Educación

La evaluación común no llegará a los institutos de la Región hasta el próximo curso

La convivencia de dos normas para promocionar o titular a los alumnos pone a prueba a los equipos docentes, aunque se muestran de acuerdo en esperar para unificar los criterios

Estudiantes de un instituto de Murcia, antes de entrar a clase.

Estudiantes de un instituto de Murcia, antes de entrar a clase. / Israel Sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Los centros educativos de la Región de Murcia trabajan este curso con dos criterios distintos de evaluación, promoción y titulación de los alumnos. La implantación de la nueva ley de educación les ha llevado a ello, ya que los cursos impares trabajan desde septiembre bajo el paraguas de la Lomloe mientras que los cursos pares tendrán que esperar al próximo. Mientras, estos últimos siguen sujetos a la antigua norma estatal (Lomce), aunque las reglas para saber si un alumno debe pasar o no de curso, o lograr el título, están actualizadas en una resolución de la Consejería de Educación de 2021, que ya tenía en cuenta, por ejemplo, que el criterio sobre el límite de suspensos no pesa salvo algunos condicionantes.

No será hasta el curso que viene cuando la Consejería lleve a cabo una unificación de criterios para promocionar o titular a un estudiante, algo en lo que están de acuerdo los directores de instituto. Los cursos de la Lomloe pueden guiarse para saber si un alumno debe repetir o no por los currículos de Secundaria y Bachillerato recién aprobados, pero los cursos de la vieja ley Wert no tendrán una nueva norma conjunta para estas etapas hasta dentro de unos meses. «Entendemos el razonamiento de esperar al curso próximo y tener una normativa de evaluación común. Estamos en un momento de transición con la Lomloe. De momento creemos que pueden convivir las dos normas», señala Isabel Saturno, presidente de la Asociación de Directores de Secundaria de la Región.

Las diferencias entre una u otra forma de evaluar está en el peso de las decisiones de los equipos docentes que deben dictaminar si un alumno con varios suspensos pasa o no de curso. En la normativa que se maneja para los cursos impares sigue reflejado la mayoría de «tres cuartos» en las decisiones de los docentes sobre promoción y titulación en Secundaria mientras que en los currículos recién estrenados se habla de «mayoría simple».

Sobre el papel este aspecto puede no tener importancia pero en la práctica se quiere hilar muy fino para justificar con seguridad si un alumno tendrá que repetir o no. «No queremos tropezar con la interpretación de la ley», señala Eva Martínez, directora del IES Infanta Elena de Jumilla. El flotador de los equipos docentes está en partir de la base de que un alumno debe tener un cinco o más en su expediente para superar el curso.

Los directores piden que Religión no cuente para la matrícula de honor

Los directores de instituto de la Región solicitaron el pasado viernes al que ahora es consejero de Educación, Víctor Marín, que la materia de Religión no cuente para obtener la matrícula de honor en Bachillerato. Esto, señalan, crearía una desigualdad entre quienes asisten a esta clase y quienes están en la materia alternativa, una hora sin contenido y sin calificación. Al ser evaluable, Religión se encuentra como una asignatura optativa de una hora semanal, la ‘hora 31’ que obligó a la Consejería a ampliar el horario lectivo para esta etapa. Los directores esperan instrucciones de Educación pero en la mesa está la posibilidad de que se pueda abrir un proceso de rematriculación para que los alumnos que están en la ‘materia espejo’ pasen a Religión si quieren.

«La normativa de la Consejería habla de materias suspensas», mientras que las nuevas indicaciones impulsadas por el Ministerio de Educación «no tiene suspensos, no se fijan», señala Roberto García, director del IES Valle de Leiva de Alhama. Y es que Educación añadió indicaciones en la normativa de 2021 como que no se podían suspender Lengua castellana y Literatura y Matemáticas a la vez si se pretendía pasar de curso, algo que ha tenido que eliminar en su parte del currículo para no chocar con la normativa básica del Ministerio.

Programaciones anuales

Los institutos están terminando estos días y ajustando, con la ayuda que se prestan entre equipos directivos y las orientaciones de los inspectores de educación, las programaciones anuales del curso. El retraso en las publicaciones de los currículos ha obligado a cerrar ahora las instrucciones en los planes docentes.

Mientras, la adaptación a la nueva forma de enseñar que plantea la Lomloe sigue su camino poco a poco: aprendizaje basado en las competencias con metodologías más activas.

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