La Opinión de Murcia

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Medio ambiente

Más protección para frenar la muerte de aves protegidas por electrocución en la Región

La Comunidad ampliará las áreas de seguridad, con especial atención al águila perdicera, para evitar dos de cada tres accidentes en Murcia

La protección para las aves vulnerables a sufrir accidentes mortales en los tendidos eléctricos de la Región de Murcia se va a reforzar. La Comunidad tiene previsto ampliar las zonas de seguridad para abarcar más espacios naturales protegidos y sus aledaños y, sobre todo, con el objetivo puesto en la águila perdicera, una de las aves que más ha sufrido el castigo de los tendidos eléctricos que no están protegidos.

Una nueva regulación de la normativa sobre protección de las aves pretende centrarse en las líneas eléctricas aéreas que ya existen sobre un territorio que abarca 173.271 hectáreas. A este espacio se unirá la corrección de las torres en las zonas más habitadas por el águila perdicera, por lo que en total la superficie beneficiada llegaría a las 294.134 hectáreas, lo que equivale a una cuarta parte de la Región.

La Consejería de Medio Ambiente, que está tramitando un proyecto de orden al respecto, estima que en la actualidad el 75% de los accidentes en tendidos eléctricos ocurren en líneas aéreas ya existentes que están fuera de las actuales zonas de protección reflejadas en un decreto estatal de 2008. La extensión de estas zonas donde las aves caen fulminadas es de 391.972 hectáreas (casi el triple que el municipio de Lorca).

La protección abarca las llanuras de las sierras de Moreras, Almenara, Carrascoy, Columbares, Altaona y Escalona

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Con los cambios pretendidos, los tendidos eléctricos situados en las nuevas áreas señaladas deberán corregirse, evitando así dos de cada tres accidentes registrados en la Región en los últimos 10 años dentro de los antiguos límites de protección.

Ahora, Murcia pretende aplicar los límites aprobados desde 2012 y que incluirían una franja adicional en torno a los territorios ZEPA (Zonas de Especial Protección de Aves) de 1,5 kilómetros; los espacios naturales protegidos; territorios con un plan de ordenación de recursos naturales (PORN) o aprobados de forma inicial; los Lugares de Importancia Comunitaria (50 en la Comunidad) y Zonas de Especial Conservación o en los humedales recogidos en el inventario regional.

El 75% de las muertes ocurren en líneas aéreas ya existentes que están fuera de las actuales zonas de protección

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ANSE: «En las zonas industriales hemos tenido graves problemas»


En noviembre del pasado año, la asociación Anse y la Asociación Región de Murcia Limpia denunciaron ante Fiscalía la muerte de tres águilas perdiceras en tendidos eléctricos de las pedanías murcianas de Los Martínez del Puerto y La Tercia. Anse entiende como un avance importante la nueva orden que prepara la Consejería al ver cómo se protege a las águilas perdiceras en zonas ubicadas en terrenos rurales pero con tendidos altamente mortales. Sin embargo, la nueva normativa resulta insuficiente para la asociación si el objetivo es erradicar la problemática de las de las electrocuciones en la Región de Murcia. 

«Otras comunidades autónomas están apostando por delimitar como áreas de protección todo o casi todo el territorio provincial, pues las electrocuciones se producen casi en cualquier lugar», señalan, al hilo de que las zonas urbanas e industriales no estén recogidas en el plan. «Hemos tenido graves problemas de electrocución en zonas industriales».


El cadáver de una perdicera hallado en Murcia ANSE

Las llanuras, protegidas

Pero de todos los nuevos territorios donde las empresas energéticas y particulares deberán corregir los tendidos, los más importantes para las organizaciones ecologistas son las llanuras que rodean las sierras de Moreras (Mazarrón), Almenara (entre Lorca, Águilas y Mazarrón), Carrascoy (entre Murcia, Alhama y Fuente Álamo, Columbares (Murcia) y Altaona y Escalona (Murcia).

En estos espacios, la muerte por posarse en un poste sin las medidas correctoras ha causado numerosas bajas en aves protegidas, sobre todo entre las águilas perdiceras. Este punto es aplaudido por la Asociación Naturalista del Sureste (Anse), que ya había demandado a la Comunidad ampliar el área de protección para obligar a las firmas eléctricas a actuar. «Es un avance importante en la conservación del águila perdicera si bien no se conoce todavía la delimitación cartográfica y es difícil de valorar».

El águila perdicera se encuentra catalogada como en peligro de extinción en la ley regional y como vulnerable en el Catálogo Español Especies Amenazadas, y que precisamente las electrocuciones son la primera causa de mortalidad no natural de esta especie. Desde 2012 a 2020, según datos de la Comunidad, se hallaron 42 ejemplares de esta especie muertos por una descarga eléctrica.

Urbanas e industriales, excluidas

Las zonas urbanas, por otro lado, quedan excluidas debido a las características de los tendidos eléctricos en estas zonas, defiende Medio Ambiente, que considera que la protección debe dirigirse hacia «las áreas de campeo, nidificación, zonas abiertas, etc..., donde suelen producirse los accidentes por electrocución».

Desde hace años la Comunidad ha firmado varios convenios con empresas como Iberdrola para llevar a cabo la corrección de sus tendidos, aquellos que se instalaron antes de 2008. Esta compañía acumula una gran cantidad de expedientes sancionadores abiertos ya que es propietaria de una importante parte de los postes peligrosos en la Región.

La Consejería registró 136 accidentes en 116 apoyos el año pasado


La Consejería de Medio Ambiente registró el pasado año 136 electrocuciones en 116 apoyos eléctricos. Estos accidentes originados por la falta de corrección de los tendidos conllevaron la apertura de 84 expedientes sancionadores para empresas o particulares, aunque no menciona si hay sanciones en firme. Por lo general, la corrección del tendido eléctrico conlleva el cierre del expediente pero organizaciones como Anse han criticado que las multas nunca se llegan a cobrar. Hace mes y medio la Consejería tramitaba un total de 123 expedientes sancionadores por la muerte de aves, de los cuales 52 estaban en investigación a la espera de un informe técnico, 60 con un requerimiento a los propietarios para que corrijan los apoyos y once con un acuerdo de inicio o propuesta para esas correcciones. 

Medio Ambiente corregirá un mínimo de 646 apoyos de tendidos eléctricos hasta 2026, para lo que invertirá un total de 1,93 millones de euros asignados por el Ministerio para la Transición Ecológica con el fin de modificar las torres de alta tensión causantes de electrocución a especies de avifauna amenazada. 

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