Cuanto antes se den cuenta, antes podrán vivir su realidad plenamente».