Economía

La caída de las ventas por las lluvias lleva al comercio a adelantar las rebajas

Las grandes cadenas arrancan hoy la campaña de verano que tradicionalmente empezaba el 1 de julio

Una tienda de Murcia que ha adelantado las rebajas.

Una tienda de Murcia que ha adelantado las rebajas. / Juan Carlos Caval

María José Gil

María José Gil

Las rebajas, al igual que el calor del verano, cada año llegan antes. Las grandes cadenas de distribución inician hoy la campaña que tradicionalmente arrancaba el 1 de julio. La patronal del pequeño comercio atribuye el adelanto al intento de las empresas por compensar la caída de las ventas provocada por las lluvias que se repetían diariamente durante el mes de mayo y las primeras semanas de junio, aunque también apunta al descenso del poder adquisitivo de las familias causado por la inflación y la subida de los tipos de interés.

 En los últimos años las grandes cadenas tratan de anticiparse al inicio de las vacaciones para evitar la desbandada de los clientes que se produce los fines de semana y vienen dando el pistoletazo de salida antes de que acabe junio.

Sin embargo, el inicio de la campaña se ha adelantado este año al 22 de junio. Aunque las rebajas dejaron de estar reguladas en 2012, las grandes cadenas siguen estableciendo su propio calendario, lo que obliga a los pequeños comercios a empezar a aplicar también los descuentos. 

La temporada que empieza hoy terminará el 31 de agosto, aunque en realidad, las rebajas comenzaron este miércoles por la noche, cuando El Corte Inglés, Zara, las demás empresas de Inditex y otras compañías las empezaron en sus plataformas digitales. 

 La presidenta de Coremur, Carmen Piñero, lleva varios años pidiendo la vuelta a la regulación oficial de las rebajas y asegura que en este momento «lo está pidiendo todo el mundo». Su objetivo es recuperar el ‘efecto llamada’ que atraía a los clientes. 

Explica que para el pequeño comercio habría sido mejor seguir manteniendo los precios sin descuentos, dado que las ventas de primavera se han visto mermadas a consecuencia de las lluvias y de la pérdida de poder adquisitivo de las familias. 

Recuerda que la temporada empezó bien, debido al adelanto del calor que se produjo en los meses de marzo y abril. «Estábamos bien, porque había bodas, bautizos y comuniones. Pero luego vino el mal tiempo y la gente ya no salía a la calle», señala.

Sin embargo, cuando ha vuelto el calor las ventas tampoco se han animado porque los clientes «se ha esperado a las rebajas».

Cartagena reclama aparcamientos gratuitos

Para el presidente del Centro Comercial Abierto de Cartagena, Antonio Sánchez Arenas, «la situación es bastante complicada para el pequeño comercio». Considera que a los problemas que plantea la competencia de los centros comerciales y las compras por Internet se suma «la falta de aparcamientos que existe en el casco antiguo como consecuencia de las obras de peatonalización».

Sánchez Arenas se lamenta de que «hemos perdido la clientela de las barriadas de la periferia de Cartagena y de las poblaciones cercanas, porque prefiere ir a un centro comercial en el que tiene aparcamiento gratis casi en la puerta de la tienda. Lo que queremos es tener también aparcamiento gratuito», defiende.

A su juicio, si los clientes tienen que pagar aparcar en la ciudad difícilmente se desplazarán hasta el centro, lo que va generando la desaparición de pequeños negocios que tienen más dificultades de supervivencia, como las panaderías.

Advierte de que «de cada diez negocios que se abren en Cartagena nueve son de hostelería y uno de comercio», pero cree ambas actividades no tienen el mismo impacto en el entorno. «Tiene que haber un equilibrio entre comercio y hostelería, de igual forma que tiene que haber limpieza y seguridad. Son las cuatro patas y, si alguna de ellas flojea, la silla cojea», explica.

El presidente del Centro Comercial Abierto advierte de que «una ciudad solo con hostelería se quedaría sin vecinos», porque el ruido y las molestias los acaba ahuyentando.  

Menos gangas

La previsión es que los descuentos que el consumidor encontrará a partir de hoy no serán tan agresivos como en años anteriores, después de casi un año y medio de escalada inflacionista, que ha puesto a prueba la capacidad de supervivencia de muchos negocios. El presidente de patronal del sector textil y de los complementos Acotex, Eduardo Zamácola, prevé que este verano el consumidor verá etiquetas con descuentos «poco agresivos». Lo justifica por el incremento de costes que acucia al sector y que, a su juicio, «hará complicado» que las marcas puedan presentar verdaderas gangas, informa EFE. 

 La OCU apunta que «tres de cada cuatro familias viven al día, es decir, sin capacidad de ahorro. Una dificultad que también se traslada a la compra de ropa, un gasto difícil de afrontar para el 42% de los hogares, aunque el precio del vestido y el calzado ha bajado un 0,8% en lo que va de año».

La campaña arranca con la huelga de H&M

El arranque de la campaña de rebajas de verano está marcado este año en Murcia por la huelga de la plantilla de la cadena H&M, que se concentrará este jueves a mediodía en el centro comercial Nueva Condomina para reclamar mejoras a la empresa. Las trabajadoras de la compañía sueca exigen «las sustituciones del personal que se encuentra en baja o en excedencia y que repercute en una sobrecarga de trabajo para la plantilla», además de otras medidas salariales y laborales, según ha informado CC OO en un comunicado de prensa. La convocatoria de huelga se repetirá el próximo lunes.

La temporada de rebajas de verano también coincidirá por primera vez con una campaña electoral y con una jornada de votación que, según el presidente de la patronal del sector textil puede tener consecuencias en los comercios. Zamácola señala que, por su «experiencia», en los fines de semana de elecciones las ventas se paralizan,.

Por otra parte, la OCU recuerda a los consumidores la conveniencia de dar prioridad a los comercios «adheridos al sistema arbitral de consumo: los problemas se resuelven de una manera más rápida y gratuita». También señala que es necesario conservar siempre la factura de compra.