VLADIMIR SALAZAR

Espero que hayas encontrado una respuesta

Adiós al jefe de la Unidad de Trombosis de La Arrixaca y creador de la Fundación Never Surrender

Vladimir Salazar.

Vladimir Salazar. / Never Surrender

F.P.U.

Que la medicina y el fútbol fueran tus grandes pasiones no es una casualidad, y es, con toda probabilidad, la causa de que tuviera la suerte de cruzarme en tu camino y, a fin de cuentas, de que te escriba estas líneas.

Probablemente te conocí en algún salto o, quizás, en un balón dividido. Ya no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es la primera vez que te dirigiste a mí, con esa voz atractiva y sincera, para regalarme uno de los momentos más bonitos que he vivido nunca. Así, sin más, sin pedir nada a cambio. Confiado, generoso, entero. Así eras tú.

Así, sin más, te has ido. Sonriente, despreocupado, guerrero. Sin despedidas. Así, sin más.

Nos has enseñado tantas cosas durante este tiempo... 

Nos has enseñado el significado de luchar. De creer cuando otros no creen. De nunca rendirse. De tener el valor de darle la espalda al destino cuando este te dice ‘no’, y sonreír. Sonreír tanto…

Nos has enseñado el significado de la vida, de saber exprimirle hasta la última gota. De que nada más importa cuando estás rodeado de los tuyos, aunque se acerque el final.

Nos has enseñado el valor del tiempo. Ay, maldito tiempo, si nos atreviéramos a encararlo con el mismo coraje que tú. De atreverse a dedicarlo, por poco que nos quede, a ayudar a los demás. Del saber estar hasta el último momento, hasta el último minuto. 

Nos has enseñado tantas cosas durante este tiempo…

También nos has dejado muchas cosas. La asociación Never Surrender es el comienzo de una idea preciosa, que solo podía surgir de una persona noble, luchadora y honesta.

Dejas una Cátedra en la Universidad de Murcia, con un mérito y esfuerzo honorables. No imagino que tu familia pueda sentir, algún día, un orgullo mayor que este.

Dejas al equipo de fútbol de médicos de Murcia campeón. No tengo palabras para describir lo que lograste hace apenas unos meses cuando, aún con todo, llegaste a ser decisivo sobre el verde. Dejas a los chicos sin su líder, pero cargados de emoción para señalar al cielo y cerrar los ojos, cuando toque.

Dejas una familia maravillosa, que te ha cuidado hasta el final.

Nos has regalado 687 días de un valor incalculable. 687 días de un ser humano extraordinario.

Espero que hayas sido feliz, tanto como nos dejas a los que te hemos conocido. Tanto como estarán, allá donde estés, por tenerte con ellos. 

Espero que te vayas con la sensación de haber tenido una vida plena, pues así es el legado que dejas. 

Tres ángeles ya tienen tu estrella en el cielo, pero tú siempre estarás mucho más cerca, cuidándolos, viéndolos crecer.

Espero que hayas encontrado una respuesta. 

Gracias por dejarnos estar a tu lado, disfrutando de lo que más te gustaba. 

Descansa en paz, campeón. Eterno. Capitán.