Los compañeros que trasladaron a Eleazar Blandón, el jornalero nicaragüense de 42 años que falleció por un golpe de calor el pasado sábado en el centro de salud Lorca-Sutullena, aseguran que no le abandonaron y añaden que no les dejaron pasar a las instalaciones sanitarias por las limitaciones de la covid-19. En una primera versión de los hechos facilitada por los servicios de Emergencia, el trabajador agrícola fue abandonado tras ser transportado en una furgoneta en parada cardiorrespiratoria hasta este centro de salud.

Según fuentes de la investigación, el pasado sábado, entorno a las dos de la tarde, los compañeros que trabajaban junto a Blandón en una explotación de sandías en la pedanía de El Esparragal, en Puerto Lumbreras, comprobaron que la víctima se sentaba y que no se encontraba bien. Por este motivo, señalan el resto de trabajadores interrogados, lo trasladaron a otra finca de la localidad, donde su estado empeoró y fue trasladado hasta el centro de salud de Lorca.

El fallecido trabajaba para una empresa de servicios agrícolas contratada por una compañía dueña de la finca de cultivo de sandías. Este lunes fue puesto en libertad el jefe del jornalero, un hombre de nacionalidad ecuatoriano de 50 años, que fue arrestado el domingo y compareció ante el juez que ha asumido la investigación a través de videoconferencia. Por otra parte, el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región y la Inspección de Trabajo, junto con la policía judicial, han estado en la finca con el dueño donde se ha entrevistado a testigos del accidente, a compañeros del fallecido, al empresario y al encargado de la finca.

Por lo pronto, se ha constatado que el jornalero, al igual que sus compañeros, disponía de agua, algo que negó la hermana del fallecido. Como parte de la investigación se está comprobando la documentación de la empresa, la documentación específica en materia de prevención de riesgos laborales, si habían evaluado el riesgo de este tipo de trabajo, y cuáles eran las medidas preventivas. Dichas fuentes señalan que el jornalero estaba realizando unas labores "de importante esfuerzo físico".

Tanto Salud Laboral y la Inspección de Trabajo han corroborado que Eleazar Blandón no estaba dado de alta en la Seguridad Social, una primera infracción constatada que ha cometido el jefe de la cuadrilla. Se trata del titular de una empresa que lleva cuadrillas de temporeros a trabajar al campo, que se enfrenta a una acusación como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores por no tener al fallecido dado de alta en la Seguridad Social.

Además de las presuntas infracciones en materia de prevención de riesgos laborales y en materia de extranjería y Seguridad Social, se están comprobando otras en materia salarial, de jornada o de contratación, cuyos resultados se conocerán cuando concluyan las actuaciones de comprobación.