Una nueva ley que limitará el uso del plástico no reciclable y establecerá un nuevo impuesto por su utilización obliga a la industria agroalimentaria a buscar alternativas para conseguir materiales asequibles y a reinventar sus envases. Los cambios que exige la adaptación a la nueva normativa llevará a algunas industrias a tener que cambiar incluso «las líneas de envasado» que utilizan en la actualidad, según apuntó el presidente de la Agrupación de Empresas de Alimentación (Agrupal), José García Gómez. Industrias como la compañía de Caravaca Postres Reina están investigando la utilización de fibras naturales procedentes del coco, el maíz o el guisante en la fabricación de los nuevos recipientes.

El presidente de Agrupal apunta que la nueva ley puede resucitar prácticas de los tiempos en que el consumidor que «acudía a comprar una gaseosa o una cerveza tenía que pagar el coste del envase o entregar uno vacío».  El objetivo es reducir los envases de un solo uso y disminuir el grosor de los materiales empleados en la actualidad. También trata de evitar que los productos frescos se vendan embalados en plástico.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sacó a información pública a finales de septiembre el proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, que contempla la obligatoriedad de que «los envases reutilizables se pongan en el mercado mediante sistemas de depósito, devolución y retorno». También establece que «serán los envasadores quienes fijen el precio del depósito».

El Departamento de Teresa Ribera recuerda que esta práctica «ya se viene utilizando para los envases empleados para agua, bebidas refrescantes y cerveza en el ámbito HORECA (establecimientos de hostelería). El objetivo es extenderlo también para el resto de los envases reutilizables, ya sean empleados en el canal doméstico como en el ámbito comercial o industrial». 

El Ministerio recuerda igualmente que este proyecto legislativo pretende trasladar a la normativa española «la última de las directivas pendientes del paquete europeo de economía circular de 2018, aplicando los preceptos de la Directiva de Plástico de un Dolo Uso a los envases y revisando el régimen de responsabilidad ampliada del productor a los envases, según lo recogido en el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos que se está tramitando en el Congreso de los Diputados». Su aplicación está prevista para 2022, aunque no se descarta que vuelva a aplazarse debido a los cambios que exigirá a las industrias y a todas las empresas que intervienen en la cadena de suministro, desde los fabricantes de los envases al propio consumidor. 

Empresas como Postres Reina investigan la utilización de fibras alternativas de coco, maíz o guisante

También la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Medio Ambiente apunta que «la sustitución de unos envases por otros requerirá reforzar los programas de I+D para que centros tecnológicos puedan poner a disposición alternativas: reciclables, compostables, reutilizables, así como nuevas tecnologías de reciclado».  

La industria agroalimentaria de la Región, que desde hace años viene estudiando el desarrollo de nuevos envases para sus productos, se ve abocada ahora a una nueva transformación tecnológica, que puede suponer en muchos casos «la sustitución de las líneas de envasado», según apuntaba el presidente de Agrupal. José García Gómez alertaba de que «el cambio no es fácil» y ve complicado que se puedan introducir las reformas exigidas «de la noche a la mañana».

Por su parte, Alfonso López, adjunto a dirección de Postres Reina, una de las empresas de la Región que ofrece más variedad de productos con envases diferenciados, explicaba que la compañía de Caravaca está estudiando «distintas opciones para incorporar nuevos materiales, como las fibras naturales obtenidas del coco, el maíz o el guisante». Añadió que la obligación de adelgazar el grosor de los recipientes de plástico supone «un problema cuando es necesario envasar productos con una temperatura de entre 75 y 85 grados». Su conclusión es que «cualquier opción es más cara» y elevará el coste hasta un 200%.

También el Centro Tecnológico del Plástico, con sede en Alhama de Murcia, trabaja en el cultivo de microorganismos productores de bioplásticos biodegradables utilizando como materia prima los residuos generados por la industria agroalimentaria. Estos microorganismos se encargan de convertir los residuos en plásticos

La Comunidad alega que "la prohibición se aleja de la realidad"

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha presentado alegaciones al Real Decreto de Envases y Residuos en las que recuerda que la eliminación y «la sustitución de envases de plástico en el sector de las frutas y hortalizas por otros de menor impacto medioambiental ya se está produciendo espontáneamente de manera muy rápida». Añade que «la tendencia hacia un modelo de uso de envases circular es un hecho», por lo que considera que «la prohibición del proyecto de Real Decreto está alejada de la realidad». La Consejería defiende que «una norma como la que se pretende imponer debería ofrecer un periodo de adaptación suficiente y acorde con la disponibilidad de alternativas al plástico cuya eficacia y sostenibilidad haya sido suficientemente probada».