Salud

Los payasos visitan a domicilio a los pacientes más jóvenes de la Región

Miembros de Pupaclown comienzan a acudir a las casas de los usuarios que están en ingreso domiciliario por enfermedades complejas

Aránzazu Gracia, Teresa Montero y Golosino cogen las maletas para ir a ver a  pacientes a domicilio.

Aránzazu Gracia, Teresa Montero y Golosino cogen las maletas para ir a ver a pacientes a domicilio. / Juan Carlos Caval

Ana García

Ana García

Cruzarnos con alguien que lleva una nariz roja, un sombrero de bombín o una flor en la solapa de una chaqueta de divertidos colores por los pasillos del Hospital Infantil de la Arrixaca tiene un efecto inmediato: se nos escapa directamente una sonrisa. Todos estos elementos llevan a pensar en Pupaclown, los payasos de hospital que llevan décadas dibujando una sonrisa en la cara de los pacientes más pequeños del centro sanitario de El Palmar o, al menos, haciéndoles olvidar por unos minutos el motivo que les ha llevado allí.

Ahora, ese gran trabajo que hacen los payasos de hospital sale más allá de las paredes del centro sanitario para ir hasta las casas de los niños y jóvenes que se encuentren en ingreso domiciliario.

El nuevo proyecto, que comenzó a funcionar hace sólo dos semanas en la Región de Murcia, se ha puesto en marcha gracias al convenio que han suscrito el Servicio Murciano de Salud (SMS) y la Asociación Pupaclown para promover actividades orientadas a mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran hospitalizadas en sus domicilios y que son atendidas por la Unidad Regional de Hospitalización Domiciliaria (URHD) y por Cuidados Paliativos Pediátricos (CPP).

Sin embargo, no hubiera sido posible sin el respaldo económico de una de las convocatorias de la Fundación LaCaixa.

El objetivo principal es que profesionales del clown de la asociación intervengan con niños y jóvenes en sus domicilios, acompañando a los equipos de atención domiciliaria o de paliativos en las visitas semanales que suelen realizarles. De esta forma «se presta apoyo emocional al menor y a su familia, apoyo integral para ayudar a los pacientes en el momento de máxima vulnerabilidad emocional, prestando entretenimiento y acompañamiento específico, y buscando siempre el bienestar del menor y la mejora de su calidad de vida», recoge el texto.

Pancho Astillero, miembro de la directiva de la Asociación Pupaclown, explica a La Opinión que mientras que la labor dentro del hospital se organiza durante los cinco días de la semana que van de lunes a viernes, «en las salidas a domicilio acompañamos a los equipos sanitarios los miércoles, organizando las visitas en función de cada caso y la previsión que tengan cada uno de los cinco equipos que hay en marcha».

De esta forma, «nos vamos turnando y cada miércoles vamos con uno de ellos».

Proyecto regional

Otra de las ventajas que tiene este proyecto social es que se ha planteado a nivel regional, por lo que se está desarrollando en todo el territorio de la Región de Murcia, cubriendo las nueve áreas de salud. «Lo mismo vamos con el equipo de la Arrixaca, que nos desplazamos a Jumilla, a Yecla o a Cartagena», apunta Astillero.

El proyecto de acompañamiento de payasos a domicilio arrancó este pasado mes de febrero, como marcaba el propio convenio del SMS, y en cada una de las visitas programadas con antelación acude una pareja de payasos de Pupaclown, ya que los clown trabajan en pareja.

«La función de los payasos es llevar alegría y apoyo psicológico, adaptándose al estado y situación del niño y la familia. Por ello, antes de la visita, el equipo médico de la URHD y CPP facilitará la información necesaria para la adecuada interacción y apoyo a prestar por la asociación», señalan desde el SMS. Y estos casos es necesario contar con la autorización de la familia para que los Pupaclown puedan visitar el domicilio.

25 años haciendo sonreir a niños como clown de hospital

Este año 2023 los Pupaclown cumplen 25 años como clown de hospital haciendo sonreir a los niños. En la Arrixaca, por ejemplo, tienen dos parejas que se dividen los cinco días de la semana entre las visitas al Hospital Infantil, los ‘pupaquirófanos’ en los que acompañan a los pequeños pacientes a las operaciones y los procesos dolorosos, cuando se tienen que someter a pruebas o punciones. Un abanico al que ahora también se suman las visitas a domicilio.

Astillero añade que no vale cualquier persona para esta labor, ya que los payasos de Pupaclown han recibido formación en psicología y acompañamiento.

Durante el proyecto y de forma semanal los equipos sanitarios hacen llegar a los payasos de hospital el listado de pacientes que hay, una vez obtenida la autorización de los padres. Mientras que propician una reunión cada mes con el grupo de Pupaclown para la valoración y el seguimiento.

Pancho Astillero indica que con esta iniciativa visitarána pacientes pediátricos de todas las edades, desde niños a jóvenes, «a algunos incluso ya los conocemos porque han tenido ingresos anteriores en el hospital o están diagnosticados de enfermedades crónicas».

Después de tantos años como payasos de hospital, los Pupaclown siguen creciendo con nuevas iniciativas como esta. «Trabajar en una ONG es así, intentas seguir avanzando y beneficiar al mayor número de pacientes con cada proyecto», reconoce Astillero, a lo que añade que cualquier ayuda, subvención o colaboración «es bienvenida».

«Son niños, por lo que la risa y el juego son una terapia complementaria»

Teresa Montero y Aránzazu Gracia, pediatra y enfermera del equipo de hospitalización a domicilio del Altiplano, salen con su maletín sanitario cuando acuden a visitar a un paciente.

Una maleta similar es la que lleva Golosino, uno de los miembros de Pupaclow que participa en el proyecto de atención domiciliaria, pero en su caso, su maleta verde esconde juegos, instrumentos musicales, luces y elementos mágicos con los que los pequeños pacientes logran distraerse y olvidar durante las visitas la enfermedad.

Golosino, que forma parte de un equipo en el que también están Membrilla, Huevo Frito, Leti Confeti, Tico Tico y Susa Patidifusa, afirma que «las primeras experiencias en las visitas a domicilio han sido muy buenas», por lo que espera que este proyecto respaldado por Fundación LaCaixa nazca con vocación de futuro, ya que «es muy necesario».

«Son momentos en los que los niños ya no están en el hospital, pero necesitan que lleguemos a ellos de alguna manera y, esta es la fórmula, en su entorno, rodeados de su familia, implicando a padres, hermanos o abuelos», dice.

El equipo de hospitalización domiciliaria tiene establecidas cinco rutas que parten desde el Hospital Virgen de la Arrixaca, al ser el centro de referencia regional, y en función de los pacientes y la ubicación de su domicilio se organizan las visitas una vez a la semana, los miércoles.

Sin embargo, en ocasiones surgen imprevistos y hay que estar preparados, «como hace unos días cuando de camino a un domicilio nos avisaron de que el niño iba de camino a Urgencias de la Arrixaca, por lo que volvimos y lo atendimos aquí».

La doctora Teresa Montero señala que «son niños, la risa y el juego son una terapia complementaria, por lo que el contacto con los payasos puede ayudar mucho llevando la alegría a sus propias casas».

Aránzazu Gracia añade que «aunque son niños crónicos o de paliativos, nunca hay que olvidar que siguen siendo niños, por lo que la risa es un medicamento más». Al tiempo que recuerda que en la mayoría de los casos, debido a la enfermedad, tanto los menores como sus familias cambian sus rutinas y esto les ayuda a volver a realizar actividades en familia, vuelven a socializar».

La primera salida que hicieron hace unas semanas los miembros del equipo de hospitalización domiciliaria fue a Jumilla y después de tres rutas afirman que «estas están siendo un verdadero éxito».

«Los sanitarios nos dejan nuestro espacio y mientras que ellos hacen sus revisiones o ponen la medicación, nosotros aprovechamos para estar con el niño o la familia», pero también «hacen uso de nosotros cuando tienen que comentar alguna cuestión en privado a los padres, para que nos quedemos con el menor», explica Golosino.

Los clown que participan en este convenio entre el Servicio Murciano de Salud (SMS) y la Asociación Pupaclown reciben formación específica en varias materias, entre ellas improvisación, psicología y duelo, ya que en la atención a pacientes terminales tienen que estar preparados para los momentos más duros.

Incluso desde el pasado año los payasos tienen atención psicológica para que los duelos y despedidas no les pasen factura.