"Las abejas son una parte fundamental de los ecosistemas por la polinización"

Actualmente, ¿qué grado de amenaza supone el virus de las alas deformadas en las poblaciones de abejas?

En realidad no es un amenaza nueva, ya que el virus llegó a la península ibérica al mismo tiempo que el ácaro Varroa que lo transmite. Esto ocurrió por los años 80 del siglo pasado, si bien en islas como La Palma llegó en el año 2001. La amenaza que supone es que el virus afecta a las larvas de las abejas y, cuando nacen, tienen las alas deformadas (de ahí el nombre del virus). Las abejas entonces no pueden volar lo que condiciona la supervivencia de las colonias al no poder recolectar el polen y el néctar con el que se alimentan.

¿Qué factores pueden influir en la capacidad de propagación de un virus?

Desde un tratamiento acaricida mal realizado, a destiempo, hasta la transhumancia de las colmenas. Los apicultores mueven las colmenas hacia zonas con floración, que aprovechan para que las colonias hagan miel monofloral y para que las abejas no sufran el calor tan intenso que estamos sufriendo en Murcia. Si estas colmenas tienen abejas que están infectadas con el virus, lo están transportando de un sitio a otro. Es fundamental tener las colmenas bien cuidadas y con buena salud para realizar esta actividad.

¿Cómo se puede frenar esta mortalidad?

Los apicultores tratan a las colonias de abejas con acaricidas (sintéticos o ecológicos) para controlar el impacto del ácaro y por tanto del virus.

«Seguimos analizando cómo afectan los plaguicidas cuando actúan solos o en combinación con la presencia de patógenos»

¿Por qué es importante trazar la historia de estos virus? ¿Qué se puede hacer después para minimizar su impacto en las abejas conociendo esto?

Es importante porque nos puede ayudar a comprender cómo se ha dispersado y evitar reproducir los eventos que han propiciado este hecho. Por ejemplo, se sospecha que el ácaro pasó de la abeja de la miel asiática (su hospedador original) a la abeja de la miel europea cuando se pusieron juntas colmenas de ambas especies. De haber sabido que la abeja de la miel europea iba a sufrir esta infección, se podría haber evitado ese contacto.

¿Qué otros impactos tienen las abejas?

A las abejas les puede afectar mucho de lo que pasa en el campo, por ejemplo, con la sequía que hace que no haya flores, ya que, como sabemos, el polen y el néctar es su fuente de alimento. Por tanto, les afecta sobremanera el cambio climático. También sufren con los plaguicidas que se usan en los cultivos para luchar contra plagas, ya que se ha comprobado que algunos afectan a su sistema nervioso, lo que hace que se desorienten y no sepan volver a sus colmenas. Además, hay otros patógenos y depredadores que también les afectan.

¿La ciencia qué trata ahora de averiguar o aportar a la conservación de las abejas? ¿Qué se estudia hoy en día?

Pues seguimos analizando cómo afectan los plaguicidas cuando actúan solos o en combinación con la presencia de patógenos. Justo acaba de terminar un proyecto europeo en el que hemos hecho experimentos en distintos países para ver estos efectos al nivel de toda Europa y poder transmitir nuestras conclusiones a los organismos competentes de la gestión agrícola y apícola.

¿Somos conscientes los humanos de la importancia que tienen las abejas?

Yo creo que sí puesto que llevamos mucho años advirtiendo del problema de la desaparición de la abeja de la miel. De hecho, estas han actuado como indicadores de lo que está sucediendo a cientos de especies de polinizadores como los abejorros y las mariposas y a los insectos en general.

Que las poblaciones de abejas mueran o tengan complicaciones, ¿cómo puede influir en la seguridad alimentaria?

Las abejas son parte fundamental de los ecosistemas por la actividad de polinización que realizan. Si desapareciera esta especie al igual que cualquier otra de las más de mil especies de abejas que hay en la península, se verían también afectados los cultivos, ya que una polinización inexistente o insuficiente acarrea una menor producción de frutos, lo que puede desembocar en crisis alimentarias. Además, se ha comprobado que una polinización deficiente afecta tanto al aspecto de los frutos (con lo cual son menos atractivos para el consumidor) como a su composición química.