La crisis en el Gobierno regional se amplía con un capítulo más este jueves. La consejera de Educación, María Isabel Campuzano, despidió el pasado martes de su puesto al director general del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes, José Ramón Palazón Marquina, por la "falta de confianza" generada en los últimos meses ante "actuaciones muy graves" que llevó a cabo el alto cargo de Cultura.

El cese fue comunicado en una carta firmada por la propia Campuzano, donde reclamó al director del ICA que entregase el mismo martes "su puesto, recoja sus pertenencias personales y las herramientas otorgadas al iniciar sus labores en este cargo". Palazón fue nombrado en abril del pasado año para dirigir este organismo encargado principalmente de gestionar las ayudas directas a la creatividad y a la gestión de espacios culturales como la Filmoteca Regional, el auditorio Víctor Villegas, el Centro Párraga o la Sala Verónicas.

Mabel Campuzano, que en las últimas semanas ha venido replanteándose su continuidad en el Ejecutivo, se considera sometida a las interferencias del diputado expulsado de Vox Francisco Carrera, que trata de intervenir en las decisiones de la Consejería y, sobre todo, en el relevo de miembros del equipo de altos cargos de Educación.

Carta de despido del director general del ICA L.O.

Sin embargo, las diferencias surgidas dentro del grupo formado por los tres parlamentarios procedentes de Vox que apoyan al Gobierno regional suponen también una clara amenaza para la mayoría que sustenta el Ejecutivo de Fernando López Miras.

Aunque la consejera tiene competencias para cesar a sus directores generales, la destitución debe ser ratificada por el Consejo de Gobierno. En la reunión de este jueves, el Gobierno regional finalmente no ha aprobado el despido de Palazón al frente del ICA.

La destitución de José Ramón Palazón es el último capítulo de las grandes desavenencias surgidas en el grupo de los tres diputados que fueron expulsados de Vox y que han llevado a la consejera de Educación a plantearse incluso su salida del Gobierno regional, tal y como ha adelantado LA OPINIÓN. Estas desavenencias, fundamentalmente entre Mabel Campuzano y Francisco Carrera, se recrudecieron el pasado verano, ante lo que la consejera de Educación consideraba injerencias de su compañero del grupo parlamentario.

En el acuerdo para apoyar la investidura de López Miras tras la fallida moción de censura de marzo del año pasado, los diputados expulsados de la formación de Abascal aceptaron respaldar al líder popular a cambio de hacerse con la Consejería de Educación y Cultura, al frente de la cual se colocó a Mabel Campuzano. Los distintos altos cargos de la Consejería sí fueron, sin embargo, objeto de discusión entre los tres miembros del grupo escindido de Vox.

Así, la consejera puso en la Secretaría General de Educación a María Luisa López Ruiz, mientras que Carrera impuso al frente del ICA a un amigo personal, José Ramón Palazón. Asimismo, también colocó a otras personas afines como el jefe de gabinete, que fue destituido poco después por la propia Mabel Campuzano tras las injerencias que mostraba en la gestión de la consejería.

Son esas intromisiones las que, en opinión de Mabel Campuzano, no han cesado por parte de Carrera e incluso del portavoz de su grupo, Juan José Liarte. Se trataría, según fuentes cercanas a la consejera, de un intento del grupo de Liarte por manejar la política de la consejería sin tener en cuenta la gestión de la persona que se encuentra al frente. El conflicto ha estallado esta misma semana con la destitución fulminante de Palazón por parte de Campuzano y las dudas mostradas por ésta a la hora de definir su continuidad.