Investigación | Óscar Sánchez Hernández Profesor de Psicología en la Universidad de Murcia

"Las nuevas generaciones hablan con más naturalidad de estos problemas"

El docente de la UMU asegura que, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, cada vez acuden más jóvenes a las consultas

Óscar Sánchez Hernández, profesor de Psicología de la Universidad de Murcia.

Óscar Sánchez Hernández, profesor de Psicología de la Universidad de Murcia. / L.O.

¿Conoce datos de cuántos jóvenes sufren depresión en España y en la Región de Murcia?

Hay que tener en cuenta que los datos varían en función de los estudios, pues se pueden definir las variables de forma distinta: se utilizan distintos tipos de cuestionarios y de instrumentos de medida, se toman rangos de edad distintos, o se hacen en rangos de tiempo diferentes. Por ejemplo, podemos hablar del estudio PsiCE de 2023 (Psicología basada en la evidencia en Contextos Educativos), dirigido por el consejo general de la psicología y realizado a 8.749 jóvenes de diversas comunidades españolas, incluida la Región Murcia, de una media de unos 14 años de edad. Los resultados mostraron que un 32% presentaba síntomas significativos de depresión. El 6% de los adolescentes informaron de síntomas graves de depresión y un 26% presentaron síntomas de intensidad moderada. Por otro lado, en un estudio que nosotros (investigadores de la UMU) publicamos el año pasado, realizado a 1.212 adolescentes murcianos de una media de 12 años, el 9,2% de ellos presentaba síntomas depresivos significativos.

¿Hay muchos o pocos casos de personas que acaben quitándose la vida?

El 4,9% de los adolescentes de la muestra del estudio PsiCE indicó que en algún momento había intentado quitarse la vida. Mientras que el 5,4% presentó un riesgo elevado de conducta suicida. Sin embargo, conviene resaltar que el problema del suicidio es multicausal, por lo que no lo podemos achacar solo a la depresión, aunque sea un claro factor de riesgo. Hay muchos factores que intervienen, como el contexto social, familiar y personal. Por ello, la prevención del suicidio también debe ser multicausal.

En los últimos años el número de casos de problemas de salud mental, ¿ha aumentado, disminuido o se ha mantenido estable?

Una de las conclusiones a las que están llegando todos los estudios, independientemente de los instrumentos que se han utilizado, es que los casos de problemas emocionales están aumentando en los jóvenes.

¿Cree que la pandemia ha sido una de las causantes de este incremento?

La pandemia es una de las variables que ha hecho que la salud mental de los jóvenes pueda verse afectada. La adolescencia es un periodo de cambio y de crisis a causa de ese cambio. No siempre tiene que ser completamente negativo, ni mucho menos, pero sí es un periodo más vulnerable. Una etapa en la que es común socializar con tus iguales y salir. Todo eso fue coartado por el confinamiento.

¿Existen más factores causantes del aumento que comenta?

Sí, las pantallas y las nuevas tecnologías. Los jóvenes de ahora pertenecen a una generación que han hecho uso de ellas desde pequeños, en una época en la que no se conocía hasta qué punto podía producir un impacto negativo. A día de hoy sí que hay más concienciación y más indicaciones de cómo usar las pantallas y los efectos que puede tener su mal uso, sobre todo tras la pandemia, pero para los adolescentes de ahora ya llegamos tarde.

¿Cree que hay muchos casos sin diagnosticar debido a que hay personas que tienen estigmatizado el acudir a un psicólogo?

Hay muchos jóvenes que presentan síntomas, pero que por lo general no van a consulta. Pero, aunque todavía queda mucho por recorrer, afortunadamente la situación está cambiando. Las nuevas generaciones hablan cada vez con más naturalidad de la salud mental de lo que se hacía antaño.

¿Cuáles son los problemas de salud mental que más se detectan a día de hoy?

La depresión y la ansiedad son los que más vemos, tanto en adultos como en adolescentes. Son síntomas de, por ejemplo, el acoso escolar o una crisis vital, como la transición de la infancia a la adolescencia o cuando hay un cambio de centro en jóvenes. En el caso de los adultos, pueden ser divorcios o épocas de maternidad y paternidad, una etapa vulnerable.

¿Considera que los programas de prevención que existen actualmente son suficientes para paliar esta problemática?

Según las conclusiones de las investigaciones que hemos realizado, que van en la línea de la prevención de la depresión en niños y adolescentes, puedo decirte que no. En 2012 me invitaron a una charla Tedx que se realizó en el Casino de Murcia. En la charla, titulada ‘El optimismo como motor de cambio’, se explicó que en las revisiones sobre programas de prevención en niños y adolescentes no aparecía ningún estudio español. En una reciente revisión de 2024 sobre intervenciones para prevenir la depresión en jóvenes de 68 ensayos controlados, tan sólo un estudio que nosotros publicamos en 2016 en la UMU , sobre una intervención para prevenir la depresión en jóvenes, era español. Siendo la prevención y tratamiento de la depresión en jóvenes un problema de la salud pública de primera magnitud, el que sólo nuestro estudio fuera de España, apunta a la necesidad de que se hagan más investigaciones de calidad desde nuestro país. Y en este sentido han ido mis líneas de investigación aplicada. Junto al profesor Javier Méndez Carrillo, catedrático de Psicología de la UMU, creamos el ‘Programa Sonrisa: Psicología Basada en la Evidencia’ para prevenir problemas emocionales y promocionar el bienestar psicológico en adolescentes, que ha demostrado ser eficaz. Los participantes del programa, en comparación con el grupo control, mejoraron en sintomatología depresiva, autoconcepto familiar y bienestar psicológico.

¿Lleva más iniciativas en marcha?

Junto a Ana Canales, subdirectora y terapeuta en Sander Psicóloga: Bienestar & Ciencia, creamos el ‘Programa Resiliencia y Bienestar Quédate en Casa’ para prevenir problemas emocionales en las familias durante el primer y largo confinamiento por covid, con resultados alentadores. Además, actualmente estamos interesados en empezar a prevenir desde los comienzos. Estamos estudiando la aplicación de intervenciones como el ‘Círculo de Seguridad Parental’, para madres y padres de niños de 6 meses a 6 años, con el fin de fomentar el apego seguro, una variable que sabemos que es un factor protector para prevenir problemas emocionales y promocionar el bienestar. De igual modo, queremos dar apoyo psicológico a madres y padres en la etapa perinatal e infantil.